17.Propuesta.

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Me levanto e intento disimular un poco lo nerviosa que estoy.

El ríe suavemente provocando que frunza el ceño.

—¿Por qué ríes?

—Estaba muy preocupado, me rio porque me alegra que estés bien.

Asiento con la cabeza varias veces sin saber que decir.

—Pues…—alzo mis manos señalándome —Estoy perfecta.

—¿Qué has estado haciendo? Para no aburrirte y lanzarte por el balcón.—Dice juguetón.

Suelto una risa sarcástica.

—No te pases, porque será otro quien volara y se topara delicadamente con el suelo.

Él se acerca a mi cama y se sienta en la orilla.

—En algunos momentos en serio das miedo. Arrugas la cara cuando te enojas…no lo hagas—lo miro con ojos amenazantes, sé que dirá una pendejada. —te ves fea.

—Te golpeare si sigues burlándote…

—No lo hare más, por ahora, tranquila.

Él se levanta de la cama y se acerca a el bolso que puso en el sillón cuando entro, sacando de el una…¡Mi laptop!

—Y ya que quiero que vivas y no te tires por el balcón, traje tu laptop.

Estiro mis manos esperando obtener mi computadora.

—¿Qué haces?

—¿Qué haces tú, por que no me la das?

—No la conseguirás tan fácil.

Ruedo mis ojos, demostrando mi fastidio.

—¿Enserio? ¿Me dirás que si no te doy un beso no me la darás? Por Dios…de tanto leer clichés cursis me da fastidio ver cosas así.

—¿A todas las chicas no les gustan ese tipo de cosas?

Pregunta confundido.

—Soy ese tipo de persona que al leer tantas cosas cursis les dan ganas de vomitar— hago una pausa y suspiro dramáticamente— Pero extrañamente hay momentos donde piensan en lo lindo de tener un novio, flores, solecitos, carameli…

—Sí, ya entendí.

—Qué bueno. Y si quieres un beso solo tienes que pedirlo.

—Wow, tu personalidad cambio un poco luego del accidente.

—¿Para bien o para mal?

—Para bien, me gustas más así.

Al notar que esas palabras salieron de su boca y no se quedaron en su mente, como él quería, sus ojos se abrieron tanto que tuve miedo de que salieran de sus cuencas. Me reí nerviosamente.

Parece chiste pero es anécdota ¿no?

Me acerque a él y le di un beso fugaz, él se quedó atónito, ya que cuando se dio cuenta que lo había besado ya mis labios se habían separado de los suyos.

A veces soy una cosa pero bárbara.

Y cuando había terminado el beso nos percatamos que no éramos los únicos que sabían que hace segundos nos habíamos besado.

Mi padre camino tranquilamente y puso en la mesa de noche un café y unas donas.

Los dos nos quedamos tiesos mirándolo expectante.

El solo camino hacia la silla vacía, sentándose…¡Cómo si no nos hubiera visto!

Por dentro estaba entrando en pánico.
Les juro que sí.

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⏰ Última actualización: Mar 28, 2021 ⏰

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