Capitulo 5

34 7 17
                                        


Ana:

Primer día de universidad aquí, estoy un poco nerviosa y ansiosa por esto. Me vestí con unos jeans azules, una camisa sencilla rosa, una chaqueta por encima y amarre mi pelo en una coleta alta. Baje a desayunar un cereal con leche, hubiera querido otra cosa que me llenará por más tiempo pero, no sabía cocinar y está es la única comida que podía hacer sin quemar la cocina.

Escuche que tocaron el timbre así que me paré a abrir, encontrando me con Diana —La enfermera— que estaba un poco sudada y respiraba con agitación. La miré extrañada pero no pregunte nada simplemente me hice a un lado para que entrará.

—Lo siento tuve que correr porque se me hizo tarde — Explicó sentando en el sofá a respirar tranquilamente.

Mi madre pasó por mi lado y entró directo a la cocina, empezó a hacer su desayuno y le sirvió un poco Lili también —Buenos días — Hablo cuando terminó de comer y luego vino a mi para besar mi frente.

Cuando lo hizo lleno mi frente del aceite que tenía lo que estaba comiendo, agh, me asqueo un poco así que me limpié sin que me viera y luego fui a preparar mi mochila. Saque mi teléfono de mi bolsillo y busqué en Google Maps la ubicación de la universidad porque, todavía no sabía dónde estaba ubicada exactamente.

Marcus:

¿Cómo está mi persona favorita? XD

Yo:

Te equivocaste de numero, este no es el de Bangbro. :v

Marcus:

Si que me conoces. XD

Yo:

Vaya dato perturbador. ;-;

Marcus:

Pero bueno a lo importante ¿Ya llegaste a universidad?

Yo:

No, tengo que hacer un ritual satánico primero.

Marcus:
:0

¿Te ayudo? :)))

Yo:

No, pendejo es que no se como llegar >:v

Marcus:

Entonces te paso a recoger, dame unos minutos.

Sonreí como estúpida y me puse a mirar una vieja foto de nosotros cuando estábamos en secundaria, yo estaba revolviendo su cabello con la mano, mientras este pasa su brazo por mi hombro. Nos tomamos la foto al salir del Instituto, recuerdo que no quería sonreír porque no quería que se notará que usaba brackets y el me había animado a hacerlo sin importar que dijeran los demás.

Suspire recordando eso, la vida parecía tan sencilla en ese momento, no teníamos que preocuparnos por nada mas que cuantos dulces podíamos comer en una hora sin que nos dieran caries o dolor de estómago. Después de un rato escuche como una piedrita le dio a mi ventana, mire extrañada la ventana y luego otra piedra y otra más. Me paré de la cama y me dirigí a la ventana para ver quien las estaba tirando.

—¿No podías llamar a la puerta como alguien normal? — Le pregunté alto a Marcus para que pudiera oir me.

Sonrió mostrando sus dientes —¿Sería algo que yo haría? — Me respondió con otra pregunta.

Los 4 TraviesosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora