CYNTHIA GOODSKY
El Consejo había entregado estas sencillas placas adamantinas, grabadas con las iniciales del propietario, a cada una de las Seis Lanzas. En realidad, el concepto había sido ideado por los propios Lanzas.
Le habían explicado al Consejo que necesitaban algo hecho de un material casi indestructible para que incluso si sus cuerpos fueran destruidos, el collar aún estaría intacto y podría usarse como identificación. Sería un memento mori para ellos—un crudo recordatorio de que podían morir en cualquier momento.
Recordé como el Consejo había bromeado sobre eso—su manera relajada de ser, contrastaba fuertemente con los rostros solemnes de las Seis Lanzas—preguntándoles si había algo capaz de destruir sus cuerpos más allá del punto de reconocimiento. Recordé reírme junto a ellos, aunque sabía...
Aunque sabía que habían seres capaces de eliminar a las consagradas lanzas de la faz de este planeta.
Pero ¿por qué... por qué estaba viendo esta placa tan pronto? Era demasiado pronto—no deberían irse, así de pronto. Había estimado que pasarían al menos otros quince o veinte años antes de que comenzaran a irse.
Yo pensaba que tenía tiempo.
Pensé que teníamos tiempo...
"¿Directora?" La voz inquisitiva de Arthur me sacó de mi aturdimiento.
"Ah, sí... Arthur, ¿te importa si me quedo con esto? Es seguro asumir que el Consejo querrá esto de vuelta." Me fijé bien en el tono de mi voz para asegurarme de no despertar sospechas de Arthur. El chico era anormalmente perspicaz.
"Las cosas están cambiando, no es así. Se suponía que era una pregunta, pero por el tono de voz de Arthur, sonaba como una declaración con convicción.
¿Era prudente de mi parte decírselo? ¿O acaso él ya sabía algo?
"Sí, pero no es algo de lo que tengas que preocuparte. No todavía, al menos." Sabía que mi sonrisa y mis reconfortantes palabras no le llegarían. "Arthur, puedes olvidarlo a veces—diablos, incluso yo tiendo a olvidarlo a veces—pero todavía eres un niño. Un niño fuerte con potencial ilimitado, sí, pero un niño de todos modos. Déjanos a los adultos cargar con la responsabilidad por ahora; llegará tu momento, tanto si lo deseas como si no." Mientras decía esto, me di cuenta de que este mensaje era más para mí que para Arthur.
Sí, era un niño. No sería justo para él involucrarse en los asuntos del Continente... pero si ya lo supiera...
"¿Quizás... viste contra lo que sea que luchó Alea?" Tuve que elegir mis palabras con cuidado para asegurarme de que mi pregunta no revelara nada.
"No, no lo hice." La respuesta fue dicha con total confianza, pero por alguna razón sus palabras me hicieron dudar.
Sin embargo, no sirve de nada sospechar del chico. No tendría sentido para él ocultar nada relacionado a un evento como este.
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La Vida Después de la Muerte ⚔️
AdventureEl Rey Grey tiene una fuerza, riqueza y prestigio incomparables en un mundo gobernado por la habilidad marcial. Sin embargo, la soledad se mantiene muy por detrás de aquellos con gran poder. Debajo del glamoroso exterior de un poderoso rey acecha el...