¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
|✿Como compañero | Dyspo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Come algo más saludable, sapo.
Verlo cargar unas cuantas chatarras consigo me provoca recelo. No significa que yo sea alguien de tener salubre matutina mente, pero garantizo que mezclando diferentes sabores, acabaría con algo digestivo.
- Una simple ración no ayuda en lo absoluto -aquí vamos con la misma discusión de siempre-. ¿Crees llenar tu estomago digiriendo algo simple?
Lo fulminé sin decir otra palabra y estiré mi brazo hasta Cocotte compartiéndole de mi colación, Dyspo no tiene problema con mis regaños porque me considera una madre preocupada, sabe que lo digo como algo positivo y no un insulto. Después de todo, así es nuestra amistad.
- ¡Comparte! -los observé desde mi asiento discutir, somos sólo nosotros esperando a los demás y como no se encuentra Toppo para poner orden mejor hacer lo que uno quiere.
De todas formas no pretendo dejarlos armar una batalla campal. Dyspo al reírse le provoca más rabia a la de cabellos rosados.
- Ten, deja que el glotón no comparta -le lancé el paquete de cereales a ella, ya satisfecha de apetito.
- El señor Toppo nos tiene un salario, compra comida y no le pidas a otro -la chica no supo reaccionar de otra manera que terminó lanzado los cereales contra Dyspo, para así, callarlo.
La mala suerte fue que todos terminaron desparramados sobre la alfombra y otros asientos que ocupan nuestros compañeros en la nave. Podría reírme junto ellos pero me había tocado a mí limpiar antes de subir.
- Lo lamento (Nombre) -susurró Cocotte tras darse cuenta-. Ahora limpio.
Bufé un tanto molesta, además podríamos llevarnos un regaño por parte del líder.
- Trae un trapo para que Dyspo limpie los asientos -le dije para luego encontrarme al susodicho con un expresión ida.
- ¿Por qué yo?
Descarado.
- ¡También tienes la culpa pendejo! -enseguida lo tomé de los hombros, llevándolo junto nuestra compañera. Escuché la risilla burlona de ella delante de nosotros.
Optó por hacerme caso para no generar más problemas al respecto.
Me senté en mi asiento y le regalé la mejor sonrisa que pude formar. En un costado me encontré las chatarras de Dyspo, unas golosinas conocidas llamaron exactamente mi atención.
- ¿Por qué esos dos están limpiando a último momento? -preguntó Jiren apenas llegar, viéndolos sin emoción.
Antes de responder llevé dos de las pequeñas golosinas a mis dientes, pareciendo que uno las decapita al ser formitas chistosas.
- Si Dyspo ahora termina golpeado por la escoba, no hagamos nada.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.