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Más tarde, Farlan vino, no me sorprendió, seguro que era por lo de la mañana.

Abrí la puerta y le sonreí. Dejándolo pasar.

-- ¿Por qué te fuiste así? --  preguntó ya adentro

Lo guié hasta arriba en el lugar de siempre y contesté.

-- Ya te lo dije, no me gusta ser tratada como intrusa --  exhalé

-- No creo que te haya tratado como tal, o sí? -- Me preguntó con atención

Suspiré.

-- Con su mirada era suficiente, no me quería ahí --  contesté seria, recordando sus frías palabras.

-- Me comentó sobre lo que dijiste antes de salir --  dijo de repente

Cubrí mi rostro con mis manos por la incomodidad para luego negar.

-- No...quise decir eso, o tal vez sí, aún sigo triste y sin entender , fue un muy mal comentario de mi parte --  contesté y descubrí mus ojos, mirándolo

Farlan sonrió.

-- No te preocupes, seguro lo entendió pero...está claro que no fueron las palabras correctas, se volvió frío por una gran pérdida --  dijo

Eso me hizo quedar en un corto shock, dije algo que no debí decir, maldición, me siento tan mal.

-- Lo siento --  dije

-- No creo que lo tengas que decir conmigo pero...en fin, por lo que me contó, él perdió a su madre y el tipo que se encargó de criarlo lo abandonó, por eso su carácter según me dijo --  concluyó

Mis pupilas de contrajeron y de inmediato bajé de la azotea, saliendo de la casa y dirigiéndome hacia allá, toqué la puerta varias veces hasta que abrió; dentro había un grupo de chicos pero eso no me importó.

-- ¿Tú...? --  preguntó sin más

-- Lo siento, no quise...decir lo de la...mañana, en serio... --  dije jadeante por el cansancio de correr.

Levanté mi mirada y chocó con la suya, se veía confuso pero solo asintió levemente.

-- Está bien, no te molestes con eso...ya vete y dile a Farlan que venga,
mocosa --  dijo antes de cerrar la puerta

-- Lea --  recalqué

-- Como sea, sólo llámalo --  cerró la puerta por fin

Me quedé recargada en el muro cercano por un pequeño tiempo para después irme, encontrando a Farlan en el camino.

-- Oye...¿Por qué te fuiste así? --  preguntó

-- Tenía que hacer algo, Levi dijo que fueras, sólo eso, estoy bien, estaré con mamá así que...puedes irte sin preocuparte --  dije sonriendo

Él asintió y sobó mi cabeza.

-- Eres una chica especial --  dijo y se fue

Sonreí y me dirigí de nuevo a mi casa, encontrando a mi madre algo preocupada y confusa.

-- ¿Por qué saliste así? --  preguntó

-- Tenía que hacer algo, haah, no soy nadie para juzgar madre y sin embargo lo hice...tenía que disculparme --  contesté

Ella asintió y sonrió.

-- Que bueno, ¿Quieres comer algo? --  preguntó, asentí

Me dirigí al pequeño comedor y me senté, pensando en su mirada y su reacción al disculparme. Si fuera tan inexpresivo como se ve, no hubiera aceptado mi disculpa o incluso solo hubiera cerrado la puerta en mi cara.

Realmente las apariencias engañan con fuerza pero, parece que siempre hay excepciones como él, como Levi.

Conocía algo de su pasado, y eso me hacía sentir...bien, que tal vez si lograba ganarme su confianza no sería tan..."difícil" tratar con él.

Recibí el plato de comida y sonreí, aún con la mente ocupada. Me intriga saber cómo sería si nos tuviéramos confianza el uno al otro. Porque era evidente. Él no confiaba en mi y yo no confiaba en él. Pero tal vez eso cambiaría...quien sabe.

SubterráneoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora