Capítulo I: Información nueva

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Mientras Baby entraba al edificio de la compañía sentía como un nudo se formaba en su garganta y su estómago comenzaba a parecerse a una lucha por algún tipo de revolución. Había renunciado a su anterior trabajo para aceptar otro con mejores oportunidades y, lo más importante, cerca de la capital. Después de meses de planificación por fin se estaría mudando a la capital y las ojeras en su rostro, cubiertas de la mejor forma con maquillaje, delataban lo ansiosa y preocupada que estaba.

Fazbear Enterprise era el lugar en donde trabajaría, se encargaría del equipo de comunicaciones de la empresa. Realmente cuando su anterior jefe le dijo que tenía un mejor trabajo para ella jamás se imaginó que sería esto. No es que no estuviera agradecida con su exjefe, pero ir a la empresa de tu examor no correspondido en el instituto era extraño, de todos modos ella ya no sentía nada por él. Había cerrado ese capítulo de su vida y ahora vivía otro más interesante (aunque eso último lo decía para no aceptar que la vida de adulta era una mierda).

Al entrar, mostró su identificación (sacada el día de ayer el día en Recursos Humanos) y se dirigió al departamento de comunicaciones de la empresa que estaba en el piso 4 del edificio. Se ajustó el pantalón de vestir negro que usaba como por quinta vez y trató de calmarse a si misma.

—Vamos Baby, solo debes comenzar a trabajar con tranquilidad. Conocerás a tu equipo y verás que todo saldrá bien.

El ascensor llegó a su destino y varias personas ya estaban sus cubículos o sus oficinas, mientras ella veía la suya, aquella que estaba vacía y con las luces apagadas, su asistente estaba sentada en un escritorio a la derecha de la puerta. Se acercó a la mujer con el cabello blanquecino atado por una coleta y de ojos violetas quien usaba un traje azul marino. Ella movían incesantemente su pie mientras tecleaba en su computadora.

—Hola, soy Baby y...

—¡¿Señorita Baby?! —preguntó muy sorprendida tratando de levantarse pero tropezándose con sus propios pies— Mu-mucho gusto, soy Reena, su asistente.

—El gusto es mío, ¿esta es mi oficina, verdad?

—Sí, la limpiamos y ya está lista para usarse —Reena estaba muy ansiosa.

—Perfecto, veré algunas cosas allá adentro.

La pequeña albina sonrió y se sentó mientras exhalaba el aire que no sabía que retenía en sus pulmones. Revisó la agenda de la empresa mientras se daba cuenta de su error.

—¡Reena, tonta! Confundiste el 21 con el 31 por eso te asustaste cuando la viste entrar. Soy un desastre —se desplomó en su escritorio.

No pudo seguir lamentándose de su error porque entró una llamada y por el timbre del teléfono supo que era una de arriba.

 Baby sentía que la revolución en su estomago había llegado a su punto máximo cuando se dio cuenta que estaba delante de la puerta de la oficina del jefe Fazbear porque, como no podía de ser de otra manera, tenía que conocer a su jefe personalmente

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Baby sentía que la revolución en su estomago había llegado a su punto máximo cuando se dio cuenta que estaba delante de la puerta de la oficina del jefe Fazbear porque, como no podía de ser de otra manera, tenía que conocer a su jefe personalmente. «Es parte de la comunicación ascendente» trataba de normalizar mientras giraba la perilla.

First Time ; FrebyWhere stories live. Discover now