El Rey Grey tiene una fuerza, riqueza y prestigio incomparables en un mundo gobernado por la habilidad marcial. Sin embargo, la soledad se mantiene muy por detrás de aquellos con gran poder. Debajo del glamoroso exterior de un poderoso rey acecha el...
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ARTHUR LEYWIN
El hecho de que Tess se fuera a la escuela me dio una sensación bastante incómoda, pero todavía disfrutamos de la noche. La Mansión Helstea estaba de un humor festivo, con barriles de licor que Vincent traía el mismo del sótano. Junto con mi padre, el padre de Lilia estaba disfrutando mucho de esto, y ambos habían estado ebrios incluso antes de que yo llegara a casa.
Resultó que los Cuernos Gemelos habían hecho un desvío en su serie de expediciones en Beast Glades para visitarnos durante la Constelación Aurora. Para mis padres significó mucho poder volver a ver a sus viejos camaradas y compartir una copa o dos como un brindis por los viejos tiempos y los recuerdos embarazosos.
Fue fascinante presenciar los hábitos inducidos por el alcohol en todos, ya que mi madre y Tabitha no me permitían beber. Después de mi padre y Vincent, Adam Krensh fue el siguiente en embriagarse, sus mejillas sonrojadas casi hacían juego con su pelo rojo ardiente. Adam era el típico borracho ruidoso y escandaloso, y pronto ya había perdido lo suficiente de su coordinación que parecía que hasta un bebé podría derribarlo y ganarle.
Angela Rose comenzó a perder todo sentido de espacio personal mientras conversaba conmigo, sus mejillas pegadas a las mías. No ayudó que cada palabra hablada fuera acompañada por dos o tres hipos, haciendo que fuera casi imposible descifrar lo que ella trataba de decir. Tabitha terminó por tener que quitármela de encima, escoltando a la coqueta maga por las escaleras por la parte de atrás de su cuello. Me costó mucho contener la risa.
Durden Walker pronto también se emborrachó. Lo que más me sorprendió fue cuando abrió los ojos; las habituales estrechas hendiduras se ensancharon en un ceño fruncido. No ayudo que sus cejas estuvieran inclinadas hacia abajo, hacían de su expresión general una mezcla de intensa concentración e incontenible sorpresa. Adoptó un tono áspero y autoritario al hablar, y soltó ejercicios de entrenamiento a uno de los barriles de cerveza vacíos mientras participaba en los ejercicios él mismo, durante una hora más o menos, antes de desmayarse.
No podía decir si mi antigua tutora, Jasmine Flamesworth, estaba borracha o no—hasta que se acercó, con los ojos vidriosos y desenfocados, y comenzó a decirme una y otra vez lo mucho que pensaba en mí y lo preocupada que estaba sobre si me estaba adaptando bien a la escuela.
Finalmente, todos se retiraron a sus respectivas habitaciones. Madre remolcó a mi padre, que sostenía una botella de algo que olía a whisky como si fuera un recién nacido, de regreso a su habitación, y Tabitha hizo lo mismo con su esposo. Mi hermana se había ido a la cama hace bastante tiempo, llevándose a Sylvie con ella, lo que nos dejó a Helen y a mí en la zona de guerra que una vez había sido un comedor.
"Vaya fiesta, ¿no? Estoy segura de que no era exactamente así como imaginabas tu reunión con nosotros," dijo Helen, poniendo los ojos en blanco.
Me reí en respuesta. "Con todo lo que ha estado sucediendo estos días, fue agradable ver a todos soltarse."
"Tus padres nos contaron brevemente todo lo que te pasó mientras estábamos fuera. Parece que estás haciendo un buen trabajo asumiendo el papel de tu padre de preocupar a tu madre." La leve sonrisa que se curvó en los labios de Helen sugirió que estaba recordando el pasado.
