Duped (Chanhun) Omegaverse

Intento

Tao.

Pobre Tao.

Murió para poder ayudar al omega del que se enamoró.

Sehun al ver la nube negra que se formó tuvo que cubrirse la nariz con el morral que cargaba, lamentablemente no había rastro de Tao, pero debía sacar a Chanyeol de ahí, se secó las lágrimas y aun sollozando pasó al lado del pasillo del atentado. Sabía que el tiempo que tenían para salir antes que los demás guardias llegaran era muy limitado, tendría que apresurarse a vestir a su alfa.

—Chanyeol— Habló mirando cada celda con desesperación al no encontrarlo en la primera.

—Sehun...— Lo encontró en la última, estaba acostado en la fría cama y desnudo, pero caminó hacia él en cuanto lo vio— Bebé, mi omega.

—Alfa— El omega lo abrazó— Es hora de irnos de este maldito lugar.

Chanyeol le dio un rápido beso en los labios antes de salir de la celda de castigo, no se vistió del todo porque sería una pérdida de tiempo. Ambos se apresuraron a caminar por los estrechos pasillos del lugar, Sehun se aferró a la mano de su alfa, tenía temor de lo que pudiera pasar durante el proceso de su fuga.

—¿Y Tao?— Chanyeol se detuvo a medio camino recordando a su amigo, miró a todas partes y luego fijó sus ojos en el rostro lloroso del omega.

Sehun negó con la cabeza, lágrimas brotaron de sus ojos y Chanyeol tuvo que darle un beso en la frente y un abrazo.

Chanyeol se sentía impotente al ver el vil sufrimiento en su pobre omega y no poder hacer nada para remediarlo, todo estaba jodido y la única solución era abandonar el infierno en el que estaban embaucados, sería sumamente difícil hacerlo, pero daría su vida porque Sehun saliera, no importaba si él no lo lograría, su omega y bebé eran su prioridad.

Ambos escucharon varios pasos en el pasillo, demasiados guardias venían directo hacia ellos, no podían regresar a las celdas de castigo o les sería más difícil de salir. Sehun se aferró a Chanyeol, en su condición de gestación le iba a ser imposible transformarse en su forma lobuna, tenía miedo de lo que le fuera a pasar y los guardias estaban cada vez más cerca de ellos.

Era obvio que Chanyeol haría hasta lo imposible por salvarlo, por lo que se desvistió y con suma facilidad logró convertirse y brincó contra los guardias protegiendo a su omega, sus colmillos se llenaron de sangre con facilidad, destrozó a cada uno de los diez guardias que se atrevieron a interponerse en su camino hacia la salida. Disfrutó la sensación de destrozar a cada uno de ellos, oler el miedo en el aire y verlos rendirse, lastima que no tenía mucho tiempo para poder dejarlos irreconocibles.

Miró a su omega y con la cabeza le indicó que subiera a su lomo, sería más fácil si no tuvieran que caminar, después de todo Sehun tenía los planos consigo.

El alfa llevaba a su omega montado en su lomo y pobre del que se interpusiera en su camino, lo haría mierda con tal de proteger a su cachorro, suerte que al parecer los guardias se habían olvidado de la explosión del pasillo, pero algo andaba mal, el aire se sentía tenso y se podía percibir una mezcla de todo tipos de olores; rabia, coraje, frustración, dominancia, envidia, odio, muchos tipos de olores que los estaban ahogando y hacían el ambiente más tóxico.

Lograron atravesar el comedor con facilidad, no había absolutamente nadie en el lugar y eso que ya era la hora de la comida, parecía un desierto, ni siquiera los cocineros se hallaban ahí, todo estaba sumamente raro y Sehun estaba temblando sobre Chanyeol.

Puede que algo andaba mal, pero no era hora para preocuparse acerca del paradero de los otros prisioneros, lo principal era su escape, cada vez estaban más cerca de ello.

Chanyeol comenzó a ir un poco lento, en cuanto se acercaban a la cancha principal se sentía el aire intoxicante, los demás se debían de hallar ahí.

—Cambia a tu forma humana, Chan— Pidió en un ruego Sehun, era obvio que ambos entendían muy bien lo que estaba ocurriendo allí y el alfa rápidamente obedeció. Ambos se tomaron de la mano para salir, el alfa trató de esconder y tapar con su olor dominante al omega, las cosas afuera no eran para nada buenas y no había necesidad de investigar lo que se imaginaban.

Los reclusos estaban peleando a muerte por querer ocupar el puesto del nuevo Rey, todo afuera era un caos, había sangre por todas partes, todos peleaban entre sí, los guardias estaban intentando detener el caos ahí, pero les era imposible debido a que los reos estaban más agresivos de los normal, Sehun sollozaba al ver a varios megas siendo violados por alfas y betas, se sentían como si realmente estuvieran en el mismísimo infierno.

La alarma comenzó a sonar sin control, pronto llegaría bastante seguridad a la prisión y no podrían escapar ya, era ahora o nunca.

Estaban más atrapados de lo que anteriormente se encontraban, se estaban ahogando ante tantos aromas fuertes mezclados, la única opción de salida era pasar por el montón de reos alterados evitando acaparar la atención de alguno allí, Sehun corría demasiado peligro en cuanto fuera notado por alguno de ahí debido a que era la pareja del antiguo Rey, estaba embarazado y no portaba marca de alfa alguna.

—Estaré bien, alfa— Se dieron un amoroso abrazo, lágrimas silenciosas corrían por los ojos de ambos, eran sumamente conscientes de que tal vez no lo lograrían, pero lo intentarían e iban a luchar hasta el final— Te amo.

—También te amo, a ti y a nuestro bebé, voy a hacer hasta lo imposible para que salgas de aquí— Chanyeol le dio un beso en los labios, lo llenó de su fuerte aroma para tener más ventaja y salieron en dirección a el patio principal, era la única forma de dar el siguiente paso a la salida según los planos, Sehun se refugió tras él y mantuvo siempre la mirada gacha para evitar ser reconocido.

El aire se hizo más pesado en cuanto avanzaban entre la muchedumbre, sólo era cuestión de pasar desapercibidos entre los reos furiosos, tarea para nada sencilla. Suerte que ahora había una pelea entre cinco de los alfas más grandes de ahí, se estaban moliendo a golpes e incluso acababan de asesinar a un guardia en el proceso por intentar ser detenidos.

Fue difícil ignorar el hecho de la destrucción de sus alrededores, les daba tristeza y a la vez temor, Chanyeol no era ningún miedoso, pero temía que le hicieran daño a Sehun y no poder protegerlo.

Los cinco reos que anteriormente tenían la batalla entre sí fueron hechos mierda por un alfa sumamente robusto, dos guardias los intentaron detener, pero fueron asesinados ante el proceso, el alfa parecía ser el más fuerte de toda la prisión, se veía tenebroso e incluso ignoraba a todos a su alrededor para concentrarse en quien sería su próximo contrincante, pero nadie se atrevió a retarlo y ahora ya sabían quien iba a ser el nuevo Rey.

Muchos llantos de omegas temerosos, cuerpos sin vida y peleas entre alfas iba a ser la cálida despedida de ambos, un evento sumamente fuerte que no olvidarán en su vida.

Chanyeol pudo respirar con tranquilidad en cuanto más lejos se hallaban del caos hecho por los reos, varios guardias que iban pasando por ahí los ignoraron por correr a intentar para el revuelto que había en el patio. Todo salió de maravilla y al parecer la pelea entre reos les dio muchísima ventaja para lograr su escape.

Sehun finalmente pudo alzar la cabeza para mirar a su alfa, estaban fuera de peligro y ambos rieron ante ello, se dieron un gran beso de victoria en los labios y se abrazaron. Ignoraron el caos que estaba sucediendo a tan solo unos metros de ellos para concentrarse en los ojos del contrario. Tendrían tiempo de darse muchos mimos luego, se dieron un último beso y siguieron avanzando.

—¿A donde crees que te llevas a mi nueva perra, Park Chanyeol? — Ambos se giraron con temor al ver que quien los hablaba era el nuevo Rey, aquel alfa corpulento y gigantesco que asesinó a muchos y no sólo él los miraba sino todos los presentes allí.

Cometieron el error de cantar victoria antes de tiempo, olvidando el infierno en el que se encontraban.

El nuevo Rey caminó hasta ellos y su próxima víctima sería Chanyeol.