Parte 4

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O tal vez fue en la oportunidad en que Soul la sobre escuchó retando a una de las chicas. "es natural estúpida" le decía. "A Soul también le pasa". Eso le había puesto nervioso, porque una de ellas había reído agudamente, mientras otra escupía el té. ¿Hablaban de erecciones, acaso? Trató de poner más oído, pero al parecer se habían dado cuenta que estaban siendo escuchadas porque se habían acercado. Trató de mirarla de reojo, pero Maka se hallaba sentada a su espalda, por lo que sólo pudo ver sus orejas rojas. Eso no era nada bueno.

No se atrevió a sacar el tema hasta la casa, en la cena. Ella leía, como de costumbre, y él estaba cabizbajo.

-¿Puedo saber qué te pasó? Estás realmente aterrado. ¿Hiciste algo mal?

-No... es sólo... ¿Qué hablaron hoy en el comedor?

Maka bajó su libro, y lo miró muy seria. -¿Nos escuchaste?

-No, por eso pregunto...

-Umn... no me parece correcto revelarte algo que le sucede a una amiga con su novio, es confidencial.

-Pero... me pusiste de ejemplo.

-Ah. Es que... ella pensaba que eran las llaves, ¿comprendes? Les expliqué que puede ser hasta el viento lo que... provoca... ya sabes.

-¿En qué entro yo al baile?

-Que no porque se le ponga dura quiere decir que quieren... ya sabes...

Soul sintió cómo su cara cambiaba de color ante la inocente mirada de Maka, en un proceso donde pudo constatar en primera persona que también el rostro de ella cambiaba desde el pálido, al calor subiendo en sus mejillas que mostraba que ella estaba equivocada, que siempre lo había sabido y que ahora era demasiado obvio, y la mortificación de saberse deseada.

Se cubrió el rostro, sobrepasada emocionalmente. Empezó a llorar, llena de una emoción extraña, similar a su menarquia. Soul se refregó la cabeza, se dio vuelta sobre sí mismo varias veces, moviéndose como si fuera a largar una broma, un discurso, algo que calmara ese llanto que no entendía si era de pena, disgusto o lo que fuera. Finalmente, tras unos tensos minutos, puso agua y le sirvió un té de melissa, para calmarla, con unos pastelillos que le tenía guardados.

-Era que les estaba explicando que a veces la presión juega esa mala pasada, que es involuntario al despertarse, pero que cuando nos tocaba compartir cuarto siempre te levantabas primero por ejemplo. Es decir, que tenías mucho cuidado y que ella también debía tenerlo para no suponer cosas que no son. Lo siento mucho... yo...

Soul, una vez mas, se sintió culpable de las punteadas dormidos. Tal vez por eso, ella asumía que era normal, cuando la verdad era otra.

-Está bien. –Le dijo- Entiendo tu punto. Pero sabes? Creo que hoy habrá tormenta.

Ella miró el despejado cielo a través de la ventana, e iba a contradecirlo, cuando vio su sonrojo y entendió. De los inocentes besos en los labios estaban pasando a intensos besos con lengua, que cada vez les dejaban queriendo mas. Ya nunca pasaban la noche cada uno en su cama, y algunas veces habían fantaseado con más, pero se detenían tras jugar un poco con las manos, todavía sin hablarlo. Tampoco quisieron tocar el tema más allá esa tarde, ni las que siguieron, pero al menos eran consientes que no era el viento lo que les pasaba. 

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