El pequeño JungWoo corría de aquí para allá en el patio de su escuela, arreglaba su sombrero de mariachi y se reía junto con sus compañeros.
El Día de Muertos en su ciudad natal, Puebla, siempre (o al menos desde que era pequeño) lo vivía más o menos de la misma manera. Se levantaba temprano para desayunar y que su mamá lo maquillara de catrín para llevarlo a la escuela, una vez terminaba su día escolar, sus padres lo recogían e iban al panteón para decorar las tumbas de sus seres queridos que ahora ya estaban en el mundo de los muertos, para después dirigirse al centro de la ciudad, al zócalo, comer un poco y disfrutar de la fiesta que se realizaba.
–¡Elkie! –Llamó JungWoo a su mejor amiga. –¿Irás al rato al centro? –Preguntó, viendo a la niña asentir
–Sabes que así me festejan mi cumpleaños, Woo, ¿tú irás? –Devolvió la pregunta y JungWoo asintió también.
–Aver si nos encontramos, estaría padre. –Ambos rieron y en ese momento sus padres llegaron, cada uno se fue con su familia y, en el caso de JungWoo, fueron directo al panteón para dejar bien decorada la tumba de sus abuelitos.
Una vez ahí, la familia Kim se dirigió a comprar las flores de cempasúchil en los puestos que siempre se ponían fuera, JungWoo pidió que compraran unas rosas pues a su abuela le encajaban (JungWoo tenía 2 años cuando su abuela murió, a su abuelo no lo pudo conocer) y una vez hechas las compras, fueron hacia las tumbas de los señores Kim, los abuelos de la familia.
Entre JungWoo y sus padres decoraron con las flores y sus pétalos toda la tumba y su alrededor, dejaron un par de velas y dedicaron un pequeño tiempo para decirles unas cosas a sus queridos difuntos.
–Abuelitos... –Habló el pequeño catrín con las rosas en sus manos. –En la casa les dejamos comida, sus enfrijoladas y sus chalupas rojas que tanto te gustaban abuelita, pueden ir y comer todo lo que quieran ¿si? Los quiero mucho y mis papás también. –JungWoo se acercó y dejó las rosas sobre la tumba, se percinó junto a sus padres y dejaron un minuto de silencio observando la tumba para después ir a su auto.
Desde el panteón fueron hasta el zócalo de la ciudad, donde había infinidad de puestos con diferentes cosas, desde comida y bebida hasta varios tipos de juguetes como globos, pistolas de burbujas y otros que a los niños les encantaban.
–¡JungWoo! –Una vocecita llamó la atención del niño y su familia, viendo a Elkie a lo lejos acercarse corriendo, ella también iba maquillada de catrina junto con un vestido típico. –¡Te encontré! –Dijo y ambos niños rieron, se saludaron entre familias y dejaron a los niños ir a jugar y disfrutar el festejo.
Compraron un delicioso pan de muerto en uno de los puestos, simularon bailar al ritmo de los mariachis que estaban tocando y jugaron con otros niños que se encontraban, el ambiente entre ellos era de singular alegría y celebración.
Después de bastante rato jugando y corriendo, llegó la hora de regresar a casa los niños se despidieron al igual que sus padres y cada quien tomó su rumbo hacia su casa. En el camino, JungWoo fue mirando por la ventana del auto toda la decoración que en esos días la ciudad tenía, todo tan colorido y festivo, lleno de luces aunque ya fuera de noche, el Día de Muertos era uno de sus favoritos del año por el espíritu de fiesta que se sentía en toda la ciudad y, por supuesto, en todo el país.
Una vez en casa, su padre calentó la comida que habían dejado en la ofrenda para que estuviera calentita y lista para sus familiares, mientras su madre ayudaba a JungWoo a quitarse el maquillaje y mandándolo a bañar para que no le quedara nada de la pintura facial ni del maquillaje.
Ya con su pijama y bien bañado, volvió al comedor para cenar solo un vaso de leche y un pan de muerto pequeño, acompañado de un par de dulces que se robó de la ofrenda, mientras cenaba, volteó hacia el altar, era algo pequeño pero para él era más que suficiente, sabía que a sus familiares les encantaría solo el hecho de que los recordaran y los tuvieran en sus corazones.
En cuanto terminó dió las buenas noches y subió las escaleras, deteniéndose para ver una última vez el altar, pero algo había cambiado, podría jurar que enfrente de ese altar se encontraban sus abuelos y llegaban poco a poco todos sus familiares ahora difuntos, los cuales ya estaban al parecer disfrutando de la comida que les habían dejado, para JungWoo fue una escena obviamente impactante pero al mismo tiempo fue bastante emotiva y significativa, eso le había demostrado que sus seres queridos siempre los acompañarían, incluso ellos celebrando este tan especial día para todos los mexicanos, que el día de Muertos no celebraba como tal la muerte, sino la vida que llevaron los ahora difuntos pero que aún así siempre los estarían cuidando e incluso los visitaban y mantenían presentes. Para JungWoo ver eso simplemente fue... Espectacular
–JungWoo, anda, ve a dormir. –Habló su madre, sacando de su ensoñación al niño.
–Ah... Si mamá, buenas noches. –Dijo y subió rápidamente las escaleras. –Buenas noches abuelitos... –Susurró antes de entrar a su habitación y recostarse en la cama, observando un portarretratos con una foto que tenía de él con su abuela, el niño sonrió, abrazó la foto y la dejó de nuevo en su lugar, se cubrió con las mantas y cerró los ojos.
Mientras su abuela lo miraba desde la puerta y le mandaba un beso.
"Buenas noches, mijo"
➧᎒ ❖ •─────• ❖ •─────• ❖
"La muerte no existe, la gente solo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo" –Isabel Allende.
Feliz día de muertos, creo que no le hice justicia a lo hermoso que es esta festividad pero igual espero les guste 🧡 Lof pa todos
ESTÁS LEYENDO
⁂ Written Netflix
Fiksi PenggemarBásicamente momentos random que me imagino, que me pasan o simplemente narraciones sin contexto alguno pero que no ameritan una historia completa. Como si fuera un Netflix pero en formato libro " 🥑 ☆ Empezada: 1-08-2020 ★ Finalizada: Loading...