-Siempre supe que eras una chica sucia o algo así.
-No digas así,- Arrugó su nariz, y se apoyó en su pecho.- Suena extraño.
La habitación de Nico, en su departamento, tenía las cortinas cerradas, y Amy siempre se había sentido extraña de que si estaban abiertas veía directo a la ventana de otra persona, en un edificio demasiado cerca del de Nico.
No entendía quien hacía esos edificios, y porque creían que la gente quería vivir así de cerca. El edificio donde ella vivía la mayor parte del año estaba en medio de un terreno grande, por lo que el balcón de su dormitorio daba a un parquesito.
Nico tenía un balcón que daba a la parte de atrás de un restaurante.
El departamento de Nico, en todo caso, estaba en medio de la ciudad, y el de Amy estaba en las afueras, a unos veinte minutos.
-Es factual.-Dijo él, paseando despreocupadamente las yemas de sus dedos por la espalda desnuda de Amy.- Desde que te conocí se te veía algo raro en la cara.
-Soy una escolar, y la primera vez que me viste era virgen, ni siquiera había besado.
-Ya se te notaba lo sucia.
-¡Estaba con mi uniforme del internado!
-No tiene relación, Ames. Uno es lo que es.
Amy se levantó de la cama de Nico, y entreabrió las cortinas sólo un poco, para poder encontrar algo de ropa, pero que la señora de las palomas, que vivía en frente, no la viera desnuda.
Había triunfado en irse con él a su departamento, especialmente porque Hazel se había quedado en el internado ese fin de semana y en las revistas se decía que ese sábado operaban a Eleanor. Amy dijo que era algo al apéndice, cuando la verdad solo era que se iba a hacer laser por un tatuaje que se hizo a los quince. No importaba, en todo caso, mientras Amy pudiera fingir que era por su hermana.
-¿A donde vas?- La miraba desde la cama, aún cubierto por la sábana. Le gustaba Amy en la mañana, así, tranquila sin estar pensando en quien podía darse cuenta de que no estaba en su dormitorio, o qué hora era, o lo que sea.
También le gustaba Amy recién follada, pero eso no tenía mucho que ver.
-Tengo hambre.
Y sorprendentemente (Aunque no en realidad) después de desayunar Amy se encontró a sí misma sobre Nico, en el sillón de su departamento.
-Mierda, si, así...-Tenía una mano apoyada en el respaldo del sofá, y la otra en el abdomen de Nico.
Lo recibía tan bien, por completo, cosa que le había tomado un par dr meses lograr. Cerró fuertemente los ojos ante una contracción extra fuerte de su intimidad.
De verdad le gustaba Amy, en la mañana, la tarde, o la noche.
Estaba, además, esa ventaja. Un bulto completamente indiscreto que se veía en la parte baja de su estómago.
Él sabía perfectamente qué era, pero sospechaba que ella ni lo había notado aún, y quería darle unas semanas más para ver si se daba cuenta de que ella, bajita, delgada, menudita, era tan... Estrecha, que él la abultaba lo suficientemente para notarse a sí mismo.
Amy tomó una de las manos de Nico, mientras la otra la sujetaba por la cadera, y la llevo a su propia garganta.
-¿Ves? Te dije... Te dije que se te notaba en, en la cara...- Murmuró, colocando un poco de presión sobre su cuello, ante lo cual ella dejó salir un gemido tembloroso.
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Teacher's Pet. [Di Angelo]
Fanfic"Atrapé al profesor echándole el ojo a una estudiante"