1| Donde Pertenezco» El Hobbit || COMPLETA

✧.⁠｡⁠*⁠♡ XII .⁠｡⁠*⁠♡✧

꧁____________Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 12_____________꧂

Después de un gran rato estar caminar nos detuvimos donde se encontraba el cuerpo de un animal y definitivamente eso lo habían hecho los orcos. De repente sentí una presencia y vi que Tauriel también, ya que tenso su arco. Cuando volteamos ella apuntaba con su arco y yo estaba a punto de usar mis poderes, pero vimos que era Legolas.

— Creí que eras un Orco —hablo Tauriel aun apuntándole con una sonrisa.

— Si fuera un Orco, estarían muertas —respondio igual apuntándole con su arco, sonriendo— Ustedes no pueden casar a treinta orcos solas —bajo el arco y se acercó a nosotras.

— Pero no venimos solas —lo mire de reojo.

— Sabias que vendría —dijo y yo le sonreí en repuesta de si— el Rey está molesto Tauriel, mi padre te ha protegido por seis siglos —le hablo a Tauriel— y traicionaste su confianza, desafiaste sus órdenes y tu igual Ania, tal vez entendió lo del escape de los enanos, pero esto lo dudo. Regresen conmigo, las perdonara.

— Pero yo no. Si regresara, no me lo perdonaría —explico Tauriel— el Rey jamás ha dejado que los orcos pisen nuestras tierras.

— Pero... dejo que este grupo cruzara la frontera y atacara a los prisioneros —hable.

— Esta no es nuestra pelea —contesto con la mirada seria.

— Si lo es, esto no se quedará aquí, con cada victoria esa mal va creciendo, si obedecemos a tu padre no haremos nada más que ocultarnos tras los muros —replique y el parecía pensarlo— apartados de la luz y la oscuridad descenderá, ¿no son parte del mundo también?

— Dime mellon ¿cuándo dejamos que el mal fuera más fuerte que nosotros? —cuestiono Tauriel.

— Esta bien las acompaño.

— ¡En serio! Que bien, no sé por qué me emociona —dije y me agarre del brazo a Legolas para después también agarrar el de Tauriel— es como... no sé, pero siento que hacemos un buen equipo.

— Tu emoción me asusta, podríamos morir —dijo Tauriel.

— No seas pesimista, yo digo que eso es lo de menos y mejor hay que pensar positivos.

— A mí se me hace tierno y gracioso —confesó Legolas.

— Ok entonces en marcha —dije soltándolos, empezando a caminar, pero agarraron mi mano.

— No creerás que no iremos caminando o ¿sí? —pregunto Legolas sosteniendo mi mano— vengan trague caballos —empezó a caminar aun agarrando mi mano.

— Pero yo no sé andar a caballo —dije temerosa.

Cuando llegamos a donde estaban los caballos dije— Entonces iré con Tauriel.

— No vendrás conmigo —aseguro Legolas.

— ¿Que? Claro que no.

— ¿Por qué no? —pregunto confundido— ¿Y te caigo mal o qué?

— No, pero no quiero invadir su espacio personal, majestad —conteste molestando, diciéndole majestad.

— Oh, vamos no pasa nada y dijimos que no mas formalidades —aclaro.

— No enserio yo prefiero ir con Tauriel —dije intentando irme con ella, pero sentí como unas manos tomaban de mi cintura y me subían al caballo y después él se subía enfrente de mí.

— Dije que iras conmigo, sujétate bien —dijo Legolas y me abrace de el para no caer al empezar a cabalgar, sentí un raro cosquilleo en el estómago, pero a la vez estaba emocionada, sentía que me desmayaría.