"Misión cumplida"

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Para Adriana. Aquí lo tienes;)

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«El que juega con fuego...terminará quemándose»


Desde hace tiempo atrás empezó a notar cambios raros en Sakura. Llevaban unos cuatro meses de casados y ya ambos habían desnudado sus almas y cuerpos frente al otro.

Lento y suave se dedicaba a amar el frágil cuerpo de su esposa , la tocaba como si de una flor delicada se tratase.

Hace unas semanas esa delicadeza lo había abandonado por unos momentos y su lucidez había caído al piso. Se culpó después y estuvo mucho tiempo sin volverla a tocar. Ella se merecía un trato digno de una reina y no dejaría que sus impulsos animales lo controlasen. Pero no se sacaba de la cabeza en ningún momento la cara de éxtasis total de la pelirosa. Como su centro húmedo lo había apretado casi dolorosamente , como sus uñas se encarnaron en su espalda mientras gemía sin vergüenza.

Y eso lo estaba llevando a pensar que ella lo había disfrutado tanto o quizás más que él.

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Sentado en el tatami de la pequeña cabaña que habían alquilado veía a su esposa pasearse por el lugar preparando  la cena. Y ahí estaban los cambios raros. Llevaba un vestido rojo , muchísimo más corto que los que solía usar , este era su nueva prenda hogareña , no salía así a la calle , su pudor no lo permitía. Ni su marido tampoco. Apostaría su otro brazo a que Sakura no llevaba ropa interior , y si lo hacía debía ser una muy corta y ceñida. Por encima se notaba a leguas la redondez de sus pechos sin sostén. Se le cayó un cucharón y no se agachó de la manera  en cualquier persona lo haría. Dobló su torso hasta que sus manos tocaron el suelo , haciendo subir su vestido. Recogió el cucharón y subió lentamente.

La mirada oscura de Sasuke recorrió los voluminosos muslos blancos , no se acomodó el vestido. Así dejando a la vista el perfecto y redondo trasero , entre sus nalgas una pequeña braga blanca.

Uchiha Sakura lo estaba seduciendo.

Río bajo y grave , una erección se formó en su entrepierna. Su pequeña mujer no era tan santa y frágil como él la pensaba. Desde aquél día empezó a comportarse así.

La pelirosa lo deseaba con fulgor.

Dejó que siguiera su rutina en la cocina y salió de la habitación.

Si Sakura quería jugar con fuego , él se aseguraría que ardiera en las llamas del infierno.

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Con parsimonia caminaba por las calles del pequeño pueblo. Unos de los tantos que habían ayudado en su viaje. Deseaba llegar a la cabaña con su linda esposa y hacerla suya hasta que las piernas le temblaran como los fideos del ramen. La calle estaba llena de puestos de vendedores , comida y baratijas por igual. Se acercó a uno que le llamó la atención.

Un pequeño broche rojo con una flor de cerezo en el extremo salió a la vista. Le recordó a Sakura y lo compró. Al lado del puesto había otro más con útiles del hogar y cosas por el estilo , y ese también llamó su atención.

Tomó en sus manos la cuerda que colgaba de un perchero y sonrió.

Hnm , esto va a ser interesante.

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Llegó a casa justo a la hora de la cena. Sakura lo recibió sentada sobre sus rodillas en la entrada de la puerta , con un delantal blanco más largo que el mismo vestido rojo que aún llevaba. En su mente saltó la escena de su sensei con el libro pervertido , Sakura y su pinta parecían sacadas de él.

✿One Shots SasuSaku✿ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora