Las arcadas no eran tan escandalosos y ruidosas, pero eran lo suficientemente sonoras para ser escuchadas por el oído de Baby. La pelirroja, con sus tacones en mano, debatió mentalmente si debía abrir aquella puerta del baño (en especial cuando hace dos años atrás había escuchado "ruidos extraños" en el baño de su antigua escuela y solo encontró a dos chicos en medio de una sesión de sexo en el lavabo), pero al escuchar una arcada más fuerte decidió rogar que no fuese nada malo y entró. La perilla resbaló entre sus manos por los tacones, pero después de un segundo intento, logró girarla como era debido.
Entró al baño y encontró una de las de puertas del final abiertas y él/la causante de las arcadas estaba allí adentro.
—Hola, sé que de seguro quieres estar tranquilo mientras... bueno, haces eso —Baby estaba nerviosa. No sabía como proceder—. Solo quería saber si estabas bien, porque si es así me iré —una arcada más fuerte se hizo presente con tos incluida.
La preocupación de la pelirroja la impulsó a caminar y se encontró con una bella cabellera violeta recogida por una coleta baja, sentado en el suelo del baño, tez ligeramente pálida y sudor en su piel. Baby tiró los tacones y se fue al lado del chico, lo tocó y estaba demasiado frío.
—Bonnie, estás demasiado frío y parece que ya vomitaste demasiado, ¿puedes levantarte?
El chico solo movió la cabeza a los lados, sentía que dentro de poco perdería el conocimiento. «Bien, ¿cómo carajos le hago para llevarlo al primer piso donde está la enfermería?» Y no vio otra salida más que utilizar las escaleras. Tragó duro y tomó al chico por la cintura.
—Bonnie, tendrás que poner de tu parte porque si nos caemos ambos será extremadamente doloroso.
Baby comtó hasta tres y ambos se levantaron con dificultades, la pelirroja estaba haciendo uso de fuerza que no sabía que tenía, mientras Bonnie hacía uso de la que le restaba. Baby caminaba contando «uno, dos» ella trataba de sacarle platica al chico para que no cayese rendido. El teléfono del de ojos escarlata comenzó a emitir el sonido de una curiosa canción de Ed Sheeran.
—¿Quieres contestar? —preguntó la pelirroja.
—No... no quiero preocuparlo.
Aunque su lado más curioso amenazaba con salir a la luz a través de una pregunta indiscreta, decidió no formularla. El teléfono seguiría sonando hasta el cansancio y el receptor no quería contestar por miedo a preocupar al emisor. Las escaleras eran difíciles, fue un esfuerzo en conjunto y más de un resbalón y es que era muy gracioso ver a una pelirroja de complexión pequeña ayudando a un chico que casi medía el 1.85.
Luego de muchos escalones (después del quince dejó de contar), llegaron a la planta baja, la cual estaba desierta. «Todos están en el salón de eventos» pensó la pelirroja. Bonnie tenía la cabeza andando en otros rumbos, unos que incluían un mundo oscuro auspiciado por la vomitada monstruosa que dio en el baño y un dolor constante en la garganta y estómago. Los brazos y cuerpo de Baby estaban cediendo ante el peso, pero la preocupación era una constante que la tenía conectada a tierra.
—Bonnie, no te duermas, ya casi llegamos a la enfermería y no podré levantar un cadáver sola si te desmayas.
Las piernas del chico estaban cediendo poco a poco, pero él lo estaba intentando con todas sus fuerzas. Después de caminar un poco por el pasillo, Baby tocó la puerta tres veces y a la cuarta la enfermera, quien tenía audífonos y notable mueca de desagrado en su rostro, les abrió la puerta. La cara le cambió a la enfermera al ver a Bonnie más pálido que un papel y frío como un hielo.
—Pongámoslo en la cama —la enfermera se colocó al otro lado y ayudó a Bonnie.
Entre ambas mujeres lo colocaron en la cama y la enfermera comenzó a tratarlo. Bonnie vomitó una vez más antes que la enfermera le colocara un suero por vía intravenosa. La pelirroja estaba muy preocupada.
—¿Qué cree que tenga?
—Probablemente sea una deshidratación —la enfermera estaba controlando el flujo de suero.
La pelirroja, quien decidió ver su celular, sintió su corazón detenerse al ver siete llamadas perdidas de Ballora y tres de Freddy. Mierda, estaba frita. Decidió marcarle a Freddy, tecnicamente es su jefe y mejor amigo de Bonnie, quizá el podría cuidar al chico.
Un tono
Dos tonos
Tres tonos—¿Se puede saber en dónde estás? —su voz seria pero cargada de enojo se percibía y causaba escalofríos.
—Antes de que me mates, encontré a Bonnie en los baños pálido y vomitando, pensé que...
—¿Dónde está Bonnie? —interrumpió el castaño.
—E-estamos en la enfermería...
La llamada se cortó.
En menos de cinco minutos un Freddy exhausto entró a la enfermería y vio a Baby con preocupación. Era una de las miradas que Baby jamás olvidaría.
—¿Dónde está?
—En la cama.
Ambos caminaron y vieron a un Bonnie luchando por no quedarse dormido. Al chico de ojos escarlata se le iluminó la mirada al ver al castaño. Freddy se colocó a su lado, acariciando las hebras violetas con sumo cuidado.
—Cariño...
La voz atona de Bonnie no impidió que Baby escuchara el apodo cariñoso que acaba de salir de la boca del chico enfermo.
—Bonnie, descansa, aquí estoy contigo.
Bonnie miró a la pelirroja y le sonrió con dulzura, una completamente propia del chico.
—Gracias, Baby, solo te pido un favor si no es una molestia.
—Claro, tú solo dime —dijo la pelirroja acercándose al chico.
—¿Podrías mantener el secreto de que Freddy y yo somos pareja?
La pelirroja miró al castaño, que siempre tenía el rostro imperturbable, ahora con una expresión de espanto. Freddy no concebía la idea de que Bonnie, quien siempre se mostraba reacio a hablar de su relación alguien más (incluso con Chica, su mejor amiga), se la acabase de revelar a la chica nueva. Bonnie tomó la mano de la pelirroja.
—S-sí, lo mantendré en secreto, no te preocupes.
Una sonrisa muy tierna apareció en la cara del novio de Freddy.
—Gracias.
Freddy aún estaba anonadado por la actitud de su pareja, pero decidió que lo interrogaría cuando su salud se recuperara.
—Iré a la fiesta, dentro de nada inicia mi número —Baby le tomó la mano con cariño y le sonrió—. Espero que te mejores, le preguntaré al gruñón cómo estás más tarde.
Bonnie asintió con calma y le tomó la mano al castaño mientras susurraba un: "está bien". La pelirroja salió sintiéndose confundida, ¿el chico castaño era gay y tenía pareja? Soltó un suspiro. Bueno, menos no había desarrollado sentimientos fuertes desde la primera vez que lo vio.
PD. Disculpen la tardanza, de verdad, lo siento tanto. Mi vida ha dado un giro en un punto sin retorno que me ha cambiado por completo. Ahora mi estado de ánimo está por el subsuelo y estará así por mucho tiempo. Gracias por leer, los amo.
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First Time ; Freby
FanficLas primeras impresiones son imborrables. Puedes cambiar esa impresión, a base de contacto e interacción con las personas, pero jamás se olvidará lo que hiciste sentir en los demás la primera vez que te vieron Los personajes de la saga de videojuego...