XV

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Itachi no entendía lo que estaba pasando, pero de algo estaba seguro, de seguir las cosas así, tendría que intervenir.

—No te des tantos aires porque tu padre tiene dinero —dijo Konan—. Lo único que sabes es correr con papi cuando las cosas no salen como quieres. —los chicos detrás del tal Jiro se rieron un poco, cosa que solo hizo molestar al rubio.

—¡Cállate, nadie pidió tu opinión, zorra! —gritó furioso. Pero aquel comentario solo hizo molestar a los chicos, en especial al de pelo naranja.

—¡No te atrevas a hablarle así, asqueroso cobarde! —exclamó Yahiko, poniéndose de pie y acercándose peligrosamente a Jiro, pero Hidan que ya estaba de pie lo detuvo.

—No lo hagas, es lo que quiere. —le susurró. Yahiko apretó los puños con fuerza y rechistó.

—Yo si puedo aguantarme. —murmuró, pero no se movió, seguía mirando con odio al grupo frente de él.

Jiro rio escandalosamente.

—¿Y me dices a mi cobarde? —se burló, Itachi no estaba de acuerdo en que se burlaran de ellos, pero no podía intervenir, por mucho que quisiera, debían resolverlo por sí mismos—. Te lo recuerdo, si me tocas todos se van de aquí, su futuro depende de que hagan lo que les digo. —volvió a reírse.

Nagato se puso de pie y guardó sus cosas.

—Chicos ya va a iniciar la clase, será mejor que nos vayamos. —informó tranquilamente.

Todos se levantaron y tomaron sus cosas.

—¿Qué? ¿ya se van? Vamos, solo es una clase. —dijo y chasqueó los dedos, los otros cuatro se interpusieron en la puerta.

—Será mejor que se quiten. —amenazó Kisame.

—¿O si no qué? —se burló. Jiro caminó hacia el grupo y le dio un puñetazo a Kisame, a pesar de éste ser más grande. Kisame solo aguantó el golpe, no le daría la satisfacción de mostrar que le dolió o de devolver el golpe.

—¡¿Qué crees que haces, imbécil?! —gritó Kakuzo furioso. Entre Sasori y Deidara lo sujetaron para evitar una pelea, ellos solo saldrían perdiendo.

—Vamos Kakuzo, tranquilízate. —decía Deidara. Hidan miró a su amigo, entendía sus sentimientos, pero ese era un enemigo que no valía la pena enfrentar, al menos no ahora. Konan se acercó y ayudó a Hidan a mantener a raya a Yahiko quien estaba a punto de explotar.

—¡Maldito idiota! —murmuró molesto el moreno.

—Vamos, es solo el primer día, pudiste esperar una semana. —se quejó Nagato. Jiro lo miró con diversión.

—¿Qué? ¿Acaso no te molesta? ¿Eh? —decía Jiro mientras empujaba a Nagato, este lo miraba con cara neutra, pero en sus ojos se notaba el odio. Al final se cansó, antes de que le diera otro empujón, esquivó rápidamente haciéndose a un lado y Jiro cayó de cara al piso—. Auch, mi rostro creo que me romí la cara, auch, auch. —gritó, retorciéndose en el piso.

—¡Jiro! —gritó uno de los cuatro chicos, quienes corrieron a socorrer a su líder.

—¡Ese idiota, me rompió la cara! Ya verás, me las pagarás. —decía.

Por lo que pudo distinguir Kisame, no le había hecho nada, estaba en perfectas condiciones, solo estaba un poco sucio.

—No lo amenaces o te daré una verdadera razón para llorar. —dijo Yahiko, logrando zafarse de Konan y Hidan, pero ahora eran Nagato y Kisame quienes lo retenían.

—Cálmate, Yahiko. —le pidió Nagato, pero no logró gran cosa, su amigo seguía luchando por soltarse e ir a golpear a ese idiota.

—Kisame, Nagato. —los llamó Konan, los mencionados voltearon y la chica apuntó a la puerta, asintieron y comenzaron a caminar hacia ella, solo tenían que irse y podrían solucionar ese problema fácilmente.

—Ya verán, no los dejaré salir tan fácil de esto. —dijo Jiro, aún fingiendo. Itachi suspiró de alivio en cuanto los chicos lograron cruzar la puerta y largarse.

Jiro rechistó.

—Jefe, no entiendo que quiere lograr molestando a ese grupo. —dijo uno de los tipos que lo rodeaban. Entre él y otro lo ayudaron a levantarse.

—Simplemente no los soporto. Pensar que dejen entrar a gente como ellos, es una escuela privada, unos pobres huérfanos no tienen derecho a estar aquí —dijo con desprecio—. Solo gente de nuestra clase puede estar en un lugar de élite.

Itachi escuchaba todo eso, ya le habían platicado la situación de los ocho chicos, así que creía entender a que se referían el tal Jiro con lo de gente de "clase". Ya se había topado con gente de ese tipo, algunos en su clan solían ser así,  nunca entendió lo que tenía de importante. Estaba recostado viendo el cielo, era lindo, muy azul y las nubes estaban muy esponjosas.

—Al que detesto más es a Kisame —dijo Jiro, volviendo a llamar la atención del ninja—. Tiene la familia para estar con nosotros pero prefiere juntarse con esos idiotas sin nombre. —ahora si que estaba molesto, no soportaba a ese idiota, pero debía resistir el impulso de bajar y cortarle la garganta, los chicos le habían advertido que no se dejara ver e Itachi cumpliría su promesa.

Escuchó una campana sonar, los chicos se quejaron y también se fueron de la azotea, dejando, sin darse cuenta, solo al ninja.

—Muy bien, ahora solo tengo que esperar.


☁ꘈᔪᔭ⸝͟๏︠ဓူ


Fue un alivio que Itachi regresara a devolverle su libro, pudo tomar la clase tranquilamente, a excepción por el principio que la amargada de la maestra le hizo sacar todos su útiles escolares para demostrar que los tenía, sabía que esa mujer tenía algo contra él.

En serio que no la soportaba, era un buen alumno, fuera de que se distraía en clase, tenía buenas notas y siempre asistía, ¿qué más quería?

La clase fue bien después de eso, Kisame de nuevo se distrajo en la clase ahora pensando en el grupo de idiotas que fueron a molestarlo a él sus amigos, vaya que los detestaba. Casi no se le notaba el golpe, pero mañana tendría un moretón, tenía que idear una escusa para evitar hablar de lo que pasó en la azotea, por suerte lograron mantener la calma, pero si se los volvían a encontrar puede que no pudieran resistir de nuevo.

Había conocido a Jiro el primer día, un poco antes que a sus amigos, habló con él un poco, pero cuando se toparon con Kakuzo y Hidan, Jiro los insultó y trató horrible al enterarse que venían de un orfanato. Kisame no aprobó esto y los defendió, así se hicieron amigos y luego conocieron a los demás, desde entonces ha sido una guerra entre los ocho chicos y Jiro con sus tontos seguidores.

Por fin eran las 2:00 pm y pudieron salir de la escuela, se dirigieron al estacionamiento, pero lo que encontraron solo les quitó el buen humor que les había dado la campana del fin de clases. Estaban Jiro y sus amigos, pero también otros cinco tipos, ahora si los superaban en número.

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Gracias por leer.

Hasta luego :3

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