"Eres egoísta. Siempre lo has sido"
De estar rota y sola a estar casada felizmente, Dahyun y Momo creían que su vida no podría volverse mejor.
¿Qué pasará cuando una desagradable sorpresa llame a su puerta y trate de destrozarlas?
Una secuela de SHY...
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Más de un año después de dar a luz todavía no parecía suficiente para dejar el lado de Yuuto. Él había crecido demasiado, enseñándome a cómo ser paciente y a controlar mi ira. No siempre funcionó y ambas terminábamos llorando, pero al menos pasamos el tortuoso primer año.
¿Qué cómo me siento? Todavía no lo sé, no sé si las lágrimas que brotan de mis ojos cada vez que lo veo sonreír o lo escucho reír es que sigo siendo hormonal o es solo amor.
Amor, amor es una fuerte palabra y un sentimiento más fuerte. Finalmente había aceptado que podía ser amada por alguien más que mi madre. Admití que fuí tonta por no creerlo al principio, a pesar de que me sentí afortunada de haber aprendido eso de Momo, la persona que se quedó conmigo incluso en las noches de insomnio. Las noches que Yuuto no dormía y lloraba sin parar. Las noches donde me odiaba a mí misma, las noches donde la regañaba. Momo estaba ahí para mí, siempre.
"¿Qué haría sin ustedes dos?" Susurré, levantándome de la cama.
Eran alrededor de las cuatro y media de la madrugada y había vuelto a trabajar todo el día, todos los días. Era agotador y realmente dolía dejar a Yuuto solo por tantas horas, pero Momo siempre estaba ahí para salvar el día. Ella trabajaba desde casa, iba a comprar aperitivos e incluso limpiaba. Fue impactante verla limpiar la casa, esas eran los tipos de tareas que odiaba con pasión.
Fui más alla de ser suertuda por tener a alguien que se preocupa por mí como lo hace Momo e incluso si al final del día ambas estabamos cansadas, siempre hablábamos, perdíamos el tiempo, y jugábamos videojuegos. A pesar de que, Yuuto aún era un bebé, uno muy llorón, él nunca nos molestó cuando nos abrazábamos en el sofá, y nos quedábamos dormidas en los brazos de la otra mientras una pelicula aleatoria estaba reproduciéndose.
Hoy era el día de la pre-grabación del comeback stage, lo cual significaba que debía estar ahí bastante temprano y estar lejos de casa la mayor parte del día.
Con un silencioso gruñido me bañé y me vestí, tomándome mi tiempo para admirar a la dormida Momo y a Yuuto en nuestra cama. Nunca lo dejábamos dormir con nosotras, pero ayer fue su cumpleaños y Momo insistió en dejarla acurrucarse con él. El pequeño cuerpo del bebé, gentilmente acostado al lado del gran cuerpo de Momo fue una vista que jamás me gustaría olvidar. La forma en la que la pequeña mano de Yuuto se envolvía con el dedo índice de Momo mientras dormían al lado del otro, con sus dos pechos moviéndose hacia arriba y hacia abajo en sincronía derritió mi corazón.
Había llegado a un punto en el que tenía que alejar a Momo de él. Ella amaba al bebé con todo su ser y era divertido lo parecidos que eran. A veces me siento como si cuidara de dos bebés, con Momo siendo la más joven y la más molesta de los dos.
A pesar de todo, arriesgaría todo por ellos.
"¿Ya te vas?" Momo dijo dormida, volteando su cabeza hacia mi dirección.
"Ya me voy." Susurré y sonreí ante la gran sonrisa de la chica al darse cuenta de que Yuuto todavía estaba a su lado. "Duerme, aún es temprano."
"¿No puedes quedarte aquí un rato más?" Ella hizo un puchero. "Ya te extraño."
"No puedo, bebé." Sonreí y me arrodillé a su lado en la cama, acariciando la espalda de Yuuto. "Te prometo que después de las promociones te daré todo mi tiempo."
"Te amo. No te olvides de comer." Momo respondió y me acercó por mi mano hasta que nuestros rostros estaban a un centímetro de distancia. "Hoy estoy de niñera, por cierto." Ella rió contra mis labios antes de besarme.
"¿Solo tú?" Pregunté. Momo y yo, junto con el resto de las chicas, hicimos un trato de cuidar a los bebés de las otras.
"Sana vendrá luego." La chica respondió, arreglando su flequillo.
"No quemen la casa, ¿sí? ustedes dos son muy tontas." Susurré y golpeteé su nariz.
"Somos muy responsables." Momo frunció. "Chae, Wendy y Jeong dejarán a los niños a las diez hoy." Me informó.
"¿Acaso Nayeon finalmente te confía a Minjin?" reí y la besé una última vez. "Por favor ten cuidado con ella, aún es muy pequeña."
"¡Sé lo que hago, señorita!" Momo gruñó y me alejó, acercando a Yuuto a ella. "Ve, llegarás tarde."
"Ya me voy, ya me voy." Murmuré contra la mejilla de Yuuto antes de besarla y levantarme. "Volveré a las once, ¿sí?"
"Mhm." Ella hizo un sonido en respuesta y cerró sus ojos mientras me hacia un signo de paz con su mano y lentamente se quedaba dormida.
"Te amo." Susurré una última vez, cerrando la puerta detrás de mí y apresurándome hacia afuera.
"Eh tú, madre de dos." Seulgi dijo cuando entré al auto de la compañía, ofreciéndome café caliente.
"Momo no es un-- olvídalo." Dije.
"¿Cómo te sientes hoy?" Irene preguntó, dándole un mordisco a su emparedado de pollo.
"¿Es pollo lo que veo?" Seulgi rió y encendió el motor.
"Jihyo lo hizo." Irene respondió. "Me estoy reconsiderando las decisiones de mi vida."
"Bien." Seulgi sonrió. "Cómo te gusta el té, Dahyun-ssi. Sé que no te gusta mucho pero pensé que deberías parar con el café, bebes mucho."
"Está bien, Seul." La tranquilicé. "Gracias, es muy dulce de tu parte."
"Lo sé, ella es taaaan duuuulce~" Joohyun la molestó.