-Nazza, ¿Sabes dónde están Bell y Lucina? Les dije que tomen un descanso y no están aquí.
-Recuerde que ambos son forasteros, de seguro están tomando la oportunidad de explorar y conocer más de Orario.
Ahora nos trasladamos un día después del Monsterfilia y todo lo sucedido aquel día, Miach le pidió a ambos que tomen un descanso del calabozo para que así se recuperen de todas las maneras posibles, eso y que Nazza no iba a gastar la fuente de ingresos de la familia en ellos tan seguido. Los mismos ahora mismo estaban en sus asuntos, con Bell en una "cita" con Eina y Lucina espiando para que no suceda algo raro.
-Después de mucho tiempo puedo sentir la calma, Bell-kun me ha puesto algo tenso últimamente.
-Es mejor así, como Dios debe de ser bastante responsable por quienes tiene bajo el ala.
La conversación con un poco de té barato habría continuado si no fuera por qué se escuchó tocar la puerta, Dios y "capitán" de la familia se miraron extrañados ante ese sonido, sabían que Dian Cetch no se atrevería a venir a un lugar tan "vulgar" y Bell y Lucina no tenían los modales como para tocar la puerta, aunque no podían culparlos, era el pequeño hogar que tenían. Nazza se levantó empezando a caminar hacia la puerta buscando a quien había tocado, viendo una persona escondida en una capa, la chica se habría sorprendido si no fuera por la estatura, estaba segura que Lucina era más alta.
-Disculpen, ¿Puedo hablar con su Dios?
-Antes que nada me gustaría saber los motivos de ver a Miach-sama.
-Solo soy un alma caritativa que les puede ayudar con aquellos chicos de la Monsterfilia, el chico conejo y la princesa de la espada.
Nazza ladeó su cabeza confundida, sabía que la chica encapuchada, que reconoció por su tono de voz, estaba mencionando a Bell pero, ¿La princesa de la espada? De seguro se estaba confundiendo ya que era de mucho saber que Aiz era de la familia Loki.
-El chico que menciona si es de está familia, pero se confunde con la segunda ella no vive aquí.
-Pero el otro día vi a la chica de cabello azul entrar aquí.
-¿Eh? ¿Lucina? Ella no es la princesa de la espada... Pero pasa por favor.
La encapuchada asiente para ingresar en el modesto hogar, viendo como el aura de tristeza reinaba en cada rincón, parecía que la propia casa quería demostrar que quienes habitan en dicho lugar están en la pobreza, pero eso a la chica no le importaba.
-Bienvenido a la casa Miach, ¿Se le ofrece algo a la señorita?- Contesta Miach con su coqueteo suave, ese que molesta bastante a Nazza.
-No es necesario la hospitalidad, prefiero ir al punto si es posible- Esa rápida y cortas palabras sorprendieron bastante a la chica perro, creía que como otra jóvenes de Orario, ella también caería en el encanto natural de Miach.
-Entiendo, ¿Entonces cual es el motivo de su visita?
-... Quiero ayudar al chico conejo a ser más fuerte si es posible, no estoy pidiendo dinero o algo de valor a cambio, solo pido unirme a su familia y ayudar indeterminadamente al chico.
Los dos habitantes de aquella pequeña casa tenían los ojos extremadamente abiertos ante esas palabras, otra persona se quería unir a la familia sin siquiera preocuparle la situación monetaria del momento. Ambos residentes del pequeño hogar se miraron un momento antes de mirar a la persona encapuchada.
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Argonauta y dos bendecidas
Fanfichola a todos mis chacales!!! De seguro nadie espero una historia así pero aquí estoy con otra cosa que tenía en mi mente y que no me dejaba tranquilo [Sinopsis: Bell Cranel, un joven albino estaba buscando una familia a la cual pertenecer dentro de...