Monstruo

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—Sehun— Oyó su nombre en un susurro débil por parte del alfa, de tan sólo mirar el estado en el que se encontraba quiso llorar, su alfa estaba completamente golpeado con sangre seca en todo el cuerpo, sólo estaba cubierto por una camisa desgastada y unos calzoncillos demasiado viejos.

—Alfa— Susurró llevando consigo un pequeño morral dónde había guardado chucherías que le servirían para brindarle sus atenciones.

—No deberías estar aquí, no quiero que el imbécil de JongIn te encuentre, regresa a tu celda, cachorro.

—Claro que debería de estar aquí, eres mi alfa, me defendiste y ahora me toca cuidar de ti— El omega se sentó con cuidado en la orilla de la fría cama, de su morral sacó unos trapos y un poco de agua embotellada— No seas orgulloso y deja que te cuide, alfa orgulloso.

—Me saqué la lotería contigo, tengo al omega más servicial del mundo, bebé— Chanyeol se recostó sobre la cama mirando a su cachorro— ¿Qué traes ahí?

—Un poco de todo, te traje agua y unos panes que pedí en la cocina— Sehun le dio los alimentos y le comenzó a frotar los trapos con la intención de limpiarlo— Quiero que te comas todo esto en lo que te limpio.

Chanyeol quería negarse creyendo que sería un alfa débil si dejaba cuidarse así, pero se trataba de su omega y a él no le podía negar nada.

—Buen chico— Habló juguetonamente el omega al verlo terminar el último bocado de pan, por fin estaba limpio y cambiado— Ahora si éste es mi alfa.

—¿Ah si? ¿Ya estoy apto para tus demandas?— Chanyeol lo cargó, dejándolo sobre su hueso pélvico— Ya estoy listo para follarte y volverte a anudar.

—No quiero dar luz a un cachorrito en éste lugar, no sería lo correcto— Sehun lo tomó por el cuello, dejando besitos en las heridas de su rostro.

—¿No te gustaría tener un cachorro mío?— Chanyeol le desabotonó el primer botón de la camisa.

—Me encantaría, sólo que la cárcel no es un buen lugar para un bebé, amor— Sehun se terminó de quitar la camisa— ¿Qué te parece si por mientras practicamos?

—Me parece una perfecta idea— Chanyeol sonrió al ver al omega dejarle pequeñas mordidas por todo el cuello, gruñó al sentir las pequeñas manos quitarle con dificultad la camisa— Estás muy necesitado de mí, me encanta eso.

—No sabes la falta que me has hecho, alfa, pero ésta vez quiero que lo hagamos lento, quiero sentir cada caricia tuya de manera suave para después ir aumentando la intensidad— Sehun sonrió al sentir las manos del alfa jugar con sus nalgas.

—Pero, éste es un feo lugar para hacerte mío.

—No me interesa el lugar donde estemos, lo único que me importa es que me hagas el amor.

Chanyeol con agilidad cambió las posiciones dejando al omega debajo suyo.

—No sabes las perras ganas que tengo de hacerte mío en éste momento, lo haré y no importa si es en el mismo infierno, con tal de que tengas mi olor por cada centímetro de tu piel me basta.

—Chanyeol— Gimió Sehun al sentir los besos del alfa por todo su cuerpo, con cada movimiento que daba su dura erección cubierta por tan sólo unos delgados calzoncillos chocaba con su piel.

El calor aumentó poco a poco en la celda, mezclando el picante olor de la canela del alfa con suave pero fuerte de colonia de bebé del omega, haciendo un choque de olores embriagante que llegaba a asfixiar de una manera erótica a ambos, volviendo más deseoso el momento.

Ambos estaban atrapados en el cuerpo del otro, dejándose llevar por sus instintos, el calor los acogió obligándolos a deshacerse de sus prendas poco a poco, no era la primera vez que se veían sin un sólo trapo que los cubriera, pero puedo apostar que ésta vez era demasiado especial, tanto que hasta parecía un dulce mentira.

La celda de castigo, aquel lugar frío y sin vida ya no lo era más, ahora se trataba de un paraíso fantaseado por ese par, un pequeño rincón en la parte más oscura de la cárcel para ambos, un lugar que les permitiría estar en su intimidad a gusto, sin violadores, tramposos, guardias buenos para nada, ni destinados odiosos y mucho menos monstruos.

—Alfa— Susurró el omega en un angelical gemido al ser penetrado con suavidad por Chanyeol, ambos querían que ésta vez fuera especial, estaban deseosos por que así lo fuera.

Se podría decir que el lugar estaba en un completo silencio, a excepción de los dulces gemidos del omega y el ruido húmedo de sus pieles bañadas en sudor chocando entre sí, creando algo sublime para ambos.

—¿Sientes eso?— El alfa sin dejar de embestirlo colocó la fina mano del omega sobre su propio corazón que latía de manera apresurada— Tú lo provocas, haces que mi corazón se vuelva igual de loco que yo al mirarte, al tocarte y al poseerte ¿Sabes lo que significa?

El omega negó sumido en el placer, a pesar de ello tenía toda su atención en el alfa, evitando perder el contacto con todo su cuerpo.

—Estoy completamente enamorado de ti, omega— Sehun gimió al sentir su esperado orgasmo, vaciando su semilla sobre su estómago al oír aquellas palabras salidas de la boca del alfa, su alfa— Te amo, Sehun y estoy dispuesto a recibir hasta la más mísera migaja que me quieras entregar, no me importa si decides seguir con JongIn, sólo no quiero que me dejes.

—No lo haré, amor— Sehun abrazó con sus piernas la cadera del alfa, profundizando las embestidas, quería tomar todo lo que le ofrecía, dándole la respuesta esperada, comunicando físicamente su respuesta— También te amo, Chanyeol, te amo tanto que estoy dispuesto a dejar a JongIn y atenerme a las consecuencias que se vendrán luego, no me importa la protección y los lujos, sólo te quiero a ti, eres mi alfa desde la primera vez que te vi.

Chanyeol se acercó a besarle los labios con necesidad de demostrar todos esos sentimientos que traía en su interior, lo penetró más duro hasta que no aguantó más y explotó en su interior haciendo delirar del placer a ambos.

—¿Lo quieres?— Susurró contra los labios del omega.

—Lo deseo— Cerró los ojos al sentir el miembro en su interior aumentar de tamaño poco a poco.

Chanyeol lo acomodó sobre su pecho, esperando a que su nudo se desinflamara para poder salir de su interior, no importaba el hecho de estar encerrado en ése lugar, con tan solo haber tomado a su omega le daba fuerzas para poder luchar contra lo que se aproximaba, tenía una fea corazonada, pero sólo era eso ¿No? Una simple corazonada que esperaba fuera falsa.

—Descansa, hermoso, yo te cuido— Chanyeol le besó la frente, haciéndolo sonreír antes de caer rendido ante el sueño.

—Te amo, alfa.

—Yo más, mi hermoso y dulce omega.

Durmió tan profundo y cálido entre los brazos de su alfa, todo parecía un hermoso sueño del cuál no quería despertar, pero tuvo que hacerlo al sentir un ambiente completamente diferente en el que antes estaba.

La calidez del cuerpo de su alfa y el olor a canela habían desaparecido, dejándolo desahuciado.

Una sacudida lo hizo despertarse demasiado aturdido, le costó abrir los ojos, pero lo consiguió.

El lugar dónde estaba no era la celda de castigo, sino su celda.

Se asustó aún más al ver a JongIn parado frente a él.

—Que bueno que ya despertaste, perra- Le tomó varios de sus rubios mechones y lo obligó a ponerse de pie sin soltarlo— Eres un maldito traicionero, te perdoné una vez, pero yo no doy segundas oportunidades de gratis, tendrás que ganarte tu honor o juro que voy a matar a ése infeliz de una manera cruel.

—¿Qué?— Susurró Sehun con miedo, alejándose al ver la mirada de diversión del alfa.

—Tendrás que ganarte tu honor, cariño, tendrás que dar lo mejor de ti quieras o no, no voy a dejar que ése pendejo me gane, no señor, tú tendrás que superar un sólo obstáculo para que te pueda perdonar y regreses a mi lado quieras o no, tienes que volver a ganarte tu lugar o alguien más te lo va a quitar y tendrás que atenerte a las consecuencias.

—¿A qué te refieres?

—Vas a pelear, Sehun.

Duped (Chanhun) Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora