Duped (Chanhun) Omegaverse

Caos

Luego de lo prometido por el alfa tuvieron una larga ronda de sexo en la regadera, aunque no terminaron de satisfacer su inmensa atracción carnal  quedaron lo suficientemente satisfechos para poder sobrevivir un día más.

Sehun salió de las duchas dándole un beso final a su nuevo alfa, prometiendo escaparse lo más pronto posible en la noche para irlo a ver a su celda.

Chanyeol se quedó escondiendo el cuerpo en la última regadera para no levantar tantas sospechas contra Sehun.

El omega se encaminó hacía el comedor a buscar a JongIn, quién debía de estar como loco buscando a su pareja.

Conocía todos los pros y contra a los que estaban sometidos, tenía demasiado miedo de que ambos fueran heridos o algo por el estilo.

Sabía perfectamente a los peligros que se enfrentaba si el chisme de lo que estaba haciendo llegara a los oídos de JongIn, de lo que estaba demasiado seguro sería de que si fuera a suceder; Chanyeol terminaría muerto después de ser torturado de la peor manera por los hombres de Kai y respecto al pobre omega, no sería echado del lado del beta para su desgracia, sino que éste lo castigaría de formas muy perversas en cuanto a actos sexuales e incluso lo mantendría encerrado todo el día en su celda o mucho peor que estuviera todo el bendito día pegado al beta para ser vigilado por él mismo.

Tenía que convencer a Chanyeol de no enfrentar al maldito de JongIn.

Estaba demasiado seguro que el alfa no podría contra todos los hombres de JongIn: desde el omega más débil hasta el alfa más fuerte irían contra Chanyeol si el beta así lo deseara.

De sólo pensar en ello un temor se instalaba en su interior, a pesar de acabar de conocer al alfa sentía que una enorme conexión se había formado entre ambos.

Algo que no había pasado con algún otro reo hasta el momento.

E incluso la idea del nudo del alfa en su interior para poder tener un cachorrito le emocionaba, tener una linda barriguita con un bebé de Chanyeol creciendo en su interior lo hizo sonreír.

Quería hacer un nido especialmente para Chanyeol, pasar el celo de ambos en el lugar, no le importaba que las camas fueran de concreto y demasiado pequeñas, total; con una cuantas cobijas y el estar cerca del alfa sería completamente feliz e incluso podría dejarse preñar por Chanyeol y criar a su cachorrito ahí.

Lamentablemente no estaban en las condiciones y mucho menos el lugar adecuado para poder procrear un ser indefenso que necesitaba de las condiciones más óptimas para poder residir.

Tenía que hacer cualquier cosa por proteger a su alfa de las sucias manos de JongIn.

Llegó al comedor y caminó con miedo, odiaba ser tan débil ante la presencia de JongIn, le chocaba estar bajo su control, maldecía haber llamando la atención del egocéntrico beta y lo que más odiaba es haberlo enamorado quien sabe como, al principio creyó que el beta sólo estaba encaprichado con él, lamentablemente sus teorías se fueron al caño al escuchar de los mismos labios del beta que lo amaba y nunca lo dejaría irse de su lado.

Estaba demasiado jodido.

Lo buscó con la mirada y pudo respirar con paz al no encontrarlo por ninguna parte.

Quizás y estaba arreglando sus sucios negocios en la parte trasera de todas las celdas, sí, Kai era un maldito maníaco que se dedicaba a manejar cada centavo que cruzaba por la prisión, también hacía extorsiones telefónicas y circulaba drogas fuera del lugar con ayuda de sus hombres igual de monstruos que él.

Lo odiaba, demasiado.

Fue a buscar su bandeja de comida con los aburridos betas, el día de hoy  tocaba comer un asqueroso guisado de frijoles con algo blanco por encima, un pan tieso y un agua que olía a jabón, pero tenía ventaja al ser la esposa del rey del lugar, por ello comería una hamburguesa de calidad con una malteada de fresa y un poco de papas fritas.

Se sentó en la mesa donde siempre acostumbraba, ignoró las miradas que los demás le lanzaban, muchas de ellas eran por temor, otras por respeto, lujuria por parte de alfas y betas e incluso de envidia por muchos que deseaban estar en su lugar y gozar de todos los privilegios que él tenía, pobres idiotas, si supieran todo por lo que había pasado a causa del mismo mandamás. La privación de elección no era para nada bonita y más al tenerla de por vida si seguía con ese beta.

Sintió un fuerte olor a canela y sonrió sin levantar la mirada, sabía que Chanyeol había llegado al comedor.

Miró disimuladamente en dirección al olor, topándose con la penetrante mirada del alfa, quién estaba sentado en una mesa más adelante de la suya con un tipo más bajito que él, le tiró un beso disimulado, el cuál hizo sonreír de igual manera al alfa.

Se siguieron coqueteando con disimulo por unos cuantos minutos más, Sehun al principio estaba demasiado celoso por el acompañante de Chanyeol, pero descartó todo sentimiento al sentir el olor a alfa del otro, éste lo tranquilizó demasiado.

—¿Dónde demonios te metiste, cariño?— La irritante voz de JongIn lo sacó de su ensoñación— Te mandé a buscar a las regaderas con un pendejo ahí que nunca regresó ¿Qué tanto hacías? ¿Construiste un maldito baño?

—JongIn, no me vayas a hacer un espectáculo aquí, por favor— El omega cerró los ojos al ser levantado de su asiento por el beta— Por favor, cariño.

—¿Por qué tardaste, mi amor? ¿Estabas con otro? Abre los malditos ojos, no seas gallina Sehun, estás en el puto reclusorio no es un jardín de niños esto El beta lo tomó con brusquedad por el mentón, estaba demasiado furioso y pudo notarlo a simple vista en sus ojos, ése realmente no le importaba, se atendrá al castigo puesto, tampoco le importaban las cientos de miradas curiosas y a la vez temerosas de los otros reos— No me dejes en vergüenza ante mis perras, tú tienes que poner el ejemplo y si me desobedeces, ellos también lo harán, así que te enseñaré a respetarme para que ellos lo hagan también.

Lo que realmente le preocupaba era el inmenso olor a furia que llegó a sus fosas nasales.

Ése olor característico se trataba de sólo una persona que estaba lo suficientemente loco para enfrentar a JongIn.

—¡Responde! Maldición, parece que te comió la lengua el puto ratón, tengo que enseñar a mi pareja a respetarme, carajo— Sehun se frotó la mejilla al sentir la tosca mano de JongIn estampar contra él, deslizó la mirada para evitar que todos los presentes vieran las lágrimas que decoraban sus ojitos.

Tembló aún más cuando sintió el olor picante de la canela más cerca de ellos.

Volvió a levantar la mirada al ver a Chanyeol pararse frente a ellos.

—¿Algún problema, socio?— El alfa retó a JongIn con la mirada y Sehun sintió verdadero temor al imaginar el caos que se armaría.