El Rey Grey tiene una fuerza, riqueza y prestigio incomparables en un mundo gobernado por la habilidad marcial. Sin embargo, la soledad se mantiene muy por detrás de aquellos con gran poder. Debajo del glamoroso exterior de un poderoso rey acecha el...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ARTHUR LEYWIN
Tessia estaba bien. Los moretones y raspaduras eran visibles en su piel suave y pálida, pero afortunadamente eran solo heridas superficiales.
Ella estaba bien.
Parecía que la habían drogado con un anestésico para mantenerla inconsciente temporalmente. Sí, eso era lo mejor. De esta manera, no tendrá que estar despierta para todo esto...
Ella no tendría que presenciar lo que estaba a punto de hacer.
Sylvie, protege a Tess. Seré suficiente para manejarlo, le aseguré a mi vínculo.
Era culpa mía. Había sido un tonto al dejar que Lucas viviera tanto tiempo. Este mundo me había ablandado.
Mi cabeza palpitaba mientras caminaba hacia Lucas.
Nada más importaba. Ahora no. No hasta que me ocupé de la plaga.
"¡Q-quédate atrás!" Lucas tartamudeó, una mirada enloquecida visible en sus ojos.
Preparó un hechizo mientras se retiraba. Me pregunté si se había dado cuenta de que sus hechizos de hecho estaban devorando su fuerza vital. No importaba; lo mataría antes de que se agotara.
"¡Lluvia del Infierno!" rugió desesperado, liberando su hechizo.
Docenas de esferas en llamas se extendieron a su alrededor, levitando y haciéndose cada vez más grandes cada segundo.
Sonrió con locura mientras su cuerpo se marchitaba visiblemente bajo el peso del hechizo. Las esferas rojas en llamas se volvieron azules a medida que refinaba aún más su magia.
Parecía que planeaba llevarme no solo a mí, sino a la mitad de la escuela con él.
'Papá...' La voz preocupada de Sylvie hizo eco en mi mente.
Está bien.
Podría dejar que se suicidara con su propio hechizo ahora mismo, pero no se lo merecía; eso sería una muerte demasiado misericordiosa para él. Lo necesitaba vivo, al menos hasta que obtuviera algunas respuestas.
Quería destruirlo al instante, pero el ataque—todo este desastre—no podía haberlo hecho Lucas solo. Alguien tuvo que haber abusado de su núcleo de maná hasta el punto de que, incluso si no lo mataba ahora, probablemente moriría por su cuenta.
Lo que sea que haya tomado le había hecho posible convertir su fuerza vital en maná, drenando así su vitalidad. La extraña decoloración de su piel, el color de las bestias de maná presentes—era demasiada coincidencia. Tenía que asumir que tenía algo que ver con los Vritra.
"A juzgar por la expresión de tu rostro, no sabes lo que va a pasar. ¿Creíste que podrías salir vivo de esto? Lucas siseó, babeando por un lado de su boca.
