Epílogo 2/2.

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(Queda en ustedes escuchar Beloved - yiruma mientras leen este capitulo, pero es la idea que sí lo hagan)


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La dulce melodía que sus delicados dedos creaban resonaba por toda la casa, dándole un ambiente cálido y pacífico. Podía pasar horas en ese banco, aprendiendo y tocando sus instrumentales favoritos. Ahí se encontraba esa mañana, esperando a que su novio volviera de hacer las compras.

- Podría verte tocar todo el día - se escuchó del otro lado de la sala, logrando que Hongjoong se sobresaltara.

- No sabía que habías vuelto - sonrió apenado.

- No quise interrumpirte, y mucho menos dejar de escucharte - dijo mientras se acercaba para sentarse a su lado.

- Siempre haces lo mismo -

- Porque me encanta, lo haces perfecto - Hongjoong sonrió ante el cumplido - pero no te detengas...quiero escucharte -

- Mmm ¿te toco algo? - preguntó divertido.

- ¿Hablas del piano? -

- Mingi... - rodó los ojos.

Rió - sí, por favor -

- Mmm ¿que queres que toque? -

- Beloved - respondió decidido.

Hongjoong lo miró un poco sorprendido - ¿Beloved? -

Mingi asintió - no te escucho tocarla hace tiempo, ¿no era tu favorita? - preguntó extrañado.

- Sí... - bajó la mirada - es solo que... me recuerda a esos días -

- Bebé - acarició su mejilla - te gustaba mucho escucharla, no la hagas un mal recuerdo -

- Pero no puedo evitarlo - abultó sus labios.

- Entonces... vamos a hacerla un lindo recuerdo ¿sí? -

- ¿Cómo? -

- Tocala, solo una parte -

- Min... -

- Haceme caso, confia en mi - lo animó.

- Está bien - respiró hondo y comenzó a tocar nuevamente, Mingi amaba verlo tocar, ver como sus dedos acariciaban las teclas y se concentraba en seguir la melodía, pocas veces podía hacerlo, ya que cuando Hongjoong estaba en la casa y tenía tiempo para hacerlo, él se encontraba en el trabajo, pero hoy no fue así, no solo podía disfrutarlo todo el día por tomarse el día, sino que tenía algo planeado, y verlo tocar formaba parte de eso. Hongjoong solo se limitó a tocar el estribillo, eso bastó para darle tiempo a Mingi a prepararse, al cabo de unos cuarenta segundos, alejó sus dedos de las teclas y volteó a mirar a su novio, que se encontraba mirándolo fijamente con una pequeña caja de terciopelo rojo entre sus manos - qué.. ¿qué es eso Mingi? -

Sin dejar de mirarlo fijo a los ojos, respiró hondo y respondió a su pregunta - Llevamos siendo novios ya seis años, pasamos muchas cosas juntos, tanto las mas difíciles como las mejores, terminaste tus estudios, ambos trabajamos y nos acomodamos para al fin vivir juntos, hasta ya tenemos dos hijitos - soltó una pequeña risa - y creo, que solo nos falta esto, porque... después de tanto no quiero seguir diciendo que sos mi novio - sostuvo su mano izquierda mientras con la otra abría la pequeña caja, en la que se encontraba un bello y dorado anillo de compromiso, adornado con pequeñas piedras preciosas que le daban un toque más delicado - quiero que seas mi esposo - añadió - Hongjoong ¿queres casarte conmigo? -

Hongjoong inmediatamente llevó su mano libre a su pecho, tratando de entender lo que estaba pasando ¿de verdad el momento que tanto soñó había llegado? si había algo que amaba de Mingi, entre miles de cosas, era que no solía hacer las cosas típicas y cursis que todo el mundo hacía, el hacía las cosas simples y a su manera, lo cuál lo hacía aún mas especial para él, y siempre lo agarraba desprevenido, como ahora. Recordó cuando le pidió ser su novio, fue de la misma manera, ambos sentados frente al mismo piano, con la diferencia de que quién tocó aquella vez con un poco de dificultad pero con un buen resultado, fue Mingi, ahora era Hongjoong quien acababa de hacerlo por petición de Mingi, lo que claramente fue a propósito. Creyó que si algún día se casarían que lo hablarían antes, porque no quería "apurar" a Mingi, quería darle tiempo y lo esperaría todo lo que sea necesario, pero jamás pensó que Mingi se lo propondría de sorpresa, y lo amó, amó que hiciera eso - ¿de verdad? ¿esto es real? - preguntó emocionado y con la voz temblorosa.

Mingi asintió - tan real como el amor que te tengo - sonrió de lado - ¿entonces? - esperaba una respuesta, una obvia respuesta.

- ¡Como si hiciera falta responderte! ¡sí sí sí Mingi! - dió su respuesta al fin al mismo tiempo que se abalanzó para darle un fuerte abrazo y romper en llanto de la alegría que sentía en ese momento.

- No llores, tus ojitos son demasiado lindos como para taparlos con lágrimas -

- Callate solo son simples y negros - rió.

- ¿A quien le gusta el negro? -

- ¡A vos! -

- ¿Y a quien le gustas vos?

- No sé - se escogió de hombros.

- Es la misma respuesta - aclaró mientras lo separaba para mirarlo a los ojos y volver a tomar su mano izquierda, pero ésta vez para ponerle el anillo, que encajaba perfectamente en su dedo anular.

- Es hermoso - admiraba el anillo que llevaba ahora en su dedo.

- No tanto como vos - suspiró - Hongjoong, en serio, todo en vos es perfecto para mi, y sí, hasta tus hermosos ojos negros - sonrió.

- ¿No te cansas de hacerme sentir especial cada segundo? -

- Si no lo fueras tal vez, pero lo sos - besó su frente - sos lo mas especial que tengo -

- Te amo mucho corazón -

- Yo también te amo -

- ¿Me vas a amar siempre? -

- Siempre, mi pequeño Jigglypuff -.



FIN.





Beloved - MinjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora