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El viento golpeaba su cara y hacía que sus cabellos fueron revueltos, la música que escuchaba le gustaba mucho.  Era un temazo, quien lo negara no sabía de música la verdad.

Sus padres habían decidido cambiarlo de escuela. Simple era lo mismo en todas sus escuelas. Oso omegas eran muy...pero muy queridos para la sociedad. Pero...él no era un omega normal.

Ya habían dejado todas sus cosas en su nueva casa, que de hecho era más espaciosa que la la anterior, dos pisos nada mal además de que era moderna. Solo faltaba una cosa.....la escuela. Habían decidido meterlo a una escuela que, según el pueblo de karmaland, era la escuela más influyente, los que se encontraban ahí eran lo mejor de lo mejor. Y el, pues era un mierdas, que habían decidido meterlo ahí.

Habían aparcado en el estacionamiento, que de hecho era grandísimo, parecía una puta cancha de fútbol americano. Salió del coche, junto a su padres, se dirigieron a la dirección para poder inscribirlo. Cuando estaban llegando a la sala, vio como salían un grupo de chicos

¿Que hacen unos chicos en fin de semana.? - se preguntó, pero decidió pasar de largo.

Siguió a su padres hasta llegar a la dirección, se encontraron a una señora vieja y un calvo. Parecían platicar, pero se detuvieron a vernos. Mis padres se presentaron y me presentaron en el proceso. La vieja al parecer era la directora y se llamaba Conchi o algo así y el calvo era el subdirector que se llamaba Paco, de repente apareció una tercera persona, joder además de calvo era viejo. Este se presentó como el consejero, se llamaba Merlon

Nos dirigimos a la oficina de la directora, que cuando abrió la puerta era grande con asientos de terciopelo rojos. No había olor alguno.

Nos sentamos y ellos me miraron de arriba a abajo.

- entonces díganme, quieren inscribir al muchacho en medio del año escolar?- dijo con un tono ciertamente enojada

- escuche directora, hemos estado llevando a nuestro hijo a varias instituciones, ya llevamos tres instituciones que no aceptan a nuestro hijo como tal- dijo mi madre, parecía suplicante.

- pagamos lo que sea para que pueda entrar - dijo esta vez mi padre.

-QUE? ...no no no, no necesitan pagar, la educación es gratis aquí - dijo el calvo

-pero eso si, me gustaría saber el ¿porqué su hijo no es aceptado en otras escuelas? ¿Acaso es problemático? - cuestionó la vieja.

- no señora, mi hijo no es problemático, más bien es su....casta- dijo mi madre

- acaso es malo? - preguntó el viejo

- Bueno, si piensa que los omegas son malos - dije yo enojado

Ellos se sorprendieron para luego suspirar

- no se preocupe, aquí tenemos de todo tipo, tenemos alfas, omegas, betas, incluso tenemos alfas de alfas- mi madre se sorprendió, pero mi padre se sorprendió más con lo último dicho

Los alfas de alfas no eran mucho, eran escasos y muy raros. Eran la casta más poderosa, por no decir imponente. Eran reyes, su voz de mando afligía al más valiente alfa.

La directora sacó unos papeles para ponerlos en la mesa.
- firme aquí, los tres- mis padres y yo nos miramos para luego empezar a firmar bajo las atentas miradas de los otros tres.

- no se preocupe con su omega, aquí tomamos reglas estrictas para que no pasen "cosas" no deseadas. Pero siempre hay excepciones, por eso les hacemos firmar esto. -

Mis padres se miraron mutuamente para sacar unos papeles y entregárselos a los directivos.

- no creo que nuestro hijo presente algún problema con ello- dijo mientras estos leían el documento

♥️Ąmør dē Jövênės ♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora