Después del baile... ¿Qué?

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Severus observaba a la pareja asombrado. Él hubiese jurado que ninguno de los dos estaba a gusto con su compromiso, pero ahora dudaba de eso...

—¿Me perdí de algo, Lucius? —indagaba sin poder quitar la vista de los jóvenes
—¡Es verdad! No te puse al tanto de lo último en chisme. Resulta... — interrumpió su charla al observar que Cissy y Hermione descendían lenta y elegantemente.

Toma el hombro de un Severus distraído por la anterior imagen, para hacer que desvíe su mirada

—Sigo sin creerlo. ¿Por qué no continúas cont... — sus palabras se atoraron cuando giró su cabeza, y haciendo caso al gesto de Lucius, lleva su visión hacia arriba. Sus ojos se abren con emoción ante la imagen que de a poco se le acercaba. Hermione se veía increible con aquel vestido rojo que las hermanas Black habían mandado a hacer, el corte del mismo resaltaban las hermosas curvas de su cuerpo. Su cabello recogido en un rodete elegante, un suave maquillaje, y unos hermosos pendientes, completaban el atuendo.

Severus no podía creer que aquella elegante joven fuera su dulce Hermione, y cuando ésta llegó a su lado, solo atinó a sonreír.

— Hola Sev...— dijo suavemente Hermione, sonriendo ante aquel elegante joven que tenía frente a sus ojos.

Pero no recibía respuesta, pues él solo la mirada detenidamente, actitud que la desanimó, pues creyó que el joven se había desilusionado de su apariencia.

—Sé que es demasiado elegante para mí, pero quería verme bonita, Las chicas me ayudaron... ¿No te gustó?

Y en ese momento reaccionó, y una resplandeciente sonrisa brotó de sus labios

— Nunca había visto en mi vida a una mujer más hermosa que tú. ¿Cómo puedes pensar que no me gusta? Todo lo contrario, hoy brillas más que el lucero.

Lucius veía con picardía a la pareja, mientras Narcissa, elegante como siempre, se acercaba y le tomaba la mano

— Sí que se lucieron, amor— decía mientras le daba un suave beso en los labios —Y tú no te quedas atrás. La mujer de mi sueños...

La joven aún después de tanto tiempo junto a su amado, se sonrojaba al escuchar los halagos del mismo. Ella portaba un bellísimo vestido corte imperial color plata con pequeños detalles verdes bordados a un lado del hombro. Su dorada cabellera suelta, solo rímel en sus pestañas y un suave labial, la hacían ver fresca y elegante. 

Las tres parejas hicieron su entrada con tal gracia, que resultaba imposible no voltear a verlos. En el ámbito femenino, los murmullos eran la orden del día, y en ciertas ocasiones, un suspiro escapaba de algún labio al observar a aquellos tres jóvenes que, para que negarlo, parecían caídos del propio  Monte Olimpo.

Los comentarios en voz baja por parte de los hombres, no quedaba atrás... Ninguno podía dejar  de mirar a las tres jóvenes, y más de uno ya estaba planeando solicitarles bailar alguna pieza 

Cuando "Los merodeadores" hacen su ingreso, quedan intrigados con la escena. Veían a los jóvenes murmurar entre sí, y no comprendían que ocurría

— Xenophilius...¿Por qué todos murmuran de esa manera? ¿Ocurrió algo interesante?— Indagó Sirius al muchacho

— Al parecer, hubo una revolución de suspiros con la llegada de "el sexteto de platino", como escuché nombrar al grupo de tus primas

Canuto buscó con la mirada y quedó sin aliento ante la imagen de Hermione. Sintió una calidez en el pecho y unas ganas locas de protegerla de todos esos "pulpos" que buscaban adherirle sus ventosas. Sacudió la cabeza ante este absurdo pensamiento que le cruzó un instante, y observó por un momento la expresión de sus amigos...Fue muy divertido ver como se les salían los ojos a Remus y a James y sus labios permanecían sin poder cerrarse. Distinto fue la expresión de Lily... Ella destilaba odio y envidia por sus ojos, y sus labios estaban tensados en una línea recta. Lentamente se acercó y la jaló hacia un costado para que sus amigos no los escucharan

Tú Antes De SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora