CAPÍTULO V

209 16 25
                                    

Aiolia sostenía su mirada expectante en Saga y él se la regresó decepcionado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Aiolia sostenía su mirada expectante en Saga y él se la regresó decepcionado.

   —Nada —resopló el de hebras azules—. Nadie ha visto a alguien con las características de tu hermano.

   —Si no está en Rodorio, ¿a dónde más pudo haber ido? —La desilusión y fastidio predominaban en sus palabras. Habían estado buscando a Aiolos durante varias horas ya y no había ninguna señal de él por ahí.

   —Mira, ha pasado menos de un día desde que regresamos a la vida —Saga colocó su mano sobre su hombro—, seguro que no debe estar lejos. Busquemos en el pueblo de al lado, no deben ser más de las cinco de la tarde, tenemos tiempo.

   —De acuerdo, vayamos, Saga.

***

  —Ese tal Aiolos, parece muy agraciado ¿no crees? —Jolie alzó una ceja en consecuencia a la observación de la mujer.

   —De todo lo que hemos hablado, ¿solo vas a destacar eso, mamá? —se quejó poniendo los ojos en blanco—. No parece tener malas intenciones, pero aún desconfío.

   —Lo entiendo y me parece inteligente que te mantengas reservada con alguien que no conoces, pero no quiero que dejes de vivir por tu desconfianza. Lo que le sucedió a tu hermano es algo que dolerá siempre —aclaró—, solo quiero que seas feliz y disfrutes tu juventud. Julien habría querido eso.

    Su madre la miró directo a los ojos y le extendió sus brazos en una invitación a un abrazo, el cual no negó, por supuesto.

   —¿Está bien si me acerco a Aiolos? —interrogó Jolie, queriendo una segunda opinión ante la incertidumbre que ella poseía.

   —Claro, de verdad me parece agradable. Mi olfato no encontró nada malo en él —su madre la tranquilizó.

   Jolie debía admitir que a pesar de su paranoia hacia él, en el fondo, su primera impresión es que parecía agradable. Se repetía a sí misma que no podía ser cruel con alguien que no le había hecho daño, por lo tanto, deseaba ser amable con él.

   —Creo que estará bien si comienzo a relajarme.

   —Siempre tienes tus garras y colmillos por cualquier cosa —comentó la mayor con gracia, causándole una leve risa.

   —Gracias, mamá —pronunció separándose del abrazo.

   —No has dicho nada sobre si te parece guapo, Jolie —respondió su madre mientras comenzaba a atender a un cliente—. ¿Tiene algo de malo querer saberlo?

   —No mamá, no tiene nada de malo pero siempre hay algo detrás cuando haces preguntas... como esa. —Rehuyó de su mirada.

   —No sé de qué hablas —fingió desentenderse de su comentario—, pero sigues sin responder, supongo que es un sí.

MOONLIGHT | Gemini SagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora