¿Qué pasaría si tu conoces a un ser llamado Ben drowned y este intenta mejorarte un poco la vida (obviamente a su manera)? Aunque suene loco la idea, eso pasará, Ben esta aburrido y sin saber que hacer, así que, como te conoció, pensó en hacer algo...
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Estaba "tranquilamente" tumbada en la cama de Jessie, lo digo entre comillas, porque, YO NUNCA ESTOY TRANQUILA AL PARECER.
Siempre me tiene que pasar algo, encima de que, una de mis únicas amigas a muerto, ahora estoy pensando en el porqué no he estado más tiempo con ella, y el porque sigo siendo amiga de Ben.
Miré a Jessie, últimamente estaba más en su casa, además, que tampoco sabía nada de Aurora, me estoy empezando a preocupar, pero, seguramente estará ocupada.
—Oye, Jessie— Esta me miró —¿Puedes ser mi psicóloga personal hoy?— Ella suspiró, agarró un cuaderno, un lápiz, y se sentó enfrente mía.
-A ver... Déjame adivinar, es de Ben o Mel-
—Ben—
-Lo suponía- suspiró leve, me miró atenta esperando a que hablase.
— A ver... ¡No sé por qué soy amiga de el! El cambia tanto, un día puede ser súper amigable y intenta hacerme feliz, para que, al otro día, sea un completo capullo, me trate mal para que luego, acabar peleandonos—
-Una pregunta, ¿Tu estás segura que el no tiene alguna enfermedad mental o que?-
—Eh... No creo que tenga buena salud mental—
-Hm... ¿Y por qué no intenta buscar información de el? ¿Acaso sabes su apellido?- Negué leve.
—Me sé su apodo, su nombre, la abreviatura de su nombre y ya esta—
-Vaya... ¿Conoces a algún amigo suyo?-
—Eh... Bueno, si, más o menos, entré con el a la casa donde ante- digo, ahora vive, y había unos cuantos de sus amigos, pero, no me dejó hablarle a ninguno—
-Hm...- Jessie se cruzó de brazos pensativa - ¿Por qué no intentas hablar con alguno de ellos?-
Lo peor es que no sabe qué son asesinos...
—Creo que sería mucho peor..— suspiré cansada, ¿Qué debo de hacer? No sería buena idea hablar con uno de ellos.. Aunque, quizás haya alguien mínima mente bueno... —Bueno, ya veré que hacer...— me levanté de su cama, y me acomodé bien mi ropa —Yo me voy yendo, veré como podré hablar con algunos de sus amigos—
Luego de esto, me despedí de Jessie, para irme a mi casa que a en minutos, ya había llegado.
—Ya llegué— Dije entrando a mi casa, esperé una respuesta pero nada.
Fui al salón confusa, ¿Se han ido mi madre y hermanas?
Caminé a la cocina, miré a la nevera que tenía una notita en la puerta. Lo agarré y empecé a leer.
"Hola, ____.
He salido con tus hermanas a la casa de tu tía Mariela.
No volveremos hasta tarde, si querías ir, perdona, pero, creí que no vendrías hasta tarde.
Con cariño; Tu mamá❤️"
Alcé una ceja, ¿No volverán hasta tarde? Pobre de mis hermanas, tendrán que soportar a la aburrida de mi tía... Se la pasa hablando de tonterías, y siempre pregunta si tenemos novio, es bastante molesta.
Me fui a mi cuarto tranquilamente, entré y lo primer que hice fue:
Tirarme en mi maravillosa cama.
—Ay... — me acomodé en mi camita tranquilamente, observé el techo, cuando me vino miles de pensamientos, uno de ellos, era sobre Ben.
—¿Por qué sigo siendo su amiga..? ¿El me considera una amiga?— pensé en voz alta, puse mis manos detrás de mi nuca pensativa mientas cerraba mis ojos.
-Veo que te encanta pensar en mi- abrí mis ojos de golpe para encontrarme a un Ben flotando encima mía, sonriendo de una forma un tanto burlesca.
—Cállate, Ben— Me giré dejándole de mirarle.
-¿Sabes qué? Estoy harto que casi siempre estemos en pelea.- me volví a girar para verle.
—Bueno, casi siempre empiezas tu—
-Claro, claro. Yo, siempre soy yo- se cruzó de brazos, descendió hasta el lado de mi cama que no estaba siendo ocupada. - Todo esto lo empezaste tu, si no hubieses jugado a mi juego, y no hubieras querido ser mi amiga, nada de esto te pasaría-
—Ben— le llamé, el me miró, me puse de lado observándolo —Gracias— le abracé hundiendo mi cara en su pecho —Te odio pero te aprecio, sin ti, no hubiera sido al menos un poco Feliz, gracias... — escuché como los latidos de Ben se iban acerelando de un momento a otro, ¿Por qué tan nervioso?
El se mantuvo callado - Eres una imbécil...- sentí como ponía su mano en mi cabeza -Pero, eres mi amiga imbécil- me esta acariciando la cabeza, ¿es esto un sueño?
—Tu también eres un imbécil, Benito ahogadito—
-Me vuelves a llamar así, y te juro que te arranco los ojos y hago que te lo comas-
—Ay, tampoco es para tanto—
-¿Quieres ver algo que no es para tanto también?- alcé una ceja curiosa, y miré a Ben, el agarró mi mentón delicadamente, se acercó a mi lentamente y... ¿¡Me besó!?
Luego de unos segundos se separó de mí, para luego soltar su típica sonrisa burlona, es tan imbécil...
-¿Ves? No es para tanto, hasta mira, te quedaste callada y sonrojada. Creo que voy a hacerlo más seguido, jaja-
—¡Ben! ¿¡P-pero tu eres idiota o qué!?— Él me volvió agarrar del mentón pero algo más brusco.
-Escúchame bien, ¿Qué te dije, eh? Me vuelves a alzar la puta voz, y créeme que te quedarás sin ella, sin mencionar que unos cuantos intestinos estarán separados de tu cuerpo, ¿Ok?- asentí rápidamente.
—V-vale... — miré hacia un lado apenada, Ben me soltó del mentón.
-Ahora, di lo que querías decir pero sin alzar la voz-
—Yo... Argh... Paso de esto, Ben— me di la vuelta para no mirarle —Me voy a dormir..—
-¿Qué? ¿Tan temprano?-noté cómo se acercó más a mi para mirar mi cara.
—Sí, Ben.. Tan temprano.. — escuché un suspiro de parte de Ben.
