Capítulo 32|En todo momento.

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32|En todo momento.

32|En todo momento

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Un chasquido seguido de su risa ronca es suficiente para sacarme del trance en el que me he sumido al no dar crédito de su presencia, por un segundo creí que era una jugarreta de parte de mi imaginación, pero no es así y él es real

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Un chasquido seguido de su risa ronca es suficiente para sacarme del trance en el que me he sumido al no dar crédito de su presencia, por un segundo creí que era una jugarreta de parte de mi imaginación, pero no es así y él es real.

Hago el esfuerzo por seguir mirándolo cuando encorva la espalda y flexiona las piernas con tal de quedar a mi altura. Ellington Ray luce fantástico aún con ropa de la estación. Sus pómulos y la punta de su nariz están pintadas de rosa resaltando más que su rostro pálido causado por el clima.

Trato de levantarme mientras le regalo una sonrisa. Internamente estoy brincando como loca, pero en el exterior, trato de controlarme. Él da un paso hacia atrás escondiendo sus manos resguardadas con guantes entre los bolsillos delanteros de su abrigo.

—Lo que estás buscando es un buen resfriado, Julie Valtersen —me muestra sus dientes enfilados al sonreír —los meteorólogos pronostican fuertes ventiscas y temperaturas menos cero esta noche.

Guardo la carta en el bolsillo trasero de mi pantalón. Un nudo se me ha formado en la garganta, en serio tengo ganas de saltar a sus brazos y comérmelo a besos. Sin embargo, me resisto a ese impulso y la culpa se apodera de mí. Yo no pude acompañarle a la cena con su familia, pero él ha venido hasta Oslo.

Tengo que sacudir mi cabeza para borrar esos pensamientos. Ellington me pidió que para nada tocáramos el tema cuando ya le había puesto punto final. Aunque, ahora que lo recuerdo, yo también le dije acerca de lo que me estaba ocurriendo.

Joder, ya no sé cómo verle a la cara.

—He aprendido a sobrevivir con este clima —le contesto poco después con la voz animada al ponerme de pie —pero no está demás querer entrar en calor de alguna forma.

La sonrisa que le regalo es suficiente para dar dos pasos hacia adelante y quedar frente a frente.

—¿Y de qué forma en específico te refieres? Porque hay bastantes, ¿eh? —me mordisqueo los labios de los nervios.

Cuando colisionamos #2 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora