Meghan
¿Qué han oído de mí?
Que esparcí el rumor de que Jake Carter y Connor Blake eran más que mejores amigos, que me acosté con Jason McKinley cuando era novio de Ellie Adkins solo por molestarla, y que un par de semanas después arrollé "accidentalmente" a Jason porque amenazaba con quitarle la beca deportiva que mi novio de ese entonces necesitaba.
Y no contenta con eso me tiré al hermano y al papá de Brooke Cosgrove, quien en ese entonces era mi mejor amiga. Que también inventé que Chloe Ryan consumía drogas e hice que la enviaran a rehabilitarse en una escuela católica de señoritas con ayuda Brooke; además de que soy la razón por la que una chica de cursos inferiores —la cual era hermana de Logan Hyland—, se suicidara.
Suena duro.
Deben estar pensando que soy una perra psicótica, una completa maldita...
¿La encarnación del diablo en persona?
Pues adivinen qué.
No están ni cerca de saber quién soy.
Y si tienen alguna opinión sobre mí o quién soy dígansela a quien le importe, no pierdan su tiempo intentando hacerme sentir mal.
No son lo suficiente como para afectarme.
Supe desde pequeña que estaba destinada a grandes cosas y que mi camino no sería fácil, pues fui víctima de bullying en la primaria por mis gruesos lentes y enormes ortodoncias debido a mis dientes desviados.
Aunado a los acontecimientos anteriormente mencionados, mis padres siempre le dieron prioridad a mi hermano mayor, por lo que mi infancia no fue más que una completa mierda.
Cada vez que quería hacer algo para divertirme de pequeña siempre había algo de mi hermano, un torneo de deletreo, un partido de fútbol americano, un concurso de preguntas televisado, las competencias matemáticas.
Sí, su vida era tan perfecta
Pero no todo fue sombras para mí, pues tenía un abuelo muy consentidor del cual era su nieta favorita y tenía una cercanía increíble, hasta que a los diez años murió a causa del cáncer metastástico, luego de que la célula cancerígena no sólo se quedara en su próstata, sino que se regó por el resto de sus órganos los cuáles eventualmente dejaron de funcionar.
Fue algo muy difícil de enfrentar a mi corta edad, perder al pilar de mi vida.
La única persona que parecía quererme, al único que parecía importarle simplemente se había ido del plano terrenal.
A pesar de ello siempre estuve preparada para cualquier escenario que tendría que enfrentar, y ya que estamos en pleno siglo XXI, no hay nada que no pueda resolverse con cirugía.
Exceptuando un corazón destrozado.
Luego de un par de operaciones con láser en la córnea pudieron reducir mi fórmula a lentes de contacto, al igual que me despedí de mi horrible ortodoncia luego de un diseño de sonrisa.
Al comenzar el bachillerato— luego de las intervenciones médicas anteriormente mencionadas—, era el centro de atención de todo el bachillerato: pasé de ser a patito feo marginado un cisne.
Un gran y hermoso cisne.
De mi abuelo aprendí a ser fuerte, su lema siempre había sido:
"La vida es dura y no hay lugar para los débiles"
Lo repetía una y otra vez, por lo que se me quedó grabado en mi memoria. Y adivinen qué.
Lo volví mi lema de vida.