Duped (Chanhun) Omegaverse

Sentimentalismo

Tao miró a Sehun caer en el momento en que se llevaron a Chanyeol a la celda de castigo, no podía objetar o se lo llevarían también.

Tenía una sola misión y no debía fallar, miró una última vez el cuerpo despedazado de JongIn y tomó a Sehun por el brazo para sacarlo de ahí, no había tiempo para sentimentalismos o algo por el estilo, debían moverse para que el plan funcionara. Tuvieron suerte al no ser custodiados por los guardias ya que, debían deshacerse del cuerpo de JongIn antes que se descompusiera.

—Chanyeol— Susurró Sehun por lo bajo, estaba demasiado afectado el ver que a su alfa lo castigarían como a un vil animal, sin piedad ó tan siquiera algo de consideración. La celda de castigo era fría y él estaba desnudo, lastimado y desgraciadamente débil.

A Tao le dolió ver al pobre omega embarazado llorar cruelmente por su alfa, ambos sabían que Chanyeol la tendría difícil para poder lograr escapar de la prisión: los guardias lo tendrían vigilado día y noche en la celda de castigo por el acto cometido.

—Le ayudaremos— Soltó sin medir sus palabras, sería completamente imposible la locura que atravesaba su cabeza, no había forma de sacar a Chanyeol del agujero en el que se había metido pero, los ojitos esperanzados del omega le imposibilitaron el decir la cruel verdad.

Toda su vida fue un caos, desde que tenía memoria había tomado pésimas decisiones, recordó la vez que se atrevió a vender drogas y tener dinero para poder sobrevivir en la crueldad llamada vida, ese día fue lo peor que pudo haber hecho en su vida, recordó que la policía llegó al lugar donde hacía las entregas y gracias a ello lo condenaron al lugar donde se encontraba ahora.

Esta vez tomaría la mejor decisión de todas, no importa que se condenara más de lo que ya estaba.

—¿A qué te refieres?— Los ojitos llorones del omega se llenaron de esperanza, cosa que  odio al recordarle a una persona que extrañaba hasta los putos huesos: Luhan. Si ese alfa tonto no hubiese hecho la estupidez de jugar a ser valiente, estuviera con ellos y como siempre; haría hasta lo imposible para salvar a Sehun, lástima que él ya no estaba y el pobre corazón de Tao aún extrañaba a su mejor amigo. 

—Nos largamos de aquí, en este mismo momento, no fallaré en mi promesa, andando— Sehun fue llevado de la mano por el alfa nuevamente hasta el pasillo—Escucha bien lo que tenemos que hacer, será muy peligroso e incluso puede que no lo logremos, te seré sincero, Sehun, hay pocas posibilidades de salir con vida de aquí.

—Lo sé, Tao— Sehun deslizó la mirada en dirección a sus pies— Vete tú, yo seré una carga para ti, has hecho demasiado para mí.

—Chanyeol irá con nosotros, tu alfa saldrá de aquí con su omega y su bebé, no me importa lo que tenga que hacer, ustedes saldrán — Tao lo llevó de la mano con cuidado hasta la celda que Chanyeol compartía con Luhan. Le dolía horrible el hecho de volver al lugar y sentir el aroma de su mejor amigo aún impregnado por todas partes,  fue fuerte pero las lágrimas lo traicionaron y sin darse cuenta estaba llorando en silencio sentado sobre la cama.

A Sehun también le dolió el hecho de perder a su destinado, no fueron muy cercanos pero estaba consciente de la existencia de luhan y lamentablemente nunca hizo nada para agradecer todo el apoyo y protección que le dio si recibir absolutamente nada a cambio.

Lo único que pudo hacer fue acercarse a tallarle la espalda a Tao para darle un poco de consuelo, afortunadamente los omegas tenían el don de tranquilizar a los alfas tocando la parte correcta con cariño y Sehun lo hizo con Tao. Después de todo él lo había ayudado demasiado y no tenía forma de agradecer tantas cosas que hizo por él.

—Andando— Tao se secó las lágrimas y se puso de pie— Busca algo de ropa para Chanyeol y algo que consideres que sea de valor para él.

El omega asintió y se apresuró a buscar todo lo necesario para la gran batalla que tendrían que enfrentar los tres.

—No sé cómo rayos le haremos pero lo sacaremos de ahí, es una promesa, Sehun— Tao lo tomó por las manos mirándolo a los ojos, el omega supo lo que estaba a punto de ocurrir y se adelantó.

Fue un beso corto, pero sincero.

Ambos lo querían.

Se separaron y Tao limpió con ternura las lágrimas que escurrían de los ojitos del omega, lo hizo mirarlo por última vez y lo llevó de la mano en dirección a las celdas de castigo.

No volvieron a tocar el tema en todo el camino, pero ambos estaban conscientes de lo que habían hecho.

—Quiero que esperes aquí y por nada del mundo te hagas el valiente ¿Entendido? — Tao detuvo el paso casi en la entrada de las celdas de castigo para mirar al omega— Recuerda que hay una cosita pequeña dentro de ti, cuidalo mucho y amalo, Chanyeol es un gran tipo y sé que serán felices.

—Tao... — Sehun quiso detenerlo, pero no pudo ante la cara de advertencia del alfa.

—Haré estallar las rejas junto a los tres guardias que hay ahí, será difícil pero Chanyeol podrá salir, quiero que te quedes con los planos de la salida— Tao sacó explosivos y unos cerrillos de la bolsa antes de entregarla a Sehun.

—¿Qué hay de ti?— El omega comenzó a sollozar acercándose a Tao.

—No hagas las cosas más complicadas, Hun, Chanyeol nos necesita y le ayudaremos— El alfa limpió nuevamente las lágrimas de los ojitos del omega.

Sehun recordó lo que traía en el bolsillo del pantalón y se lo entregó al alfa.

—La tomé de tu celda— Prosiguió a decir al entregar la foto donde salían Tao y Luhan.

—Gracias, Sehun— Susurró Tao — Fue cuando nos conocimos.

—Él quería que fueras feliz.

—Lo soy.

Tao dejó un último beso en la frente del omega, no se dejó tocar ni llevar por las lágrimas que escurrían duramente por su rostro, le dolía, pero era lo mejor.

No podía interferir entre ellos.

Caminó directamente a las celdas, encendió los explosivos y se llevó a los guardias contra la pared lejos de las celdas.

Sehun cayó al suelo al sentir el suelo temblar.

Había humo por todas parte y ninguna señal del valiente alfa.

—Tao...