Luna De Sangre

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"En nuestros locos intentos renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser"

–William Shakespeare

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Saltando de edificio en edificio, Miguel Ángel miraba a todas partes, buscando los dos contenedores de mutágeno que, según Donnie le dijo, estaban al Sur y solamente tenía que avanzar en línea recta para verlos. El problema era que eran los más lejanos de la guarida y, gracias a su velocidad para moverse superior a la de sus hermanos, era el indicado para traerlos.

–Nop, aquí tampoco. Viejoooo, debí descargar música para estos ratos.

Se lamento sin parar de correr. Normalmente buscaría como loco los recipientes para volver a casa y comer pizza, pero estaba inmerso en la sensación de peligro que se había instalado en su conciencia. Su corazón agitado y el sudor de sus manos lo comprobaba. Estaba siendo acechado. No sabía quien era ni de donde venía, eso internamente lo frustraba, lo obligaba a moverse, esperando que no lo alcanzara. Gruño fastidiado, más busco en su cinturón el celular para enviar la señal de emergencia, apenas la pantalla se encendió, sonrió. El celular explotó. Grito y retrocedió asustado. Los nunchakus giraron en sus manos, mientras se preparaba para luchar.

–¡¿Quién es?!

Chillo espantado cuando el murmullo del viento llego a sus oídos. Sus ojos se desorbitaron, las piernas le temblaron y todo su cuerpo también se estremeció de terror.

Despierta

Un agudo dolor de cabeza lo hizo jadear, sus manos volaron para cubrir sus oídos, esperando que aquella extraña voz se callara. Los nunchakus cayeron al suelo y rebotaron haciendo un ruido hueco, la jaqueca aumento y sollozo. La sensación de terror lo consumió, abrio la boca para gritar, más no emitió ningún sonido. Algo estaba pasando.

Recuerda

Ardor repentino por toda su columna, como un relámpago, se extendió dentro de su piel, lo obligo a retorcerse luchando por permanecer de pie. Su espalda se encorvó tanto como pudo, considerando lo estorboso que era la concha en ese momento, sus ojos lagrimeantes vislumbraron la luna.

Una luna de sangre y fuego.

Otro espasmo llego cual latigazo de fuego, agito sus sistemas, se tiro al suelo de rodillas incapaz de sostenerse a sí mismo. Una sombra se movía delante suyo, pero estaba tan cansado, aturdido, que no tomo reparo en ella, le resto importancia.

Solo déjame salir

–¡NO!

En su interior pudo sentirlo finalmente. Conecto con una luz en la oscuridad de su inconsciente. Una bestia salvaje removiendo sus entrañas, rasgando su piel, un monstruo instintivo hambriento e incansable, revolcándose, jalándose en sus cadenas que desde siempre lo habían controlado. Un ser de sombras rugiendo furioso, gruñendo sádico y ansioso por escapar de su castigo. Soltó un grito ahogado cuando sintió al animal deslizarse de sus dedos, fuera de su control, sus dedos se incrustaron en su cabeza, el pellejo sangró. Sí pudiera verse a sí mismo, hiciera notado como sus pupilas se volvían delgadas rendijas y el iris celeste se expandía hasta cubrir casi toda la esclerótica; hubiese reparado en el alarido animal, sus dientes deformarse en suaves colmillos y las patadas que lanzo debido al dolor.

Es parte de tí

Las lágrimas calientes quemaban sus mejillas, dejando un rastro de vapor. Sus dientes crujieron bajo la fuerza de su quijada. Más sangre emergió de su lengua, cayo de su barbilla.

Tribu De Lobos[Cancelado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora