Argonauta y dos bendecidas

El Nacer de la Habilidad

-¡¿Estabas en el piso 5?! ¡Bell! ¿Lucina y yo ya te habíamos hablado de esto no?

-S-si... Lo lamento Eina-san.

-¿Y como es que terminaste bañado en sangre de Minotauro? Casi me das un infarto cuando me llamaste y estabas así.

-L-lo lamento Eina-san, p-pero por favor escúchame con lo que tengo que decir.

La semi Elfa solo pudo suspirar ante la terquedad del albino y empezó a escuchar su versión de la historia, entendía el hecho de querer ser más fuerte por la familia pero eso solo preocupaba más a la asesora de que algo malo le pasará a Bell, no fue hasta la historia de cómo fue rescatado que se alivio un poco, y pensando también al escuchar sobre quienes lo salvaron.

-Ya veo, una joven rubia y una elfa con el nombre de Lefiya, no hay duda, fuiste salvado por la "Princesa de la Espada", fuiste muy afortunado Bell.

-¿L-la princesa de la espada? ¿Se refiere a uno de los aventureros más famosos de Orario?

-Asi es, Aiz Wallestein, aventurera de nivel 5, claramente una chica fuera de tu alcance Bell- Eina no pudo evitar bromear un poco por el hecho de que Aiz ha ido mas abajo en los calabozos.

El albino malinterpreto fácilmente lo dicho por Eina, en otras palabras le decía (según el) que era muy débil y no era apto para alguien como Aiz, pero su mente y corazón no dejaban de decirle "debes de alcanzarla", el chico no lo sabía pero un fuerte crecimiento se hacía presente en el mientras ignoraba el regaño de Eina sobre lo que hizo. Eso habría seguido así si no fuera por qué un gran portazo se hizo presente en aquel salón privado asustando al par.

-¡¿Cómo es eso de que estabas bañado en sangre de monstruo Bell?!

El chico palideció al ver a una molesta Lucina mirándolo con una seriedad innegable, desde que se empezaron a conocer y vivir bajo el mismo techo ha notado como la peliazul se ha vuelto algo protectora con el, Bell no sabía la razón por su inocencia pero sabía algo: si no escucho el regaño de Eina será inevitable escuchar el de Lucina. Por lo que estuvo otra hora encerrado, escuchando el regaño del par que parecen más unas hermanas mayores que otra cosa, ya después de dejar libre a Bell el par fue a hacer el cambio de piedras mágicas.

-eh, Lucina-san, ¿De que es esa piedra mágica?

-¿Esté? De un monstruo llamado dragón infante, no entiendo por qué el miedo de los aventureros, no era tan peligroso.

El albino solo se quedó callado ante la explicación de la peliazul, el había leído más sobre los pisos o recordaba más de estos, y sabía que el monstruo mencionado por Lucina era un irregular que usualmente necesita un grupo de niveles dos para acabarlos, ¿Y ella dice que no era una criatura difícil de derrotar?

-Aqui tiene joven Cranel, son un total de 580 valis- Contesta la cajera entregándole una pequeña bolsa con el dinero mencionado -y señorita Ylisse, aquí tiene los 25800 valis que le corresponden.

Los aventureros que vieron al par de "novatos" se rieron por la pequeña cantidad de valis de Bell pero se quedaron callados al ver la bolsa de dinero que consiguió Lucina, por lo que ellos sabían ambos son aventureros nuevos así que no pensaron que la peliazul consiguiera tan rápido esa cantidad. Ya con Bell y Lucina a punto de salir notaron como Eina también salia llamando al albino.

-Por cierto Bell... Sé que te parecerá una meta difícil de alcanzar, pero estoy segura que si te esfuerzas lograrás alcanzarla, tienes todo mi apoyo como asesora y amiga.

Bell no pudo evitar sonreír ante las palabras de Eina, pero su mente junto esas palabras con la broma anterior, su cabeza no podía dejar de pensar en Aiz y por eso ella es su meta, ahora sabía que tenía que hacer, tenía que subir rápidamente de nivel para alcanzarla, tenía que ser él quien la proteja la próxima vez.

-Asi es Bell, también tienes mi apoyo, solo necesitas una gran motivación y que tú sentimientos no cambien en lo absoluto.

Las palabras de Lucina buscaban confortar a Bell, ya que ella y Eina sabían lo importante que era para Bell, el ayudar con la deuda al Dios Miach, lo que ambas no esperaban era que crearán a una bestia en crecimiento.

-¡Gracias Eina-san, Lucina-san! ¡Las amo!

Con eso dicho empezó a correr, ignorando a una sonrojada Eina y a una feliz Lucina que le empezó a seguir el paso de regreso a su hogar.

-¡Ya no puedo esperar a llegar a su lado, Wallestein-san!

-ni crea que se salvará del regaño de Miach-sama y de Nazza cuando regresemos a casa.

-¡Si! ¡No puedo creer que subiera tanto mis estadísticas en un día! ¡Esto es increíble!

Los gritos de Bell se escuchaban claramente por las delgadas paredes de la casa, causando una leve sonrisa en Miach y las chicas, antes de bajar la mirada y ver lo escrito en el estado de Bell. "Liaris Freese" una habilidad desconocida, que según decía, aumentaba el crecimiento del usuario mientras sus sentimientos sigan siendo los mismos.

-Es cierto que no debería de mostrarle esto chicas, pero es necesario que ustedes lo sepan, solo les pido que le den apoyo a Bell cuando lo necesite y regañarlo cuando cometa alguna tontería.

Ambas no pudieron evitar asentir a lo pedido por Miach, Bell no debía de saber de su propia habilidad por temor de abusar de esta y quizás ir más lejos que antes, mientras eso sucedía Bell estaba rodando en la cama con una gran sonrisa en su rostro mirando nuevamente su estado y pensando que es un sueño, pero sabía que era real lo que pasaba, fue salvado por Aiz y consiguió un gran crecimiento el día de hoy, solo esperaba que sus días sean mucho mejores a partir de hoy y lograr su meta, alcanzar a Aiz y así estar a su lado.

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Hola a todos mis chacales!!

Aquí les presento el quinto capítulo de este fic que me está encantando escribir, ya que no tengo noticias que decir no habrán anuncios a partir de aquí además de su clásico

Kasumi: no olviden votar, comentar y compartir la historia para saber que tanto les gusta

Jackal: no se olviden seguir al Segundón si quieren ser miembros de esta manada!!

Sin nada más que decir los veremos pronto!!!