Los 4 Traviesos

Capitulo 13 parte 1

Ana: 

Caminé dejando a Marcus atrás y volviendo mi vista hacia el gran lugar, la casa por fuera estaba pintada de un blanco crema y tenía unas linternas que alumbraban todo el camino hasta la puerta, donde estaban dos guardias de negro, estos me detuvieron al momento en el que intente cruzar la puerta. 

—Señorita, no puede pasar sin una invitación — Especifico uno de ellos. 

—Pero si estoy invitada, incluso conozco al dueño de la fiesta — Respondí rápidamente sacando mi celular. 

Este rodo los ojos como si quisiera decir: "si claro", así que le mostré unas fotos que tenía con la familia Trick de un día que habíamos ido a cenar por el cumple años de uno de sus hijos, este seguía sin creerme y ya la cosa estaba empezando a desesperarme, se me hacía tarde para entrar y lo más irónico es que literalmente estaba en la puerta. Justo al momento me entro una llamada del señor Trick quien parecía realmente enojado, no tenía ni idea de porque o bueno no entendía para que me necesitaba aquí, quiero decir, que vigile a sus hijos cuando estoy en su casa es algo, pero tampoco creo que sea algo para presumir que tus hijos tenga niñera en publico, por lógica se supone que ellos ya deben saber como comportarse para no avergonzarse a sí mismos, ¿No?

Aquel acto hizo que los tipos me dejarán pasar al fin, entre al lugar y era como cualquiera esperaría que fuese lugar de ricos, sin embargo eso no evito que me emocionara como niña al entrar puesto que siempre había querido hacerlo. Este lugar era un lugar famoso en el pueblo por tener una de las vistas más hermosas en cuanto a cielo nocturno y que estuviera en un lugar solitario y tranquilo de terreno alto lo hacía mejor, obvio este lugar no era del señor Trick y esa era la parte que me dejaba pensando, ¿cómo lo hizo? 

Las paredes estaban pintadas del mismo blanco crema de afuera, su era de madera de roble pulida, su sala era relativamente normal en cuanto a decoraciones pero algo que le hacía destacar eran los cuadros de pinturas extrañas, se podría decir que hasta sin forma alguna en lo que a mi respecta, un poco más al fondo se encontraba la cocina en la que se encontraban montones de trabajadores emplatando y ordenando por tamaño los cubiertos y cucharas, tanto orden me mareaba un poco así que seguí a uno de los trabajadores hasta el gran salón. 

Dicho lugar me recordaba un poco a una boda por su orden, todas las mesas con un decorado similar y un el respectivo nombre de la familia o grupo de personas que las iban a ocuparlas, había un punto entre las mesas y una pequeña tarima armada donde descansaban los instrumentos de una banda, a ese punto le llamé "el vacío millonario" era un espacio que no tenía nada además de millonarios hablando entre ellos, su bullicio era lo único que se escuchaba en todo el lugar. Más alejado de las mesas te podías encontrar con la sección de comidas, tenía un mar de variedad en cuanto a sabores y comidas, sin olvidarse obviamente de los vinos más finos que mis ojos habían presenciado alguna vez. 

"cabernet Sauvignon"   

"Borgoña" 

"Sauvignon blanc" 

Y una infinidad de vinos más que no sabría como pronunciar, todo el rincón estaba acompañado por seis encargados quienes mantenían la comida lista pacientemente hasta que a ellos les diera la gana de comer.  «Y yo que pensaba que llegaba tarde»  me quedé parada frente a las mesas de comidas contemplando el lugar, no divisaba a nadie que yo conociere y ni loca iría al "vacío millonario", los trabajadores ya empezaban a mirarme incomodos por lo que me pedí un Sauvignon blanc. 

Su sabor era un poco agrio por lo que me hizo salivar al instante, el primer trago me dejo un poco extraña la boca por la sensación que provocaba, también tenía un toque frutal que a su ves le daba un olor agradable y que abría un poco el apetito, continúe tomando hasta que sentí como alguien chocaba conmigo, para mi suerte para este punto ya mi copa tenía muy poco vino por lo que no le cayo nada, me quede de espaldas esperando por lo menos una disculpa.