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Harry subió rápidamente al cuarto de NIall dónde se metió en el baño que el rubio tenía dentro para estar todavía más aislado del mundo que se encontraba ahí fuera. Se sentó en una esquina y abrazó sus piernas intentando asimilar que acaba de pasar, era Louis, era su Louis de la mano de Eleanor, ella era una vieja conocida de los chicos, alguna que otra vez habían salido de fiesta con su grupo de amigos, Harry no entendía nada, tan solo hace unos días que el castaño había cortado con él, ¿tan rápido lo había olvidado?, cuando se dio cuenta por sus mejillas corría un gran río de lágrimas que mojaban todas las mangas de su traje. El pequeño rizado, digo pequeño porque se encontraba hecho una bolita en la esquina del baño, se veía tan débil, con tan solo un pequeño golpecito parecía que pudieras destruirlo para siempre, aunque solo físicamente porque emocionalmente ya se había ocupado Louis. El ojiverde soltó un fuerte suspiro al recordar sus estúpidos planes de reconciliación con Louis, todo se había ido a la mierda y Harry de veras sentía que no podría más. Borró todos los pensamientos que pudo de su mente y se dedicó simplemente a llorar.

-Harry...-El pequeño rizado levantó la cabeza rápidamente al percibir la voz del ojiazul. Al verlo parado en la puerta del baño el instinto de Harry fue esconderse del que tanto daño le había causado, se apretujo más contra la pared y agarró con más fuerza sus piernas escondiendo el rostro en ellas.

-¿P-por qué?.-Es lo único que pudo fue capaz de pronunciar, levantó la cabeza y miró fijamente los ojos del castaño, Louis sintió una fuerte punzada en el corazón al ver el rostro de su pequeño hinchado de llorar y los ojos rojos a mas no poder, lo único que quería era poder lanzarse a sus brazos y decirle que lo amaba con cada parte de su ser, que el era el único y que lo amaría siempre, pero no podía, no podía y eso iba acabar con el, ver a la persona a la que amas sufrir de esa forma es horrible, y mas aun si sabes que esta asi por ti. 

-Ricitos..-Lou se sentó de la misma forma que Harry pero enfrente del rizado, unas cuantas lágrimas inundaron los celestes ojos de Louis.

-N-no me llames a-así.-Harry sollozaba tanto que le era difícil hablar. Lou suspiro ante el comentario de Harry. 

-Harry, mírame Harry.-Harry elevó la vista hacía el rostro de Lou.-Tienes que prometerme..-suspiró.-tienes que prometerme que me esperaras...que seguirás ahí, que no te iras.-El rostro de Harry cambió convirtiéndose en una mueca de incomprensión. 

-¿Q-qu-.

-No, no puedo responderte, ni siquiera yo mismo puedo responderme...s-solo, solo necesito saber que me esperaras...por lo que más quieras prometemelo.-Harry suspiró.

-N-no se de q-qué va esto, p-pero, te esperaría t-toda la vida Lou...-El castaño rompió a llorar y se acercó a Harry, este lo abrazó con fuerza y así estuvieron durante unos cuantas minutos, en ese momento, en el que sus cuerpos estaban perfectamente conectados solo existían ellos, daba igual que su mundo se estuviera cayendo en pedazos, durante esos minutos ellos dos se sentían como en casa. 


Después de aquel día la relación de Louis y Eleanor estaba en todas, absolutamente todas las portadas de las revistas. Harry, no le llevo bien, pero sentía que no todo estaba perdido, muy en su interior algo le recordaba las palabras que Lou le había dicho aquella noche, "solo prometeme que me esperaras", el rizado no entendía nada pero simplemente le esperaría. Fue un poco duro puesto que después de la fiesta tuvieron que volver al trabajo y a la gira como si nada hubiera ocurrido, tenían que actuar en el escenario como si todo estuviera bien, tenían que hacer que todos eran felices y la realidad es que en ese momento de sus vidas ninguno de ellos era feliz.  

Liam desgraciadamente había recurrido a la bebida para olvidarse del trabajo, Niall se pasaba noches llorando por las inseguridades que Simon y su equipo le habían provocado, Lou y Harry tenían las vidas destruidas, y Zayn, a pesar de haberse ido del grupo seguía pagando graves consecuencias, cuando estaba en la banda él no estaba bien emocionalmente, al salir pudo recuperarse un poco pero una fuerte ansiedad le impidió poder seguir dando conciertos por separado, lo que le impedía darlo todo en su carrera en solitario. 

Después de unas cuantos meses tras el cumpleaños de Niall, y tras finalizar los conciertos que los chicos tenían previstos a corto plazo decidieron tomarse un descanso, dijeron que solo serian unos pocos meses, unos 18, pero todos sabían que sería algo más. Todos amaban One Direction y era su sueño, pero estaban sufriendo, debían tomarse un respiro para poder darlo todo al volver.  Cuando dieron la noticia muchas fans sufrieron y eso fue lo que peor llevan los chicos, que las personas por las que ellos estaban ahí sufrieran por ellos les dolía mucho y ellos habrían dado lo que fuera por poder abrazar a cada una de sus fans y decirle que todo estaría bien.  

Simón no se tomó muy bien la noticia, los chicos tuvieron que luchar enfrentando cláusulas de contratos para que consiguiera el descanso, finalmente si juntaban todas las semanas de vacaciones que no les habían concedido de cada contrato y si sumaban las horas extras y algunas amenazas por posible explotación consiguieron ganar la batalla y conseguir su esperado descanso. El último concierto de los chicos fue muy emotivo, cantaron todas las canciones con la sensación de que sería la última vez que lo harían juntos y bajo el nombre de One Direction, sí, solo era un descanso, pero los cuatro chicos tenían claro que había muy pocas posibilidades de volver como banda en los planos que habían prometido. 

En ese concierto ocurrió el último abrazo público de Harry y Louis, según contratos debían evitar en contacto físico en público pero en ese momento les dio igual, sentían que era el final de una época o de una era y debían terminar como empezó todo, con aquel abrazo en el que Louis se abalanzó sobre las brazos del rizado en cuanto les dieron la noticia de la banda, estaba claro que desde el primer momento ellos dos estaban destinados a estar juntos, y quizá por esa razón Harry se había sentido tan vacío durante esos meses, cada vez que veía una foto de Eleanor y Louis se torturaba pensando que ese debía ser él, cuando parecía que olvidaba salía algún artículo recordando que su alma gemela iba de la mano con otra por la calle, y cuando no era eso, las tendencias que los fans creaban larry le recordaban momentos en los que eran libres, en los que podían darse abrazos, mirarse a los ojos, pelearse, podían ser ellos mismos sin miedo de que alguna cámara grabará, o de que alguien del equipo estaba mirando.

Casi todas las tardes Harry se encontraba sentado en su nuevo salón observando la pantalla del móvil y pensando en que momento todo cambió, en qué momento aquello dejó de ser el sueño de aquellos chicos de 16 años para convertirse en unos simples contratos que los mantenían atados como si estuvieran rodeados de cuerdas que les impedían respirar. 

Cuando te encuentre. (Larry Stylinson)Where stories live. Discover now