Empeze A Quererte

Cap. 6 - Tenía Que Ser...

Calle

Esos ojos, ese cabello, esa voz. ¡Genial! Tenía que ser María José. No porque no quisiera verla, si no que de tantos lugares en los que me la podía encontrar tenía que ser aquí. Solo espero no haber lastimado mucho el lugar donde sea que la haya golpeado físicamente.

- Lo siento, ¿te lastime?

- No mucho. Y retiro sus manos de su cara.

Maldición Calle, que carajo acabas de hacer, le estaba saliendo sangre de la nariz, porque me pasa esto a mi, hoy no es mi día.

- ¿¡No!? Pero si te esta sangrando la nariz, déjame ayudarte. Le dije, me sentía un poco culpable de provocar eso.

Tome una toalla y la humedecí con agua. Me acerque a ella y se la coloque en la nariz. Era para limpiarla, y ya cuando la llevara a enfermería pues solo se la revisaran, depende si es que no le fracture o le lastime mucho el tabique.

- Estoy bien, en cerio. Dijo y me quito la mano de su nariz, provocando que salieran varias gotas de sangre y cayeran en la manga de mi chaqueta.

- Lo siento, no quería ensuciar tu ropa. Dijo mirando las manchas que se hicieron.

Me soltó la mano, y se la volví a poner en la nariz.

- Deja que te ayude y con eso está todo bien. Le dije como propuesta.

Mire su frente y me di cuenta que estaba lastimada.

- Oye, tienes una cortada en la frente, cerca del cabello. Le informe. Se miró en el espejo haciendo un movimiento muy cuidadoso de manera que mi mano no se despegara de su nariz.

- No está tan mal, al parecer.

- Al parecer… pero necesito que vayas a enfermería, no se te vaya a infectar o algo y también para que te chequeen la nariz.

- Esta bien, pero tu me acompañas, tu le vas a decir que pasó porque a mi no me va a creer y van a pensar que le tire un puño a alguien y me lo regreso. Dijo burlona.

- Ok, por lo menos la sangre cesó, pensé que no dejaría de salir.

Retire la mano con la toalla y la humedecí por completo para quitar los restos de sangre que le limpie.

- Te voy a limpiar la poquita sangre que te esta saliendo en la frente.

- Ok. Dicho esto se quedó quieta..

Terminando de limpiar su frente, le salía poquito sangre en esa herida pero no tanta como en la nariz, volví a humedecer la toalla para dejarla en el sesto de las sucias. Ya me iba a salir, cuando ella me jalo por el brazo.

- Espera… Me detuve.

- Tienes que limpiarte eso. Y señaló la manga de mi blusa.

- Ok. Me quite la chaqueta y humedecí la parte que estaba sucia.

- “Deja que te ayude”. Dijo repitiendo lo que yo antes le había dicho simulando comillas con sus manos.

Entonces con una toalla diferente, me ayudó a quitar las manchas.

- Su que tienes mano dura. Dijo un poco burlona.

- Supongo. Respondí.

- Yo digo que si, mira que me hiciste. Y se empezó a reír.

- Fue un accidente.

- Si me vieran pensarían que no.

- Pero no fue a propósito.