Cuánto menos muchas preguntas deben surcar sus mentes en éstos momentos y me ocuparé de responderlas, querido lector... Aquí expongo el por qué de toda ésta historia y de tantas menciones. Detestaría el hecho de terminar una historia como de hecho esta lo está haciendo y creo que está demás decir que hasta la narradora de la misma divaga en medio del sentimiento, de la apreciación.
Pará quién se trazó que los guerreros son del siglo V; para el que se creyó el cuento que en el siglo XXI no hay batallas, creo que no está viviendo a plenitud hasta el día de hoy, no está amando de verdad ni busca la honestidad como el valor fundamental respecto a lo que siente y vive, sino que abstracta tras la careta de la mal llamada "madurez" la represión personal a la que se somete constantemente. No considero que sea bien llevar una vida religiosa ni veo necesario una vida de excesos. Hay balances que cuidar y respetar, hay reconocimientos buenos y malos que dar y al ser la última parte, hay mucho que agradecer:
Una niña me motivó a plasmar todo esto en un libro, MI niña, esto que leen no estaba escrito en borradores ni se buscó la manera perfecta de escribirlo. Es tan pleno como se ve, como se percibe, así lo sentí y aquí está... Esa niña hoy día es la que ha creído que esto sería bueno plasmarlo como una soltura, el antes y después. La narración de algunas de estas etapas son a cargo de mi mamá, Nellyda. Nunca la conocí y creo trazarme siempre la imagen de ella como un ser de luz que protege y cuida cada paso que doy; el motivo por el cual donde llegue siempre habrá alguien para cuidarme en caso lo necesite... Y para efecto de no traer sorpresas y romper un montón de globitos en éste momento, era necesario decirlo para dar el argumento real de éste último capítulo:
Estoy seguro de que la Fé y la esperanza NO son lo mismo. La Fé la veo siempre más definido por lo religioso, en un Dios, o dioses. Mas la esperanza la veo tan etérea desde el punto de vista de las ideas, creo que nunca el ser humano podrá entender el significado de la Fé si no tiene esperanza, un pensar en función de las cosas buenas que pretende dar y llevar a cabo en su vida; sin ideologías ni rasgarse las vestiduras por cuanta cosa crea necesaria.
Ocupamos la mayor parte de nuestras vidas a condenar nos por cada cosa mala que queremos y podemos hacer pero opacamos lo bueno en medio del revoloteo de vanidades que llevamos encima; desmeritamos el pensar y existir. Podemos nombrar tantas fallas de nuestro accionar que nos queda corto cualquier libro o parábola, cualquier experiencia. Somos seres que vivimos y dependemos del error, pero nos negamos a aprender a perdonar y perdonarnos. Nos encanta recibir el mimo, la atención de todo el mundo pero ¿Nos ocupamos de nosotros mismos?
Desde hace 5 años he decidido ocuparme de mi, de trabajar en aquello que no sabía de dolía aún, de lo que siempre esperé que alguien preguntara. Y esto lo hago con todo el cariño del mundo porque entiendo y percibo que no es para nada la historia favorita ni para contarle a los niños antes de dormir, sino para que toquemos suelo y reflexionemos sobre lo que hasta ahora hemos hecho y decidido vivir, donde en base al realismo nos permitamos seguir adelante sin culparnos de cosas que no pasaron porque las hayamos buscado sino porque tenían que pasar. Aquí percibo y les hago percibir lo que tuve y lo que no, de todo lo que tuve me quedaré siempre con mi mente, el potencial de ver soluciones donde sólo existen problemas y las ganas perennes de superarlos...
Asi que no, no es anticuado hablar de guerreros actualmente ni mucho menos es para presumir. Me asumo de esta forma porque creo que la vida del guerrero es digna, llena de sobresaltos y partes crudas, pero digna por defenderse. En éste caso, siempre han sido mis ideales los que siempre he permitido que sean prioridad sin temor a equivocarme porque es lo único seguro que al final todos tenemos.
Todas y cada una de las cosas que vieron aquí, las viví. Faltan tantas otras que era demasiado buscar ordenar, abruma tener tantas cosas que contar y destacar lo único con lo que quería dar mi mensaje de esperanza para todo aquel que se dió por derrotado y que por cualquier motivo haya querido llegar hasta aquí ya que no hice esto por seguidores ni estrellas, sino por liberarme. A veces el talento de muchos surge de las cenizas, de donde nadie espera fertilidad para florecer y dar vida. Desde hoy, tienen cuerpo cada cosa aquí plasmada de la forma más real y humana que pueda existir. Desde hoy, guerrearé en libertad...
ESTÁS LEYENDO
La Sombra del Caballero de 1001 Batallas
Historical Fiction¿Historia de la era de los caballeros o es que los caballeros son cosa del pasado? Aquí empezamos con un proyecto que sólo busca expresar el alma de un guerrero en pleno siglo XXI