Kai = Exo.

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Kai era uno de los entrenadores más guapos del gimnasio. ¡Joder! Ese pecho tan marcado ni digamos sus piernas. Es todo un dios griego. Solo verlo sudar me excitaba. Poca veces e podido interactuar con él ¿Por qué? La respuesta tiene un nombre «Jennie». Esa bruja no lo deja solo ni una pincha rato. Esque su disque novia.

Puse los ojos en blanco.

—Deberías ir allá —me dice mi amiga al ver mi desagrado.

La innombrable esta junto a Kai casi persiguiendo.

—No se Lisa pero si ¿Es verdad que ella es su novia? —digo parando de correr secadome la frente con una toalla pequeña al instante.

—Recuerda mi lema “Mientras está en la soltería no existe la puntería” porque se llama conocer gente nueva y probar cosas nuevas —me dice toda una diva— aparte la única que te puede llamar puta soy yo nadie más si ella te llama así le saco la reconche... —la interrumpí.

—Okey ya entendí —reí por el comportamiento de ella— y si ¿Me batea? —

—No lo creo —me responde de inmediato— no vez ¿Cómo se te queda mirando algunas veces? —me sonríe con picardía.

Negué.

—Lo que tienes de sorda lo tienes de ciega —niega rotundamente.

—¡¿Qué?! —

—Mejor voltea ahora mismo lo está haciendo —me señala con el rostro.

Sin algún tipo de discreción voltee. ¡Madre mía! Si era verdad ¡Joder! Me está viendo. Al percatarse de mi mirada me sonrió seductoramente cual yo le correspondí con una sonrisa tímida.

—¿Dime que no es un sueño? —pregunto sin aún créemelo.

—Que no ____ —rio— te sonrió en la cara de la bruja —

—Ya me calenté —digo divertida.

—Mejor termina la sección calenturienta —dice riéndose mientras me dió un empujósito en el hombro.

Tras unos minutos bien largos acabe de mi rutina diaria de ejercicio. A Lisa le falta un poco más ya que ella había llegado tarde hoy. Me dirigí al baño con mi maleta. Me desvesti aprovechando que está sola cogí la toalla y me metí a una de las duchas. El agua templada recorría todo mi cuerpo. Me relajé por unos segundos hasta que sentí una cercanía de otro cuerpo. Di un salto de susto. Me volteé por instinto. ¡Joder! Era Kai está desnudo así como el Diosito lo trajo al mundo.

—Eh notado tu mirada sobre mi por mucho tiempo nena —dice con una voz seductora poniendo una mano en la pared haciendo que retrocediera un poco chocando mi espalda en ese frío bloque sin lastimarme— ¿Algo que tengas que decirme? —

—Sabes muy bien porque te me quedo mirando —respondo colocando mis brazos en sus hombros anchos.

Se muerde el labio mirando los míos.

—Sera posible ¿Besar sus labios? —

—Más que eso —me acerco más a él— puede tomarme —le susurré en el oído para luego morderle el lóbulo.

No me voy de acá hasta que me folle. Dice que los negros la tiene más grande y este no es la excepción. Miró sus labios. Son tan carnosos que no me aguante y los bese. Joder se sentía demasiado bien. Me abrazo de la cintura intensificando el beso. Pude sentir su erección en mi vientre. Baje una mano y empecé acariciar su glande.

—Nena... —

Soltaba varios jadeos placenteros haciendo que me mojara. Alejo mi mano y me cogió de una pierna izquierda poniendola en su hombro derecho mi colocando la punta de mi pie hacia afuera haciendo que me aferre a su cuello para no caerme o desequilibrarme. Me abrazó de la cintura coloco su glande en mi vagina. Comenzo a penetrarme lentamente.

—Ah... —jadee.

Se tuvo que esperar unos segundos porque mis paredes vaginales está acomodanse a la longitud de su pene. Empezó a moverse lento ayudándose pelvis. Marcando el ritmo.

—Kai... —gemi pero rápidamente me callo con un beso.

Solo se escucha el agua caer sobre nuestro cuerpo. La posición era muy satisfactoria. El placer que hacía entre nosotros era inexplicable. Paro por un instante produciendo un espamo y moverse.

—Kai —deje de besarlo tirando mi cabeza hacia atrás.

Sus embestidas fueron más bruscas. Mi intimidad empezó a contraerse con cada de estas.

—Joder —dio un gemido ronco saliendo de mi sin dejar de abrazarme expulsando su semen en el suelo de la ducha que rápidamente se fue con el agua.

Mi respiración está agitada. Bajo mi pierna izquierda para luego ponerme contra la pared. Sus dedos comenzaron a tocar toda mi cavidad. ¡Joder! Quería que meta un dedo adentro de mí. Hasta sucedido. Dos dedos comenzaron a entrar lentamente en mí. Sentía como mi intimidad palpitaba. Empezó a entrar y a salir.

—Joder Kai —mordi mi labio apretando mis puños.

Mi paredes empezaron a contraerse de nuevo. Está vez no puede evitar gemir desesperada. Sentí tensarse mi vientre. Mis piernas temblabaron de repente.

—¡Kai! —chille llegando a mi punto G.

Mi pecho subía y bajaba con rapidez por mi respiración. Cuando por fin pude calmar mi aliento me volteé. Me sonrío. Se acerco a mí agarrando mi cintura besándome los labios. Abrió mis labios con su lengua para luego jugar con la mía un rato.

—Deberíamos repetirlo nena —dice susurrando.

—Y ¿Tu novia? —pregunte rozando nuestros labios.

—¿Quién te a dicho que es mí novia? —rio.

—Ella siempre está que lo dice —

—Bueno tengo que decirte que está loca y esa supuesta relación no existe —dice separarse de mí— deberíamos salir —dice cerrando la llave de la ducha.

—Concuerdo contigo —le sonrió.

—Te espero afuera nena —me da un último beso para luego marcharse enseñando su glúteos bien marcados.

Solo reí.

One Shots +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora