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A las tres de la madrugada, Harry paró el motor del coche frente al antiguo apartamento de ____. Durante las últimas diez horas había intentado espantar su angustia con intentos frenéticos de encontrarla. Pero hasta que no había visto las llaves del apartamento en el bolso, no había descubierto adonde había ido ella.

____ tenía que explicarle muchas cosas. ¿Por qué seguía pagando el alquiler de aquella casa, si no porque no esperaba que su matrimonio durara, ni estaba realmente comprometida con él, ni lo amaba?

Miró la fachada de la casa. No había ninguna luz encendida, ni se movían las cortinas. Pero estaba seguro de que la encontraría allí.

El dolor que sentía le oprimía el pecho, dificultándole la respiración. Habían vuelto a abandonarlo. Estaba solo, de nuevo.

Tomó las llaves del bolso de ____ y abrió la puerta del coche. No quería quedarse allí sentando, compadeciéndose. Quizá todavía podría convencerla de que se quedara con él. Haría cualquier cosa para que volviera a creer en él.

Atravesó la acera cubierta por una gruesa capa de nieve y entró en el apartamento. Lo recibió un cálido aroma a vainilla que le recordó los días anteriores a su boda.

Había creído entender la necesidad de independencia de ____, pero ahora se daba cuenta de que la había subestimado. Rezaba para que su error no le costara perder la única felicidad que había conocido. Pero su esperanza fue desvaneciéndose a medida que inspeccionó las habitaciones de la planta baja. El apartamento apenas había cambiado. Todos los muebles estaban en su sitio. Las fotografías familiares seguían colgando de las paredes. Incluso había comida en el frigorífico. Parecía el apartamento de alguien que se hubiera tomado unas largas vacaciones.

Al fin, encontró a ___ en el piso de arriba, tumbada sobre su cama. Encendió la lámpara y se sentó a su lado. Ella parecía exhausta. En sus mejillas quedaba un rastro de lágrimas secas.

Harry la zarandeó suavemente. Ella se quejó y balbució:

-Cinco minutos más...

Él sonrió tristemente. Se quitó la chaqueta, la corbata y los zapatos y se tumbó junto a ella, estrechándola delicadamente entre sus brazos. Ella musitó su nombre en sueños. Un rayo de esperanza iluminó el rostro de Harry. La besó ligeramente en los labios, salados por las lágrimas.

-____, despierta -dijo despacio-. Vamos, cariño. Tenemos que hablar.

De repente, la expresión de ____ se crispó. Abrió los ojos, echó un rápido vistazo a la habitación y luego miró a Harry.

-¿Qué haces aquí?

-Tú estás aquí. ¿Adónde iba a ir yo?

Ella intentó apartarse, pero él la retuvo entre sus brazos.

-Vete al infierno.

-Ahí es donde me he pasado toda la noche. Y no me ha gustado - dijo él-. ¿Por qué huiste?

-No he huido. Te he dejado -dijo ella.

-¿Porque quería ayudarte?

-¿Ayudarme? ¿Por qué haces lo que te da la gana y luego dices que quieres ayudarme? Me tratas igual que mis hermanos. Como a una niña.

-Eso no es verdad y lo sabes -insistió él.

-Suéltame.

-¿Me prometes que no te irás?

Una fugaz expresión de dolor cruzó la cara de ____.

-Es verdad que debemos hablar. Pero como adultos -Harry la soltó y ella se levantó lentamente-. Vamos abajo. Haré café.

Boda AnticipadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora