ALIVE | The Liars Saga | Libro 2

0. Como caída del cielo.

ACLARATORIA

Antes de comenzar este nuevo libro quiero presentarles y explicarles un nuevo formato de diálogo para evitar confusiones, dado a que en capítulo está presente. Cuando se realicen este tipo de diálogos:

COURTNEY: ¿Dónde estaba esa noche?

MATTHEW: Estaba con mis primos en las cabaña de mi familia

Es decir, que los nombres antecedan a lo que dicen y estén en mayúsculas, estaremos leyendo una declaración policial de los chicos, la cual será hecha a cada uno de forma individual en habitaciones separadas, de manera simultánea (es decir, al mismo tiempo).

¡Disculpen la demora! Saben que los amo.

¡Disfruten!

***

Verónica

De: Blocked ID
¿Olvidé mencionarles que este año en vez de un trofeo se llevarán las manos manchadas de sangre?
No pueden engañar a una persona que se sabe todos los trucos.
¡Mejor suerte la próxima!
XOXO
—V.

Ese fue el último texto que recibimos de V luego de que el cuerpo de Rachel desapareciera. Sé lo que tienen en mente, así que no hace falta que lo pregunten.

¿Qué rayos hacía vestida con una capucha en medio de la nada?

Y la respuesta es más sencilla de lo que creen, simple y estúpidamente caí en una trampa tal y como les pasó a mis primos: V me citó en medio de la nada para por fin acabar con ese sucio juego en el que nos había envuelto, sólo para encontrarme con que Rachel yacía ahí.

Muerta.

Y cuando por fin decidimos hacer algo para que la policía se llevara su cuerpo —pese a que tendríamos que explicar un montón de cosas—, ella simplemente desapareció.

La mañana siguiente cuando Rachel no regresó a casa despertó la incertidumbre de sus padres, por lo que nos llamaron a mí y a todo el equipo de animadoras para preguntarnos si sabíamos algo acerca de dónde podría estar.

Y aunque mis primos y yo sabíamos perfectamente lo que había ocurrido, los seis negamos saber algo acerca de Rachel o su paradero, cosa que —antes de que nos tachen de mentirosos—, literalmente no sabíamos dónde estaba el cuerpo de Rachel, sólo sabíamos que estaba sin vida.

¿Cómo explicaríamos que la encontramos en el medio del bosque cerca de la cabaña familiar y que en cuestión de segundos su cuerpo simplemente... desapareció?

Con Campbell acusándonos siempre de asesinos —y que eso ocurriera en zonas adyacentes a una propiedad de los Altamira—, en ese momento más que nunca debíamos mantenernos al margen, como si nada hubiese ocurrido en realidad.

Como aún no llevaba ni siquiera veinticuatro horas desaparecida la policía hizo caso omiso aquél domingo, pero los padres de Rachel estaban realmente preocupados por encontrar a su pequeña. El lunes por la mañana su rostro estaba por todos los rincones del pueblo en los carteles que recitaban su nombre —Rachel McCuller—, información y dónde fue vista por última vez. Esa noche la deficiente jefatura de Rosefield abrió un caso de desaparición.

Con los nervios a flor de piel mis primos y yo apenas podíamos simular que todo estaba en orden: la desaparición del cadáver de Rachel —seguido del último mensaje que V nos había enviado—, no nos tenía nada tranquilos.