Parte 5

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Quizás no fue entonces, quizás fue meses después de lo descrito. Ya había pasado algún tiempo, con un par de misiones entremedio, impidiendo que la conversación dejada a medias con Tsubaki llegara a funcionar. Maka ya no volvió a poner a Soul de ejemplo, y habían dejado de molestarse tanto por cualquier cosa. Si alguna chica se tiraba a sus brazos, ella ya no lo golpeaba, sólo evitaba mirarlo. Él sólo quería sujetarle los brazos sobre la cabeza, verla retorcerse y derretirse mientras le hacía cosas innombrables, ella sólo deseaba sentirlo cada vez mas cerca. Tras los besos y los manoseos, Maka sentía algo palpitar en ella pero no entendía bien qué. Las clases de biología no lo explican todo, pensó mientras hojeaba por décima vez su libro del tema.

Pasaron varios días que Soul estaba más peleador y ácido que de costumbre, lo que inhibía esa necesidad de abrirse tiernamente a él. Al chico le era difícil sostener esa convivencia de hermanos con el deseo de tirarla contra la mesa y cogerla desvergonzadamente mientras el arroz terminaba de cocinarse. No quería besarla porque temía su propio descontrol. ¿A los chicos les pasará lo mismo? Se preguntaba, sin atrever a compartir tales inquietudes. Igual los veía cambiar las piernas de posición en la clase.

Le propuso ver una película juntos mientras resolvía tales problemas, pero igual acabaron besándose al final. Lo bueno es que fue en los créditos. Y que ambos estaban sentados, le era más fácil no meterle mano. Pero entonces fue ella quien empezó a profundizar y buscar su abrazo. Él se separó suavemente.

-Maka... espera... creo que tenemos que parar.

-¿Porqué? Pestañó ella.

-¿Porqué? Ehh... es que no creo que quieras... ya sabes... -tragó saliva -hacerlo

A ella le cambió la cara, pero para mal. Se sentó lejos, y volteó su cara hacia la pared. –No sabía que te disgustaba... yo...

-No lo malentiendas... es...

-¿Quieres que lo hablemos? No sabía que ahora hablábamos las cosas.

Hubo un largo silencio antes que Soul hablara de nuevo.

-Maka yo... -Suspiró –Soy un pervertido caliente...no quiero herirte.

-¿Eres virgen, verdad? –Flashback de algunos sucesos que no le había compartido a ella aparecieron entonces.

-Quiero follarte hasta dejarte inconsiente, sin control. Yo... no... puedo dormir sin ti tampoco. No imagino estar lejos, no tocarte. Pero tengo miedo de romperte.

-Tienes miedo.

-¿Tú no? Es verdad... drenaste todo lo cool que soy. –ahora fue el turno de él de ocultar el rostro entre sus manos mientras se quedaban sentados en la oscuridad, después que los créditos terminaron de pasar.

-Es que Soul... no sé si en tu mundo anterior era distinto... pero no hay muchos adultos alrededor. ¿Lo has notado, verdad? Para nosotros... armas y técnicos la vida puede ser muy corta.

-O muy larga, como las brujas. Hemos visto seres de cientos de años.

-Pero tenemos que aprender a vivir sin miedo.

Después de eso, durmieron. Bueno, se fueron a la cama juntos como siempre, pero en medio de su sesión de besos cotidiana, las manos de Soul se fueron a su incipiente pecho.

-¿Se te perdió algo por ahí? –interrumpió ella el beso para molestarlo. Él sonrió.

-Siempre tuve curiosidad de saber si había algo acá. Y mira lo que encuentro –Tomó desvergonzadamente un pezón entre sus dedos. Ella gimió arrugando la nariz, lo que provocó que abajo se moviera algo

-Unm... eso me recuerda... que tengo curiosidad también.

-Ah sí? -Soul elevó ambas cejas, pero sus ojos se abrieron al sentir una tímida mano invadir la parte delantera de su pantalón. Detuvo un momento la "sintonización", pero luego sólo quiso atraerla más, así que la abrazó profundamente, rozándola.

-Pero... no tenemos que hacerlo hoy ¿Sabes? –una parte de Soul murió al oir eso. –Podemos... ir de a poco... si te acomoda.

-¿Tú dices... hacer cosas pervertidas... pero sin llegar al final?

-A menos que ambos queramos, y estemos cómodos.

La besó antes de decirle –Por mi te clavo ahora mismo.

-Hazlo entonces –lo sorprendió ella, sujetándolo de ahí.

-¿Qué demonio te poseyó? –Soul llegó a arquearse y gemir ante su contacto, cada vez mas invasivo.

-¿Porqué quieres saberlo?

-¡Para llevarle un regalo! –ambos rieron. 

AdultezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora