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Thor se muda a la habitación continua de la que comparten Loki y Meili. Rápidamente vuelve a las misiones y, por las tardes, Loki le deja al pequeño niño durante un par de horas.

Nunca se va demasiado lejos y representa una presencia constante al rededor del niño.

A Thor no le incomoda. Meili es un niño dulce y alegre, y Thor puede verse reflejado a sí mismo en más de un gesto. Sin embargo, Meili, donde él era más inquieto, es curioso. Parece querer comerse el mundo con sus sentidos: tocar, oler, observar, escuchar todo lo que está a su alcance, detallar cada cosa, probarlo. Entenderlo.

También parece saber el poder que ejerce sobre los adultos a su alrededor, y no tener miedo de usarlo. Es audaz y pícaro.

Y Thor ve rasgos que solo pueden ser de Loki. Y le gusta. La mezcla entre sí mismo y Loki, que es Meili, le fascina. Es como ver todo lo bueno que tiene cada uno encarnado en un pequeño ser. Thor lo observa encantado. Los dedos regordetes que trazan los dibujos del libro que Loki dejó para la lectura de la tarde, los ojos que observan con un brillo inteligente.

Oh. Thor está enamorado de su hijo.

La campana del cronometro suena, Thor observa la hora que marca el tablero digital del aparato y luego mira el horario que Loki le ha dejado.

Se ríe por lo bajo mientras levanta a Meili por las axilas, llevándolo hasta su pecho. Supone, se dice a sí mismo mientras alcanza un gotero que contiene vitamina, que hay cosas que nunca cambian.

Puede que Loki se halla suavizado mucho en comparación; pero sigue siendo Loki, a fin de cuentas. El mismo que ama tener el control sobre las cosas, marcando un horario específico para llevarlas a cabo. Y eso le causa diversión.

Mira a Meili a los ojos mientras acerca el gotero a la boca. El medicamento es dulce, así que el niño no pone mucho reparo y abre fácilmente los labios, permitiendo que el sabor dulce se llene la lengua. Los ojos son inteligentes e intuitivos. Thor se pregunta qué tanto hay allí de Loki. Durante el último mes ha podido ver mucho de eso, pero a veces, cuando hace cosas que son exactas a viejas imágenes que tiene en la cabeza Thor de su pequeño hermano, no puede evitar encontrarse a sí mismo lleno de asombro.

¿Meili también será una persona un tanto psicorígida? ¿Será más analítico, o más emocional?

El niño tiene parte y parte. Thor lo ha visto ser impulsivo con pequeños actos, pero pueden ser cosa de la edad. Así mismo, lo ha visto ser particularmente meticuloso en cosas que, incluso ahora, a Thor le cuestan.

También parece ser bueno leyendo el ambiente, y comportándose en consecuencia. E incluso parece entender bien ciertos aspectos de las personalidades de las personas que lo rodean. Pero Meili es más dulce, más cariñoso. También más temerario.

Salta aquí y allá, haciendo malabares de sí mismo para mantenerse en pie, yendo por su cuenta a todos los lugares que puede — Y Loki le permite — rodando, cayendo, levantándose nuevamente.

Thor ve la determinación que es su propia característica tácita.

Y ahora también del niño que lo mira, estudiándolo de vuelta.

Thor le sonríe, es una sonrisa de labios estirados y dientes perlados. Y está llena de orgullo y calidez.

A Thor realmente le gusta su hijo, y la nueva faceta que ha traído a su vida.

También le gusta mucho como Loki y él parecen llevarse mejor ahora.
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Loki está guiando al equipo. Nick Fury lo ha aceptado como ayudante del equipo luego de que los nuevos informes psicológicos y comportamentales hayan llegado, haciendo caso a la premisa de Stark de «Que trabaje, no pienso alimentar a un vago» así que, ahora Loki está ayudando a hacer las estrategias junto al capitán, para posteriormente ayudar desde los comunicadores, informando a los demás miembros los movimientos a realizar y los cambios en las variables.

Prayers whisper to the heartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora