juntos

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Aún tenía los ojos pegados cuando mire la hora en el móvil, la luz me daño los ojos. suspiré, solo eran las 9 pero debía de levantarme ya y empezar manos a las obras si quería terminar lo antes posible.

Después de un desayuno, que consistiá en tostadas y café, me puse ropa de trabajo, me recogí la melena en una coleta alta y empezé a separar todas las cosas que mi abuela había dejado ahí. Mi madre me explicó como debía hacerlo, querían conservar la casa como casa de verano por lo que solo debía deshacerme de trastos viejos, adornos feos y mantas y ropa de cama vieja, pero la cuberteria, vajilla y fotos debían seguir en su sitio.

Por suerte cuando mi abuela se fue limpiaron la casa a fondo, así que no tenía que preocuparme por ponerme a limpiar el polvo. La casa era de un tamaño normal, tenía dos plantas, una terraza y un jardín. No me llevó mucho tiempo terminar la parte de abajo, había separado las cosas en dos cajas: para vender y para tirar.

-Solo son las 12, me dará tiempo a quitarme de encima la parte de arriba- cogí otras dos cajas de cartón grandes y subí las escaleras, tenía un sentimiento extraño, me sentía observada.

Decidí poner la radio, para intentar distraerme y empezé a quitar las cosas habitación por habitación. Cada habitación era mas extraña, una estaba llena de muñecos (a los cuales metí rapidamente en una caja a parte y la cerré con demasiado cinta para que no puediese abrirse, erán horriblemente terroríficos) otra estaba llena de libros, los cuales decidí dejarlos como estaba, la otra habitación estaba llena de jarrones (les hice fotos y se las mandé a mi madre para que me dijera que hacer con ellos) Finalmente llegue al cuarto donde dormía mi abuela (y donde yo había dormido aquella noche).

Era una habitación muy simple, una cama, un tocador y un armario, también tenía una pequeña puerta al fondo que daba a un cuarto de baño. Empeze por el tocador, tenía maquillaje y algunas joyas que imitaban piedras preciosas y oro. Cuando llegue al armario empezé a quitar toda la ropa que allí había dejado, todo era ropa de abuela, excepto un vestido. Era muy simple, su tela se agarraba a la altura de la cintura y después caía, me llegaría por debajo de las rodillas y carecía de tirantes. a pesar de ser tan simple, era precioso. Me lo pegue al cuerpo para ver como me quedaría, debía de ser de cuando era joven, empecé a dar vueltas con el hasta que algo cayó de el con un leve tintineo.

Era una llave, había una pequeña nota agarrada a la llave con un lazo igual de blanco que el vestido.

"Sabía que te fijarías en él, aquí tienes la llave que puede abrirte paso a lo que más deseas, pero solo debes abrirlo cuando sepas que lo deseas".

me senté en la cama releyendo la nota una y otra vez, se referia al vestido ¿no? ¿qué demonios se supone que tengo que abrir?¿qué es lo que más deseo?

Antes de darme tiempo a quemarme la cabeza con preguntas sin respuestas, llamaron a la puerta. Casi insconscientemente me colgué la llave al cuello con el lazo blanco y baje corriendo las escaleras. Me asomé por una de las ventanas que estaban cerca de la puerta (no esperaba a nadie y no iba a abrirle la puerta de una casa a un desconocido si estaba sola)

-¿quién es?- pregunte desde la ventana.

-buenas- dijo un muchacho que sorteaba las malas hiervas para poder acercarse ala ventana. No era mucho mayor que yo, era bastante alto, con ojos azules y pelo rubio, su piel era morena y sus facciones fuertes.-soy el vecino- me contestó mirándome de arriba abajo.

-¿y?- "estupida" cuando no conocía a alguien construia una especie de escudo en la que soy muy borde. A él parecío no importarle y me sonrío ampliamente. Era muy guapo.

-Escuche ruido en casa de la señora Smith y pensé que podría ser un ladrón- me miro seriamente-¿eres una ladrona?

-sí- le conteste seriamente- robo baratijas, adornos horribles y muñecas poseidas.

El se rió echando la cabeza hacía atras y yo deje escapar una risita.

-Es bueno saberlo, así sabré que no entrarás en mi casa.

-¿me estás retando?- le dije con una sonrisa de superioridad.

-¿puede?

"estupida que estás haciendo?" "recuerda porque has huido de tu ciudad" "acaso quieres volver a caer en lo mismo?" "deja de tontear como una estupida"

-Soy James, vivo en la casa de allá- me señalo a la casa que estaba a escasos metros.

-Y me has escuchado desde aquella casa? No me estarías espiando?- el agacho la cabeza, habría sido por su culpa todo aquello que había sentido?

-La verdad que te ví llegar anoche a la casa y ahora mismo acabo de terminar de trabajar con los caballos en la caballeriza que hay a unas manzanas de aquí-entonces él no había podido ser.

-encantada James, gracias por preocuparte por la casa de la señora smith.-estaba cerrando la ventana cuando el puso una mano en el marco impidiéndolo.

-Aún no se quien eres.

-soy la nieta de la señora smith, con eso es suficiente.- el se negaba a apartar la mano.

-tendrás nombre al menos.

-Claro, pero no significa que quiera decirtelo- "está bien que no tomes confianza, pero al menos cede un poco" maldita conciencia- me llamo...- si le decía mi nombre me prguntaría porque es tan raro y empezaría a preguntarme sobre cosas personales-... simplemente llámame Di.

-Lo haré- me sonrió de nuevo- nos vemos Di- se despidió antes de irse.

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Me había pasado toda la noche fuera después de lo que me dijo Mag, que debía de hacer? SImplemente debía de esperar sentado como si nada? y lo hizé, me senté "¡aquí estoy destino!" "¿qué es lo que guardas para mi?" el sonido de ruedas en el asfalto me hizo darme cuenta de donde estaba, en mitad de una carretera y un camión venia se acercaba cada vez más a pocos metros de mi." ja    ja    ja, destino, eres tan gracioso como mag" gracias a mi pequeño tamaño el camión simplemente pasaría por enima sin hacerme un rasguño, solo debía quedarme quieto. Debía quedarme quieto pero fui golpeado ¿el camión había sido capaz de alcanzarme? ¿el destino había decidido que era mejor morir?.

El golpe no fue tal como yo lo esperaba y caí sobre algo blando que jadeba, me tenían levantado en el aire.

-¿estás bien pequeñin?- no me lo podía creer-No debes quedarte parado en mitad de la carretera, podrían atropellarte y provocar un accidente.-Ella había saltado delante de un camión para salvarme la vida. ELLA.-¿que diría la señora Mag si descubiera que su única compañía ha muerto?

Me dejo puso en sus brazos y me dió un beso en la cabeza. Mi mente estaba en blanco ¿qué debía hacer?

-Vamos, te llevaré a casa.

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the curse of the catDonde viven las historias. Descúbrelo ahora