IV - Punto de partida

27 5 1
                                    

Connor

—No puede ser —repetía una y otra vez, mientras gritos de terror inundaban el lugar.

Recibí empujones, gritos justo detrás de mi oído. Incluso hubo quienes me jalaban con ellos para correr fuera del lugar; y aunque realmente lo intenté, no podía moverme.

Estaba completamente estático ante lo que mis ojos estaban contemplando.

Meghan tenía la pierna derecha estirada y la izquierda doblada.

Sus brazos cayeron extendidos hacia su derecha.

Un charco de sangre se extendía por debajo de ella al piso de madera.

Sus ojos estaban abiertos, la mirada perdida.

Su ropa desgarrada y manchada con el espeso líquido que brotaba de sus heridas.

—Tú... ¿La viste? —murmuró una voz femenina a mi derecha.

Al voltear me encontré con la mirada triste de Ellie, quien estaba tan asombrada como yo.

—Claro que la vi —dije con obviedad.

—Tienes que estar realmente ciego para no ver a alguien cayendo de esa forma —dijo Jake, posicionándose a mi derecha.

— ¿Pueden llamar a la policía? —Pidió Brooke entre lágrimas, acercándose al cuerpo—. Meghan, no puedes hacerme esto —añadió, agachándose a su lado y acercándose.

— ¡No lo hagas! —Exclamó Chloe, jalándola por el brazo derecho—. ¿Estás loca? —añadió, levantándola.

— ¿Cómo se te ocurre tocar a un cadáver? —cuestionó Jake, entrando al lugar.

—No-no lo hi-hice —balbuceó Brooke.

A duras penas se le podía entender lo que decía entre su llanto.

—Pero lo intentaste —cuestionó Jason, quien estaba parado a mi izquierda.

¿Cuánto tiempo llevaba ahí?

—Es un cadáver —dijo Logan integrándose a la conversación, quien estaba apoyado junto a la ventana tras de nosotros—. Si aparecen tus huellas en ella, estás jodida.

— ¿Cómo puedes hablar así de alguien que está muerta? —cuestionó Ellie.

Logan alzó y bajó sus hombros como muestra de desinterés—. Si les digo que me importa estaría mintiéndoles.

— ¿Podrían mandar a alguien que nos ayude? —dijo una chica rubia con tono de preocupación mientras hablaba por teléfono entrando al salón, captando la atención de los 7 presentes.

La chica nos miró con extrañeza, analizándonos de arriba a abajo con la mirada.

—Una chica... Yo... —balbuceó la rubia al teléfono, su preocupación era notoria—. Estábamos en una fiesta y una chica cayó del primer piso... Creo que está muerta.

— ¿Crees que está muerta? —Susurró Chloe en tono burlón, liberando un suspiro—. Menos mal que tienes la cabeza pegada al cuerpo.

—No tarden, por favor —pidió la chica al teléfono en tono suplicante, colgando la llamada; seguido a eso soltó un bufido, blanqueó sus ojos y se llevó las manos a sus caderas, mirando al cadáver de Meghan de forma despectiva—. ¡Genial! Lo que nos faltaba, una perra muerta en nuestra primera fiesta.

Todos compartimos miradas de confusión ante su frío comentario.

— ¿Quién carajos son ustedes? —cuestionó ella, mirándonos de arriba a abajo.

Twisted gamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora