Memorias del pasado: consecuencias en el presente

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[PARTE UNO]

Sabía que debía calmarse, su omega era de su total confianza pero tan solo pensar que hace unos minutos había recibido un ramo de flores de una tal alfa llamada Matsumoto que quería iniciar un cortejo con el oso. ¡Cómo se atrevían! Yokozawa era su pareja predestinada, él era su alfa aunque el otro no lo haya confirmado aún. Ambos se habían entregado durante todo el fin de semana de manera amorosa, él era su pareja, solo él. Entonces, si era su pareja, ¿no tenía derecho a marcar territorio? Su lobo se lo gritaba, es más, se lo reprochaba. No entendía la razón del vendedor, pero ahora se encontraba en una oficina vacía, refunfuñando cruzados de brazos. 

Era obvio que Yokozawa se había dado cuenta de lo posesivo y celosos que podía llegar a ser, pero no era como si pudiera hacer algo en realidad. Ahora esperaba pacientemente a su amante, el cuál, no daba inicios de aparecer. Frustrado, dejó salir hormonas que dejaban bien en claro que no era buen momento para molestarlo. "Realmente voy a matar a esa alfa y aún más a Yokozawa por arrastrarme hasta aquí y dejarme encerrado, está no se la voy a perdonar tan fácil. ¡Claro que no! Realmente me ha echo enojar y..." un sonido exterior lo alertó, interrumpiendo sus pensamientos. Frunció más el ceñó y desvió su mirada a la ventana. No quería verlo. 

Yokozawa suspiró al ver al editor aún más enojado de lo que lo había dejado. Sabía que Kirishima no quería hacer nada malo, entendía a la perfección su reacción pero no podía permitirse un escándalo en la oficina. "Bien, aquí vamos."   

--- Kirishima, ya puede salir... --- el castaño no se movió. Lo que Yokozawa ignoraba es que el mayor se sentía herido, en su interior se había instalado un miedo a perderlo y al verse excluido sin dar batalla por defender lo que consideraba suyo lo hacía sentirse enojado, lastimado e incómodo. --- ¿Kirishima? 

--- Bien, volveré a mi trabajo. 

El castaño deshizo su cruce de brazos y avanzó hacía la salida sin ver al vendedor, no obstante este  bloqueó la entrada con su cuerpo. No quería que este mal entendido se postergara más de lo debido, tampoco se la había pasado de maravilla siendo acortejado por alguien más. 

--- Zen... --- pronunció el menor. --- No quería un escándalo, por eso te traje aquí. Entiéndelo. 

--- ¡Lo entiendo! --- exclamó, viéndolo por primera vez. --- Entiendo que estamos en el trabajo pero entiende tú que, lo único que quería era decirle era que tú eras mío. Qué eramos pareja y que no tenía ninguna oportunidad, ¡solo eso! Pero solo me jalas y... soy un alfa --- susurró lo último.--- Mi instinto me dice que debo proteger a las personas que amo y, para tu información, ya estás agregado a la lista. Ahora, si no te molesta quiero irme a mi trabajo. 

Pero el menor no se movió. 

--- No te irás --- sentenció.--- No debí actuar así, pero entiende, actué por impulso, no quiero que pienses que no me importas o que no quiero que sepan de nosotros porque no es así... aunque aclaro que no hay de que preocuparse, yo le dejé muy en claro que estoy con alguien... ¿Zen? 

El editor proceso aún sus palabras, si bien, aún estaba molesto pero se sentía un poco menos al oír una disculpa de su parte. Mínimo le había dejado en claro que estaba con alguien aunque ese alguien no tuviera un rostro ante ella. 

--- ¿Y el ramo, aún lo tienes? 

--- Lo tiré. No lo quiero--- Realmente lo había dejado en la una mesa con una nota que decía: tómelo si lo necesitas, pero el castaño no tenía porque enterarse. 

--- De acuerdo, Yokozawa. La próxima vez que alguien intente algo contigo meteré mano quieras o no, ¿qué pasa si una omega o beta se me insinúa? ¿No reaccionarías igual?      

La pasión de Yokozawa (trifecta) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora