Capítulo 1: Dos años después.

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*Año 1945*

(Narrador: Harry)

De pronto, la imagen que estaba ante nosotros comenzó a volverse borrosa y a desaparecer, mientras todo adquiría un tono azulado. Miré a Ron y a Hermione, ambos estaban tan confusos como yo, con la mirada fija en el lugar donde, hasta hace solo unos instantes, estaba Riddle con el bebé.

- ¿Entonces es cierto? -pregunté.- ¿Ese bebé era Lucius Malfoy, el padre de Draco?-

- ¿Draco...? - murmuró el  fantasma, como tratando de averiguar quién era la persona de la que le hablaba.- Oh, sí... el joven slytherin. Le he observado todos estos años desde la distancia, al igual que a todos los demás.- Tras una pausa, suspiró con tristeza.- Me recuerda mucho a su abuelo.-

- ¡¿Lucius Malfoy fue criado por Voldemort?!- exclamó Ron medio sorprendido y medio asustado.

- Durante un tiempo, sí.- respondió Christine.- Hasta que su utilidad llegó a su fin. Después se deshizo de él.-

- ¿Qué quieres decir?- preguntó Hermione.

- Será mejor que os lo muestre, pero para eso debemos avanzar un poco más en el tiempo.-

Mis amigos y yo nos agarramos de las manos, sabíamos que un nuevo viaje nos esperaba. Al instante, todo comenzó a brillar de nuevo en torno a nosotros y, tras unos segundos, la luz fue atenuándose mostrándonos una escena algo diferente...

Nos encontrábamos en el salón de la casa que el profesor Slughorn les había regalado a Riddle y a Christine por su boda. Sin embargo, todo estaba... ¿cómo decirlo?, demasiado perfecto, no había ni el más mínimo desorden. Y no es que el orden y la limpieza fueran malos, pero realmente daba la sensación de que nadie vivía allí desde hacía tiempo.

De repente, esos pensamientos se desvanecieron cuando escuché el llanto de un bebé. Me giré y me di cuenta de que, justo detrás mía, en un sillón que miraba a una de las ventanas, se encontraba la chica, algo más mayor, pero no demasiado cambiada, acunando al pequeño mientras le daba un biberón con un líquido algo extraño.

*Año 1947*

(Narrador: Christine)

El pequeño Lucius lloraba mientras su cuerpecito empezaba a contorsionarse. Su corto cabello de color platino fue oscureciéndose, al igual que sus ojos grises, los cuales se tornaron en un marrón verdoso oscuro.

- Lo sé...- susurré intentando calmarlo.- La poción multijugos no tiene buen sabor, y es un poco molesta al principio, pero pronto pasará.-

Lo mecía mientras la poción hacía sus efectos, intentando calmarlo, intentando animarlo, prometiéndole que esta sería la última vez... Lo mismo que  llevaba haciendo durante los dos años que había estado bajo mi cuidado. Y cada vez que decía esas palabras, me daba la sensación de que nuestras miradas se encontraban y que, en el fondo, ambos sabíamos que esa no sería la última vez...

Sí, ya habían pasado dos años desde que Crystal murió, desde que Malfoy nos entregó a su hijo y desde que simulé mi embarazo y parto. Lo cierto es que todo había salido tal y como Tom lo había planeado. Gracias a la poción multijugos, nadie se dio cuenta de que nuestro hijo y el de Abraxas eran realmente el mismo. Además, Malfoy no había aparecido en todo este tiempo. Solo había hecho pequeñas declaraciones para el Diario de El Profeta y, en todas ellas, nos habíamos asegurado de que Lucius apareciera.

Desde entonces vivimos en la Mansión Malfoy, junto con Lestrange, Black y Elia Mary, aunque ellos no están casi nunca. Siempren andan de un lado a otro siguiendo las órdenes de Tom, por lo que me paso la mayor parte del día sola. Sin embargo, cada vez que alguien quiere hacernos una visita, nos aseguramos de estar en la casa que Slughorn nos regaló, de hecho, él suele venir mucho a visitarnos, al igual que el director Dippet.

El Heredero: el Reinado de la Oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora