Mi Llegada A Avonlea

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Mi nombre es Harriett Hamilton.Lo primero que deben saber de mi es que ahora mismo estoy de camino a Avonlea con mi abuela, me mudo allá por que tengo que vivir con mis abuelos.Lo que nos lleva a lo segundo que deben de saber, soy huérfana de padre y mi madre se puso tan mal que tuvo que ser internada en un manicomio, claro se que es muy raro, por mudarme, por lo que estoy extasiada a la vez que emocionada.Lo tercero que deben de saber es que mi abuela está convencida en enseñarme modales para comportarme como una señorita, pero me dice que aun así quiere que valla a la universidad lo que para mi es una bendición.

- Harriett ya casi llegamos así que ven para que te acomode ese moño- mi abuela gritó al ver que no prestaba atención, estaba totalmente perdida en mi libro- práctica por favor el francés. Esta parte me lleva a lo último que deben de saber de mi. En mi familia siempre hay una tradición, todos los Hamilton tienen que saber más de 1 idioma, mi abuela me da clases de modales y de idiomas. Yo hablo francés e italiano, lo cual no es nuevo entre mis abuelos que saben nuestra lengua ancestral, mi familia viene de los Zares de Rusia, esto hace que tengan grandes expectativas en mi, y aunque toda mi familia es de Rusia yo nací en Inglaterra. 

-Bien sur- conteste con un poco de pereza-

Pasaron pocos minutos y llegamos a la estacion, y ahi estaba mi abuelo esperandonos, ahora mas canoso que la navidad pasada.

-Bienvenidas- gritó mi abuelo haciéndose notar entre la multitud de gente alrededor-

-¡Abuelo! Te extrañe!-dije con una gran sonrisa en el rostro, corrí a abrazarlo, aún tenía un nudo en la garganta, no quería hablar sobre lo ocurrido, no quería que tocaran el tema-

-Carl, que bueno que llegaste ayúdanos por favor con el equipaje- dijo mi abuela con una cálida sonrisa, dándole un beso-

Estábamos en el camino a la casa. Yo estaba admirando el increíble paisaje, era un lugar hermoso, totalmente diferente al paisaje citadino de Londres.

Otra cosa que no mencioné es que soy buena con las palabras, a mi abuela le molesta que use palabras extravagantes, a mi me fascinan a lo que siempre que encuentro una palabra nueva busco su significado y lo empleó en mis posibles conversaciones con gente que no sea yo misma, la verdad es que la gran parte del tiempo la paso hablando sola, cosa que a mi abuela también le molesta, pero sabe que si no hablo conmigo misma lo haré con ella a si que se resigna, tal vez tenga que ver el hecho de que crecí sola.

Llegamos a la gran casa de mis abuelos, quede boquiabierta al ver el hermoso jardín lleno de lavanda y azucenas, una flor en especial llamo mi atención, las nubes crecian sin impedimento.

-Harriet entra ya!, Martha llevará las cosas, y  por cierto quiero que acomodes todas tus cosas- gritó mi abuela a lo lejos, ya estaba en la entrada de la casa- 

-Está bien- respondí-

Wow! Que belleza- exclame al ver esa grande y hermosa casa, admire los detalles en las paredes y el barandal, hermoso y amplio-

Ahora es tu casa querida, ve a explorar mientras la cena está lista tu cuarto está en el segundo piso -sobo mi brazo y camino a la cocina-

¡Gracias!- mencioné y subí a toda velocidad esas peculiares escaleras de caracol-

Harriet sin correr- gritó desde la sala de estar para después reír- oh por dios me rindo con esa niña, es muy hiperactiva

Sí señora, ya lo eh notado- respondió Persefoni la ama de llaves dirigiendo la vista a la escalera-

Disfrute de la sombra del cerezo del jardín hasta el anochecer cuando me llamaron a cenar.En la cena no podía parar de mirar la chimenea, tenía detalles hermosos y delicados. Mi abuelo rompió el silencio.

Querida, los Barry nos han invitado a tomar el té mañana- dijo mi abuelo nervioso- eh dicho que si espero no te moleste.

Oh si no hay problema, arreglaré a Harriet con el vestido mas bonito que tenga,con un moño por supuesto, mi niña los Barry son unos muy queridos amigos nuestros- respondió mi abuela  emocionada, para ser una mujer la cual no le gusten las sorpresas se veía bastante feliz-

¿Tengo más vestidos?- pregunté  curiosa-

Claro que sí cariño, te he mandado a hacer varios vestidos con la mejor diseñadora de Charlottown, ¡te verás bellísima!- dijo mi abuela contenta-

Muchas gracias- me decidí a responder por toda la molestia que se había tomado en mi, de alguna forma aun me mostraba tímida ante sus atenciones porque aunque fueran mis abuelos paternos solo los veía tres veces al año-

Y por cierto quiero que te comportes, esa familia es una gran parte necesaria para el comercio de tu abuelo y muy buenos amigos nuestros, con unas niñas muy bien educadas. Agradezco el momento para comentarte que Diana tiene la misma edad que tu y podrían ser buenas amigas- hablo mi abuela un poco alarmada a que yo hablara de mas, y no la culpaba, aunque resultaba ser que mi abuela no sabía que solía ser tímida en un inicio, mi madre les había hablado de mi pero no lo suficiente-

Sí abuela, gracias por comentarlo- dije con una leve sonrisa en mi rostro-

Por favor no uses tanto tus palabras esas que usas, son muy rebuscadas, me preocupa que piensen que no tienes educación- aclaró la voz haciendo que la mirara y le pusiera más atención-

Si trataré, no prometo nada - respondí riendo ligeramente-

Estaba sumergida en aquella cama, no lo puedo expresar mejor que como la cama más exquisita en la que he dormido. Me dormí recordando y derramando algunas lágrimas de lo que pudo haber sido y no fue.

Be mine I beg you - G.B-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora