Duped (Chanhun) Omegaverse

Después

—Chanyeol — Susurró el omega, Tao lo miró sudar y decir incoherencias con el nombre de su alfa de por medio, su amigo aún no llegaba y comenzaba a preocuparse.

La pelea por lo que vio ya había acabado y los reos no le quisieron decir quién ganó la batalla.

—Chanyeol— El omega despertó gimoteando en desesperación por la búsqueda del paradero de su alfa — Tao ¿Dónde está Chanyeol?

—No lo se— Simplemente contestó, ni él mismo sabía lo que ocurrió en el patio dónde se llevó la pelea.

Miró por la pequeña ventana de ls enfermería que daba vista al pasillo, reos iban y venía, pero ninguno de ellos era a quién esperaban.

A pesar de ser de noche aún los reos andaban merodeando, el aire se sentía pesado a su alrededor y a Tao no le daba buena espina aquello.

Y mucho menos los reos que caminaban en dirección a ellos.

—Mierda— Fue a la camilla a buscar al omega.

Le tocó las mejillas con suavidad para lograr despertarlo para apresurarse a salir de ahí.

—¿Chanyeol?— Susurró el omega abriendo los ojos.

—Soy Tao, Sehun, tenemos que salir de aquí lo más antes posible.

—¿Qué ocurre? ¿Dónde está él? Tao dime que mi alfa ganó, por favor.

El mencionado sólo guardó silencio sin saber que decir.

—¿Dónde está Chanyeol?— Sehun miró a su alrededor en busca del olor de su alfa pero, no encontró ni un rastro.

—Eso me gustaría saber a mi también, pero por lo que veo se está tardando mucho en llegar, Sehun te seré sincero: no creo que Chanyeol ganó está vez, JongIn debió de hacer trampa y tú lo conoces más que nadie.

Sehun lo miró con ojitos llorosos, tanto que, a Tao le nació abrazarlo para su consuelo, pero no había tiempo para sentimentalismos por que, si Chanyeol fue derrotado eso significa que ellos dos eran los siguientes, o mejor dicho: Sehun era el siguiente.

—Te voy a sacar de este maldito lugar, le hice una promesa a Luhan, la cumplí y ahora tengo que cumplir una con Chanyeol ¿Puedes caminar?

—Sí, estoy embarazado no invalido— Sehun se bajó de la camilla con precaución debido a que todavía estaba mareado por el sueño.

—Bien, me parece perfecto— Susurró Tao al ver los alfas que merodeaban por el pasillo— Vienen por nosotros y eso no significa nada bueno.

Tao lo llevó por la ventana del pasillo contrario, los reos poco a poco comenzaron a acercarse a la enfermería pero, el tiempo estaba de su lado, ayudó a Sehun para que pudiera pasar por la ventana y luego salió él.

—Iremos a mi celda para recoger lo que nos va a sacar de este maldito infierno y de ahí nos vamos— Tao fue muy precavido a la hora de guiarlo hasta el lugar, los reos se notaban muy alterados e incluso pudieron presenciar varias peleas durante su camino.

No sabían que rayos estaba ocurriendo pero, no era para nada bueno, los olores de los alfas molestos y omegas temerosos se mezclaban en todo el lugar, Tao tuvo que meter a Sehun en su celda para que el olor de omega embarazado no se regara en el aire y alertara a los demás.

—Dame un momento para que encuentre lo que busco y nos largamos de este maldito hoyo— Sehun observó a Tao mover toda sus cosas, mientras lo hacía se puso a merodear dentro de la celda. 

Nunca creyó que fuera un alfa tan organizado, las pocas pertenencias que tenía estaban bien organizadas, hubo algo que le llamó mucho la atención y fue una pequeña fotografía colgada de la pared, miró que Tao estuviera entretenido para que no lo fuera a regañar por esculcar en sus cosas, sonrió al observar la fotografía.

Era un Tao muy sonriente junto a Luhan.

—¿Qué haces?— Sehun respingó al oír su voz detrás suyo.

—¿Terminaste?— Intentó cambiar la conversación a lo que Tao asintió.

—Tengo todo listo para que hoy mismo nos larguemos de aquí, no tenemos mucho tiempo.

—Tú eras el ladrón al que JongIn tanto odiaba ¿No es así?— Sehun se sorprendió al mirar los planos que JongIn escondió en su celda— ¿Para que es todo esto y por que JongIn los buscaba tanto?

—Son los planos de la salida de este infierno— Tao extendió los papeles sobre la cama, habían infinidades de trazos y escritos en él— Es el trabajo hecho por JongIn por más de más de 5 años, cada cosa que hay aquí fue minuciosamente comprobado y experimentado.

—¿Qué haremos entonces?

—Nos largaremos de este maldito infierno en este mismo momento.

Sehun se alegró al escuchar aquello pero, a la vez estaba demasiado triste por un razón.

—Necesitamos encontrar a Chanyeol, por favor— Susurró con esperanza de que aquel alfa se tentara el corazón y lo ayudara en la búsqueda del padre de su cachorrito.

—Hay una razón por la que no lo hemos buscado— Tao se acercó a él invadiendo su espacio personal hasta acorralarlo contra la pared— Chanyeol no la libró entiende eso, omega, el bastardo de JongIn lo MATÓ.

Sehun negó múltiples veces mientras lloraba.

—Es hora de irnos, luego tendrás tiempo para llorarle todo lo que quieras, no se que carajos está pasando que los reos están incontrolables, no es hora de averiguar lo que ya sabemos, andando o te llevo cargado y ambos no estaremos de acuerdo con ello— Tao guardó todos los planos en un morralito y lo colgó en su espalda— Andando, no será fácil burlar del todo la seguridad y puede que uno de nosotros no sobreviva en el intento pero, haremos la lucha por salir vivos los dos, te advierto que por nada del mundo desprendas olor alguno, sobre todo de miedo o los reos podrán notar tu embarazo y un omega preñado y sin una marca de un alfa no es buena idea.

Sehun le siguió hasta el final del pasillo, Tao tenía toda la razón acerca de los reos inquietos, no se podían mirar ni unos segundo por que se atacaban entre ellos sin razón alguna.

—No mires— Tao le tomó la mano la verlo observar a varios omegas siendo abusados por alfas y betas cerdos— No se que mierda ocurre aquí pero, no quiero que veas esas atrocidades y desprendas olor a miedo.

Sehun se aferró a su agarre escondido detrás de su musculoso cuerpo, los alfas aún no los habían descubierto para su ventaja pero, las escenas que el pobre tenía que presenciar y la sensibilidad que le proporcionaba el embarazo no estaban a su favor.

Varios omegas eran abusados de manera cruel en los pasillos, los guardias no estaban para defenderlos y ellos eran demasiado débiles para hacerlos por sí solos. Por otra parte, entre los alfas y betas se peleaban sin razones coherentes.

—Aguanta un poco más, casi llegamos, Sehun— Le susurró Tao a lo que el omega asintió.

Su esperanza se amplió al ver el último pasillo que tenían que atravesar para salir de ahí, sólo un poco más y estarían más cerca de su preciosa libertad.

—Suelta a mi omega y mis planos, ladrón— Todo se fue al carajo cuando escucharon la voz de JongIn a sus espaldas.