Con el frío amanecer sonó la alarma de un departamento en el barrio abajo, donde vivía gente humilde y sin dinero suficiente para una casa propia.
La chica de aquel departamento apago la alarma y se estiró en la cama para luego ver a su hermosa compañera de unos 7 años dormida en la cama.Ella era idéntica a la peliblanca mayor, con ambos físicos de cabello blanco y piel pálida, así como también sus hermosos ojos avellana y delicadez al caminar.
La mayor suspiro pensando en que del padre no tenía nada. Se levantó para tomar una toalla y meterse a la ducha, ya dentro de esta, se miro al espejo de reojo y recordó la sensación de la mano de aquel fan recorrer su muñeca.
Rió para sus adentros con un sonrojo y se metió a la ducha para empezar a bañarse.
-El podría ser igual -se Susurró.Por otro lado, bastante lejos de allí; un peliblanco se alistaba a gran velocidad para ir a su universidad y terminar su carrera. Como se había quedado dormido, ahora corría por terminar sus quehaceres e ir a sus clases.
Mientras cepillaba sus dientes a gran velocidad leía el libro que contenía las respuestas del primer examen que debía acertar y casi se ahoga al escuchar el timbre de la casa.
-¡BAN! ¿te quedaste dormido otra ves? -Escuchó la voz de su amigo, ambos compartían la Misma carrera y por eso uno venía a buscar al otro.- ¡OYE, IDIOTA!
-¡Si ya te escuche king! ¡espera un minuto y recuerda que aún hay gente durmiendo en las demás habitaciones! -Regaño con la boca llena de espuma.
-Tks rápido -se quejó King desde afuera.
Cuando ban salió subieron al auto verde que manejaba king y se pusieron en camino a la universidad.
Al llegar vieron a Elizabeth gritar al sentir como meliodas subía su falda, el rubio término con un golpe en la cabeza por una profesora que lo vio.-¡Se que es su novia pero esta es una universidad decente y le rogaría que se comporte señor meliodas! -Ban y king soltaron una risita al llegar con los demás y dejar el auto estacionado.
-Nunca cambias capitán -le dijo king.
-Es que sus pantis-... -y termino con otro golpe en su cabeza.
Por más raro que parezca, este grupo de amigos se habían conocido en la universidad, y solo unos cuantos han terminado su carrera. Pero aveces todo el grupo viene para quedarse afuera viendo su "Fracaso" en las recuperaciones de los exámenes, aunque en realidad es para apoyo moral.
La alarma de la universidad sonó indicando que era hora de empezar las clases, todos se separaron a su respectivo salón. Por otro lado, la peliblanca de nombre Jericho caminaba por la calle buscando en un almacén la muñeca que su pequeña acompañante siempre había querido. No podía complacerla en muchas cosas por la falta de dinero y el que tenía que ser discreta, pero al menos en esto podía hacerle feliz.
Al fin la encontró, una barbie fashonista como a su compañera le encantaban.
Pago por ella y fue en camino a la casa de su amiga, donde había dejando a su compañía. Al llegar sonrió al ver la cara de su amiga llena de garabatos.-¿Qué rayos? -Rió Jericho- ¿Se aburrió de colorear, verdad?
-Si -La pelinegra la dejo pasar con sus bigotes de marcador.- ¿La conseguiste?
-si, se va a poner feliz -Sonrió emocionada- ¡Kilia, ya llegue!
-¡Jeri! -se tiró sobre ella.
-¡Mira lo que te traje! -Sonrió al ver el rostro de su acompañante tan feliz- ¿Te gusta?
-¡Me encanta! -Corrió lejos para empezar a jugar con ella.
Ambas mujeres rieron al ver su exagerada expresión de alegría. Pero Jericho se puso sería y miro a la pelinegra.
-Necesito que no salgas cuando estés con ella, por lo menos por un tiempo.
-¿es por él? -Jericho asintió.
-La otra ves tuve suerte, un fan me ayudó a esconderme de él. Pero tarde o temprano me encontrará, y no pienso dársela. -sus palabras eran tan frías como su serio rostro en estos momentos.
-No te preocupes, la cuidaré el tiempo que sea necesario.
-lamento que por lo culpa tengas que faltar al trabajo, esto se lo van a descontar... ¡ya se, en mi siguiente concierto cantaré mi mejor canción para pagarte lo que gane en ella!
-No no no, tu tienes que cuidar de ella. No puedes pretender pagarme lo que ganes sólo porque soy la niñera de tu-...
-¡Jeri! ¡Guila! ¡Llegó mi amiga merlin! -Dijo contenta la niña y de tras de ella había una alta pelinegra con ropas muy abiertas.
-oh, Hola merlin ¿que haces aquí? -Dijo le pelinegra de nombre guila ignorando la pelea de hace un segundo.
-Ven aquí Kilia -llamo Jericho para que la niña se quedará a su lado, ella no conocía a merlin y dudaba de ella.
-Sólo estoy aquí de paso, voy a molestar a mis amigos más tarde -Dijo en burla merlin- vine a ver como estaban ¿vengo en mal momento? -Pregunto viendo como Jericho escondía tras ella a la niña.
-No, siéntate. -dijo guila- Jericho, esta es merlin. merlin, mi amiga Jericho -presentó mientras ambas se sentaban en el comedor.
-¿Tu no eres la chica que va a nuestra taberna? -Pregunto merlin reconociendola.- y justo como lo pensé, si era Kilia la niña que no se quería ir el otro día -burló.
Jericho sólo permanecía callada y con desconfianza. Algo se le cruzó por la mente y entonces habló.
-Si trabajas en el mismo lugar que él, supongo que conoces al hombre llamado Ban.-Ohh, el zorro de la avaricia ¿lo conoces? Es justo a el al que voy a molestar mas tarde.
Jericho esta sorprendida al saber que el chico y ella se conocían ¡Que coincidencia!. Jericho pensó en que más preguntar.
-Espera, ¿acaso él.... Te interesa?
-Claro que no, solo es un fan que me agrada, es todo -odiaba las su pociones, por eso se porto tan sería y molesta para responder esa pregunta.
-Me alegra en cierto modo, porque el tiene novia y no se lo he dicho pero.... -se acercó para susurrarle a las 4- ella estará devuelta en el país en una semana, y no creo que vuelva a ser la misma de siempre.
-Ohh ¿Porque? -Pregunto con curiosidad guila.
-Ella estaba en la cárcel antes, cometió un crimen algo grabe. Después de que la dejarán salir, me han dichos unos informantes que se comporta bastante extraño. ¡Ya quiero que llegue para comprobarlo! -Soltó con emocion.
Continuará.
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Ella es una guerrera ~º💜Jeriban💜º~
FanficEn la vida de esa peliblanca pasaron tantas desgracias que de ella sólo quedaban cenizas, cenizas que aún siendo poco le hacían feliz. hasta que llegó ese peliblanco de nombre ban a esculpir las cenizas para hacerlas un corazón. un hermoso corazón. ...