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-¡Oh! Hanie-sonrió SooRa, dejando que su hijo y su amiga entrasen a la casa-. Cuánto tiempo sin verte, linda.

-Pero si vino ayer-se escuchó la risa de JungKook a lo lejos.

-Tú calla y sigue haciendo la comida para HyeMi-regañó SooRa.

-¡Oh!¡Hola para tí también, querida madre! Mi día ha estado término medio, gracias por preguntar-ironizó JiMin.

-¿Por qué siento que te ocurre algo, Hanie?-ignorando olímpicamente a su hijo, se dirigió a la pelivioleta y la abrazó.

-La señora Min ha fallecido-suspiró, correspondiendo el abrazo de la mujer frente a ella.

Sin dudas, SooRa también representaba una madre para ella, así como JungKook un padre y NamJoon y SunMi sus tíos. Se sentía en familia cuando ellos la rodeaban y sólo en aquellos momentos se sentía plena.

-¡Ya está!¡Es definitivo!¡Hoy mismo te mudas y JungKook y yo te adoptamos!-sentenció la mayor, besando una y otra vez la cabeza de HanSeul.

-¿Qué le ocurrió a Hanie?-JungKook se apreció en la sala con HyeMi en brazos.

-Que la adoptamos-repitió SooRa.

Los ojos de JungKook se abieron con amplitud y, aún con la niña en brazos, corrió a abrazar a HanSeul.

-¡Bienvenida a casa, Jeon HanSeul!-chilló emocionado y HyeMi, al ver la emoción de sus padres y hermano, también sonrió.

HanSeul dejó escapar un par de lágrimas mientras se dejaba abrazar por los cuatro frente a ella.

Se sentía dichosa en ese instante. Una parte suya seguía vacía, pero aún así juró concentrarse en la llena parte de sí, la parte feliz.

-¡Esto hay que celebrarlo con una súper cena!-exclamó JiMin-¡Manden a llamar a los Kim!

HanSeul estaba algo aturdida, a pesar de estar ya acostumbrada a la locura con la que se andaba en aquella casa.

Los otros trece jóvenes que habitaban la enorme mansión se alegraron también de que sus padres hubiesen decidido adoptar a HanSeul, dado que todos conocían su historia y a todos les agradaba la pelivioleta.

De hecho, siempre la trataron como si fuera parte de la familia. En aquel entonces sólo celebraban que se haría oficial.

No habían dejado que la chica hablara siquiera cuando, entre BeomGyu, JiMin, MinKi y Niwa, habían ido a buscar sus cosas (que no eran muchas) a su antigua casa para ubicarlas en su nuevo hogar, más específicamente en su nuevo cuarto, ese que siempre le perteneció desde que comenzó a pasar uno que otro fin de semana para hacer pijamadas con los Jeon.

HanSeul ayudaba un poco en la cocina y a organizar su habitación, así como también cuidaba de HyeMi, y también tuvo que hacerlo con los niños Kim, aunque tuvo la ayuda de SunHee, SeulGi y TaeHyung.

SunMi, NamJoon y sus hijos también la conocían y tenían la misma opinión de los Jeon.

Era increíble la manera en que aquellas familias convertían un desafortunado evento en algo por lo que celebrar.

Luego de que todos los preparativos estuviesen hechos, los veintiocho (incluyendo a HyeMi en su sillita aparte) se sentaron a la mesa y, entre comentarios, chistes y muchas risas, pasaron una agradable cena.

Sin embargo, HanSeul se tensó de repente.

Yo también estoy muy feliz por tí, cariño. Pero recuerda que ya es tiempo de que les digas sobre tu don. Ellos te pueden ayudar a llegar a Foohw.

El agua le estaba hablando gracias a que, en el comedor de aquel hogar, había una gran pecera con muchos peces de colores, estrellas de mar ¡Incluso langostas!

La pelivioleta ojiazul tragó saliva y tomó con fuerza la mano de JiMin, quien estaba a su lado, mientras ella hacía sonar una cucharita contra su vaso de cristal.

La mesa quedó en silencio y todas las miradas se posaron en ella.

-Yo...tengo algo que confesar-a pesar de haber murmurado, sus contrarios la escucharon y la animaron a que siguiera hablando, siendo conscientes de su nerviosismo-. Yo...no soy una chica normal-habló finalmente, soltando un suspiro y siguió con su discurso antes de que alguien más hablara-. Desde que tengo uno seis años, cuando mis padres me llevaron a la cascada de la cueva por primera vez, puedo escuhar...al agua. Ella me habla y viceversa.

A su alrededor todos la miraron sorprendidos. Mas dos de ellos, NamJoon y MinHee, se miraron entre sí. Ellos tenían una idea de lo que podría estar sucediendo.

-Ella me dijo que mantuviera mi don en secreto hasta ahora. Fue quien me animó a confesarles esto. Me dijo que ustedes pueden ayudarme a llegar a Foohw, que allí encontraré respuestas.

-¿En serio puedes hablar con el agua?-preguntó TaeHwa.

-Y con los animales que viven en ella también-añadió la ojiazul con una tímida sonrisa.

-¡Woah!¡Eso es genial!-exclamaron los mellizos SooYoung y MinSoo.

-¡Genial!¡Genial!-repitió HyeMi, sacándole una risita a todos.

-¡Yo quiero ver!-chilló JaeBum

-¡Sí, sí!-sonrió SunYeon-¿Qué tal si nos dices qué está diciendo...ehm...esa estrella de mar?-señaló la pecera donde, evidentemente, había una estrella de mar pegada al cristal.

¿¡En serio soy la elegida!?

HanSeul rió bajito y se acercó a la criatura marina.

-¿Qué tal si le preguntas por algo que haya pasado aquí en el comedor y que nadie sepa?-curioseó SunMi-. No sé, algo así como que YeonHwa se robó unas galletas o NaHee dejó un chicle bajo la mesa.

-¡Yah!-se quejaron ambas muchachas.

En realidad, sí puedo contar algo como eso.

HanSeul asintió y luego miró a sus acompañantes.

-Dice que tiene algo que decir.

El señor y la señora Jeon suelen reproducirse allí, donde están todas esas cosas que ustedes usan.

La pelivioleta se sonrojó tanto, que sus contrarios no pudieron evitar reír.

-Será mejor que le cubran los oídos a los niños-aún digiriendo la información, habló y una vez los cumplida su orden, confesó lo que la estrella de mar le había dicho-. Dice que SooRa y JungKook...hacen el amor encima de la mesa.

Muchos rieron, otros, como SooRa, JungKook y HanSeul, se quedaron en un pequeño estado de shock, sonrojados de pies a cabeza.

-Esa...fue demasiada información-declaró JungKook y su esposa asintió.

-Tenemos que tapar la pecera en la próxima.

✧*:.。.τнє κєєρєя.。.:*✧ |ᴾ.ᴶ.ᴹ| #𝟐✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora