✧.⁠。⁠*⁠♡ XIII .⁠。⁠*⁠♡✧

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꧁____________Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 13_____________꧂

Todo se había vuelto caótico, todos estaban apurados en irse de aquí, yo lo veía todo desde el balcón de la casa con profunda tristeza y coraje al no poder hacer nada, el dragón ya volaba sobre nosotros y no tardaría en atacar. No creí que verlo en persona doliera tanto.

- No queda tiempo debemos irnos -hable entrando a la casa, ayudando a las niñas a abrigarse.

- No nos iremos... no sin nuestro padre -hablo bien detrás de mí.

- Si se quedan, tus hermanas morirán ¿es lo que tu padre querría? -le cuestione y lo mire. lo pensó y negó- Bien, andando entonces.

Salimos lo más rápido de la casa y nos subimos a un barco para irnos, apenas empezaron a remar el dragón ataco, yo abrazaba a la niña más pequeña para darle consuelo. De repente chocamos con un barco más grande el cual era del gobernador y en él se llevaba todo el oro del pueblo -maldito- seguimos avanzando lo más rápido que podíamos, todo pronto estaba en llamas con personas gritando al rededor, era simplemente horrible.

- ¡Papa! -grito Bein, mire hacia donde veía y estaba Bardo en un campanario intentando con su arco y flecha matar al dragón.

- ¡¡Papa!! -grito esta vez la pequeña.

- Logro darle -anuncio Kili- ¡le dio al dragón! ¡le dio le dio en la marca! En serio.

- No, sus flechas no atraviesan su coraza, temo que nada lo hará -respondió Tauriel, entonces Bein salto del barco y todos le gritaron que volviera.

- ¡¡Déjenlo!! No podemos volver -dijo Tauriel, entonces también salte y fui tras él, mientras los demás ahora gritaban mi nombre. Seguí a Bein y paro en otro barco sacando una flecha más grande.

- Es una flecha negra -me informo.

- Vamos tenemos que dársela -corrimos lo más rápido que pudimos, cuando llegamos subimos las escaleras y ahí estaba Bardo.

- Papa -Bein llamo su atención.

- Bein, ¿qué estás haciendo?,¿por qué no te fuiste? debías irte de aquí -reclamo Bardo.

- Solo vino a apoyarte -hable y me miro sin saber quién era- tus hijas están salvo.

- No, ya nada lo pude detenerlo -dijo girando su vista al dragón.

- Esto podrá -dijo Bein enseñándole la flecha y le sonrió con lágrimas en los ojos.

- Ahora márchense, tienen que irse ahora -nos dijo, entonces el dragón paso por sobre nosotros quitando la parte de arriba del campanario donde estábamos, casi caigo al igual que Bein, pero logramos agarrarnos y Bardo nos ayudó a subir.

- ¿Quién eres tú? Que te atreves a enfrentarme -hablo Smaug, no respondió tomo su arco y noto que estaba roto- eso sí es una pena, ¿Que vas a hacer ahora arquero? Todos te han abandonado, nadie te vendrá a ayudar... ¿ese es tu hijo? No puedes salvarlo del fuego, él va a arder.

Entonces puso las dos mitades del arco separadas por unos trozos de madera y puso a Bein de espaldas a Smaug, con la flecha en su hombro.

- No te muevas, hijo -dijo al ver que su hijo se movía del miedo- quédate quieto.

- Dime escoria ¿cómo piensas ahora desafiarme? -cuestiono Smaug, entonces vi la herida que tenía en el pecho, causada por una flecha negra anteriormente- ya no te queda nada solo tu muerte.

- Bein, mírame, solo mírame -Bardo miro a su hijo tratando de calmarlo- un poco a la izquierda eso, eso -cuando Smaug estaba a punto de atacar, Bardo lanzo la flecha donde la herida, Smaug paso de lado haciendo que la torre donde estábamos cayera y nosotros con ella.

1| Donde Pertenezco» El Hobbit || COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora