✿One Shots SasuSaku✿

"I am"

Universo Alternativo.

Karin se volvió para mirarme con esa cara disgustada, subiendo la esquina de su labio superior. El rojizo de su carnosa boca se veía innecesario, demasiado escarlata en su cuerpo. ¿No se daba cuenta de que se sobrecargaba de ese color?.

Y no se veía bonito.

Pero no, ella era la diva y yo la falta de moda.

–Sakura, ¿se puede saber qué es eso?–preguntó escandalizada.

Su vista se dirigió a mis pantalones negros.

–Me levanté tarde–respondí parca.

–¿Y el maquillaje?–volvió a hablar.

–No tenía ganas de arreglarme, ya sabes la razón.

–Haruno Sakura, cuando un hombre te termina no debes lucir dolida. Es darle la victoria, o sea, duh–Tronó sus dedos.

Tayuya le dio la razón asintiendo rápidamente.

–Sí, Karin. Ya, lo que digas.

Salí del baño donde estaban arreglándose estéticamente como por... ¿quinta vez en la mañana?.

A veces en serio no sé como llegué a ser amiga de esas pelirrojas. Después de la ruptura con Sasori abrí los ojos. Traté de ser la chica perfecta para él, y me lo pagó poniéndome los cuernos con Konan, la chica más linda de tercero. Karin y Tayuya buen apoyo emocional que fueron, solo un «no era para ti Sakura» ni un signo de apoyo, una pijamada con helados y películas románticas. No, ellas no lloraban ni hacían pijamadas con temas que no tuvieran que ver con su nuevo estilista o la operación de tetas que se hizo una tal zorra. Todas eran zorras para ellas, mejor ni opino. Mucho menos comían helados, no, ellas no hacían eso.

Menudas amigas que me busqué.

Camino por los pasillos ignorando las miradas de burla que ahora todos me dedican. La novia engañada, la cornuda. De seguro hablando de mi nuevo estilo, con pantalones negros y sin maquillaje. La ex dolida que perdió su rumbo y obviamente se intentará suicidar.

Imbéciles todos.

A la mierda el mundo.

Me di cuenta que lo que aparentaba ser no era yo realmente. Harta de los murmullos perfectamente audibles me fui de mi casillero hacia un árbol del patio.

Comer bajo la sombra fresca de la naturaleza no era algo que hacían ellas, ni que nadie esperaría que también hiciera yo. ¿Quién diría que Haruno Sakura se sentaría a comer un sándwich en hierba?.

Una chica snob y plástica que era perfecta en muchos sentidos.

Perfecta ni perfecta. Imbécil es lo que soy. Joder.

–Hey, fresita. Estás en mi lugar.

La voz masculina que sonó a mi espalda me hizo salir del letargo mental y las aberraciones dirigidas a mi persona.

Giré mi cabeza para encontrar un precioso espécimen macho de la raza humana.

Alto y blanco, hombros anchos y mirada letal. Una mano en su pantalón negro ajustado y otra acomodando un mechón ónix tras la oreja. Vestía todo de negro, de la cabeza a los pies.

Hummmm.

Ya recuerdo.

Este debía ser el supuesto emo que según Karin está buenísimo.

Lo recorro con la vista. Ah, pos sí, está buenísimo.

–¿Ya terminaste?. ¿Quieres que me de la vuelta para que veas también mi trasero?.