06

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Harry miró el despertador. Las seis y media. Se giró para despertar a ____, pero no la encontró.

Frunciendo el ceño, retiró las mantas de la cama del dormitorio del ático y se dirigió al cuarto de baño.

Frente al espejo, _____ se estaba pintando los ojos. Llevaba puesta una camisa de Harry desabrochada, que dejaba ver un conjunto de lencería que él le había comprado en Las Vegas después de su riña en el centro comercial: un sujetador de encaje negro que apenas cubría lo esencial, y unas braguitas a juego.

Ella se sobresaltó al ver a Harry por el espejo.

-No sabía que estabas despierto.

Él la enlazó por la cintura y deslizó la mano por debajo de la camisa para tocar su piel aterciopelada.

-¿Desde cuándo estás levantada?

-Desde hace varias horas -dijo ____, tensa-. Estoy un poco nerviosa por mi primer día de trabajo.

-¿Por qué no me has despertado? -preguntó él en voz baja mientras le besaba la nuca.

-Dormías tan profundamente que no quise molestarte -____ trató de sujetarse la camisa-. Por favor, Harry, ahora no.

Él se sorprendió. ¿Lo estaba rechazando? Era la primera vez que no respondía a sus caricias. Aquello no le gustó nada.

La deseaba más que en su noche de bodas. A veces, se dejaba llevar hasta tal punto por el placer, que ni siquiera recordaba que trataban de tener un hijo. Cada vez que hacían el amor era más tórrida, más intensa y mejor que la primera vez. Le encantaban los jadeos de ____, su gemido de placer cuando entraba en ella, la forma en que palpitaba cuando alcanzaba el climax...

Desanimado, Harry se apartó de ella y se dirigió a la ducha, pero se quedó parado ante la puerta. De ella colgaba el traje rojo oscuro que le había comprado a ____ en Las Vegas.

-Oh, lo he puesto ahí para estirarlo un poco - ella dejó el cepillo que tenía entre las manos y. fue a retirar el traje-. Es lo único que tengo para ponerme hasta que pueda ir a mi apartamento...

Harry la detuvo.

-Usaré otro cuarto de baño.

-No seas ridículo, Harry. Esta es tu casa. Yo usaré otro cuarto de baño.

-No -dijo él secamente-. Ahora esta es también tu casa. Tenemos que acostumbrarnos a estar juntos.

-Tienes razón -sonrió ella, nerviosa.

Él se relajó un poco y le devolvió la sonrisa. Realmente, parecía muy nerviosa. Después de un día de trabajo se daría cuenta de que todo iba a salir bien y se relajaría. Harry se inclinó para besarla suavemente en los labios.

-Solo necesitamos un poco de tiempo. Yo usaré hoy el otro cuarto de baño. Solo necesito llevarme el champú.

-De acuerdo -sonrió ella-. Estaré fuera cuando termines, para que te puedas afeitar.

-¿Lo ves? -dijo él-. Ya nos hemos puesto de acuerdo.

Le robó otro beso y se marchó.

-¿Qué tal te ha ido?

____ hizo girar la silla de su despacho y vio a Harry en la puerta, sonriendo.

¿Cómo podía estar tan tranquilo cuando ella, solo con verlo, se quedaba sin aliento? Había logrado que no hicieran el amor esa mañana, aunque había estado a punto de lanzarse sobre él en cuanto la tocó.

-Oh, vamos, Harry. No me mires como si supieras de qué color es mi ropa interior... -____ entornó los ojos-. Lo sabes, ¿no?

-Encaje negro -sonrió él-. El conjunto que te compré en Las Vegas.

Boda AnticipadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora